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Admírame, sedúceme, ódiame

Admírame, sedúceme, ódiame

Del amor al odio solo hay un paso; y de la admiración al desprecio, medio. A todos nos gusta que nos adulen, nos digan lo estupendos que somos y lo bien que hacemos las cosas. ¿Qué escritor no quiere un seguidor que le refrende el «gran valor de sus obras» a diario? El ego no nos permite ver qué se esconde detrás de esa pátina de adoración y respeto: la seducción; la mayor mentira a la que nos podemos enfrentar en nuestra vida.

La seducción es el título de la última novela de José Ovejero (La invención del amor, Las vidas ajenas, Mujeres que viajan solas). Esta es una historia de venganzas, la que nos enseña al principio y la que en realidad descubrimos al final. Ovejero nos plantea en esta obra un juego de admiración, también de seducción, por supuesto. ¿Acaso no son lo mismo? ¿No se juega con las mismas reglas?

"Aquí, el novelista se convierte en personaje en busca de una historia que le ayude a escribir de nuevo, a huir de sí mismo. El escritor se remanga y se mete en el lodo, pero el resultado no será el previsto."

El protagonista del libro es Ariel, un escritor premiado y reconocido en el pasado, pero incapaz de escribir en el presente. Un personaje en busca de realidad, que aceptará el desafío de David —su fan más incondicional—, hijo de un antiguo amigo, Eduardo, escritor fallido, y de una antigua amante, Rosa, que ha quedado tullido después de una brutal paliza. El joven reclama venganza y pide ayuda a Ariel. El cebo para lograr que el literato se involucre en esta violenta trama es Alejandra, 30 años menor que él. Una joven que consigue volver a llenar de excitación la vida de Ariel.

Aquí, el novelista se convierte en personaje en busca de una historia que le ayude a escribir de nuevo, a huir de sí mismo. El escritor se remanga y se mete en el lodo, pero el resultado no será el previsto. La seducción es un ajuste de cuentas con los autores, con su vanidad. También, un fiel reflejo del actual mundo editorial, en el que el novelista debe examinarse cada feria del libro, sin importar su bagaje anterior. 

"José Ovejero nos propone un juego. Un viaje hacianuestras mentiras y las de los que nos rodean. La impostura del amor vuelve aparecer en su obra con un formato cargado de cinismo."

Otra de las palabras clave de esta novela es la desidia. Ariel vive instalado en ella hasta que aparecen David y Alejandra. Solo el reto de la venganza le hace salir de ese plácido estado. Al final del libro, vemos al protagonista en una habitación en penumbra, desaseado, sin hacer nada. Llega su expareja al piso —con la que se encuentra en proceso de divorcio— y le propone volver, más que a su relación anterior, a la inofensiva rutina. Ella se gira y se marcha de la casa sin decir nada. Su soledad es absoluta.

José Ovejero nos propone un juego. Un viaje hacia nuestras mentiras y las de los que nos rodean. La impostura del amor vuelve aparecer en su obra con un formato cargado de cinismo. Nadie se salva en la novela. Todos mienten, a todos los engañan. Todos son inocentes y todos son culpables. Como tú y yo, como todos nosotros.

Autor: José Ovejero. Título: La seducción. Editorial: Galaxia Gutemberg. Venta: Amazon, Fnac 

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