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Autobiografía de Rojo y La casa de la cruz

Autobiografía de Rojo y La casa de la cruz

Los dos libros de los que nos vamos a ocupar narran las oscuridades y grandezas del alma humana, cada uno desde una perspectiva diferente, bajo una temática diferente, pero con ciertos aspectos en común. Nos referimos a Autobiografía de Rojo, escrito por la canadiense Anne Carson, y La casa de la cruz, cuya autora es la española Isabel García Mellado. Ambas autoras abordan con sinceridad las sombras que pueblan la existencia, sumergiéndose en un universo donde la lucha es la única salida posible. En ambos casos, la libertad formal es un sello propio, que confiere personalidad e imprime a los dos libros una admirable originalidad.

Autobiografía en Rojo, Anne Carson

Autoiografía de Rojo, Anne CarsonAnne Carson publicó originalmente su Autobiography of Red en 1998, con gran éxito crítico y comercial. Quince años más tarde, en 2013, la autora escribió una segunda parte, bajo el título de Red Doc>. El subtítulo del libro, Una novela en verso, ya nos adelanta cierta información sobre el carácter intergenérico de la obra. Y es que en Anne Carson las fronteras entre los diferentes géneros literarios se difuminan para dar paso a una creación personal, plena de sentido, en la que cada palabra y cada silencio portan multiplicidad de significación. Además de poeta, Carson es ensayista, traductora y catedrática de estudios clásicos. De hecho, su conocimiento sobre el mundo clásico es uno de los cimientos decisivos de Autobiografía de Rojo, publicada en este 2016 en España por la editorial Pre-Textos en su colección La Cruz del Sur, traducida y prologada por Jordi Doce. Anne Carson es capaz de construir un puente que conecta la Antigüedad con el presente, revisitando mitos y personajes, para dotarlos de forma expresiva actual. En este libro, la autora recupera la figura de Estesícoro, literalmente ‘maestro del coro’, de nombre Tisias, poeta griego del siglo VII a.C. nacido en Hímera (Sicilia), y reconocido por los académicos de la entonces helénica Alejandría como uno de los nueve grandes poetas líricos. Anne Carson vuelve su mirada hacia una de sus obras, Geryoneis, un largo poema lírico de al menos 1300 versos, del que sólo han sobrevivido ochenta y cuatro fragmentos en papiros y media docena de citas. Gerión es un personaje de la mitología griega, a quien Estesícoro define como un extraño monstruo rojo alado que vive en una isla llamada Eritia (en la actual Cádiz), donde cuida un mágico rebaño de bueyes rojos. El décimo trabajo de Hércules fue precisamente robarle el ganado, para lo cual tuvo que matar a Gerión y a su perro pastor Ortro. La particularidad de la obra de Estesícoro, nos cuenta la propia Carson en un proemio, es que no narra los hechos desde el punto de vista de Hércules, como habría hecho cualquier poeta griego convencional, sino que ofrece un atormentado relato de la experiencia del propio Gerión. Partiendo de este punto de vista original y revolucionario para su época, como es la reelaboración del mito que realiza Estesícoro, Anne Carson nos presenta en cuarenta y siete poemas o capítulos líricos, un Gerión transportado a la actualidad. Se trata de un niño contemporáneo, algo aprensivo y pusilánime, que admira a su hermano mayor, más mundano y pendenciero, a pesar de los abusos a los que éste le somete; y se refugia en la belleza de la fotografía. Vive una apasionada historia de amor con Heracles, tras la que sufre un fuerte desencanto. La simbología del color rojo tiene una intensa presencia a lo largo del libro, como roja es la lava presente en la historia familiar de Heracles. Anne Carson incluye entre las citas que jalonan el libro una de Emily Dickinson, en la que el volcán es un elemento protagónico: “El reticente volcán guarda / Su plan que nunca duerme-”; y es que el volcán es otro de los poderosos símbolos que vertebran Autobiografía de Rojo. La erupción del volcán, imparable y poderosa, arrasa con todo a su paso, así como el amor no acertado, destructivo, consume en la desesperación y la soledad a los seres humanos que se ven atrapados en él. “Heracles miró a Gerión. ¿Qué, vamos al volcán? preguntó”. De la mano de Anne Carson uno puede sentir la lava del corazón del volcán, donde lo cruel y lo despiadado envuelven al lector, guiados por ese ritmo singular y perturbador de escritora única, alejada de etiquetas y códigos literarios prefijados.

La casa de la cruz

La casa de la CruzOtra poeta que escapa de encasillamientos formales es Isabel García Mellado, madrileña con un puñado de títulos de poesía ya publicados, cuyo último libro La casa de la cruz, merecedor del XLII Premio Ciudad de Burgos, acaba de ver la luz. En él, García Mellado construye un personal canto a la libertad, difícil de alcanzar, dolorosa casi siempre, pero único camino para el crecimiento y la reconciliación con el verdadero yo que nos habita. Libertad que se conquista desde dentro y que, a su vez, se lega a los hijos. Porque La casa de la cruz habla también de la maternidad, de la fuerza del instinto, de la mirada femenina a un mundo que se opone tercamente a aceptar aquello que está más allá de los márgenes de lo establecido. De la resolución interior de la mujer, de la firmeza con que la autora toma la decisión de ser libre y protege a su hija para que ella también aprenda a serlo. A través de “un mar inmenso / guardando las montañas”, a través de las estrellas que “no saben de raíces”, a través de un arrozal sumido en el tiempo, García Mellado nos invita a llegar a “La casa de la cruz”, último poema del libro, que le sirve de título y metaforiza la libertad lograda con esfuerzo, la paz de la liberación interior, la renuncia a consignas externas y convenciones no asumidas, la reivindicación de los sueños como verdadero territorio, el refugio ganado tras la lucha ardua, el promontorio ubicado “en algún lugar / muy dentro / casi en el alma”. Con un estilo enérgico, de factura limpia y apoyada en el vigor que sólo proporciona la resistencia interior, García Mellado construye un libro que es a la vez el viaje y el destino, el desierto y el oasis, el llanto y la sonrisa. Un himno a la sabiduría de escuchar la auténtica voz del cuerpo, la que nace del fondo de los siglos, la que el mundo exterior desea que no escuchemos, la única capaz de generar vida. La existencia honda y gutural, sin domesticar, porque como la propia poeta canta: “yo no sé criar flores / me brotan solas”.

Autor: Anne Carson. TítuloAutobiografía de Rojo. Editorial: Pre-Textos. Edición: Papel

Autor: Isabel García Mellado. TítuloLa casa de la cruz. Editorial: Visor Libros. Edición: Papel

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