Eduardo Mendoza: “Los anglosajones aprendieron el humor del Quijote”

Eduardo Mendoza dijo que se marchaba, que lo dejaba todo, pero se quedó. Y ha traído consigo este año Tres enigmas para la organización, una ingeniosa trama de sucesos y personajes que evoca a las antiguas novelas de espías y que sigue con ese trabajo subvertido que es contar nuestras realidades más cercanas colándonos una sonrisa en el gesto