En este segundo libro, Martín Castro Masaveu nos descubre el lado más camaleónico del escritor, con una capacidad descriptiva que se demuestra en el ritmo frenético de los textos y la frescura en sus relatos. En El silencio sabe a menta, Castro Masaveu es capaz de cortarte la respiración hasta el final de cada relato; en el primero no esperas un final “bueno”, pero tampoco esa maestría para dejarte clavado a la silla y boquiabierto; y así lo materializa relato tras relato.
El mentol es la molécula que activa los receptores nerviosos en la boca y las vías respiratorias llamados TRPM8, que normalmente se activan con el frío. Aunque la menta no reduce la temperatura real, esta activación envía una señal de frescor al cerebro, creando la sensación de frío de forma natural. Este canal se expresa en las neuronas sensoriales y está involucrado en la transmisión de señales de dolor y temperatura. Es el mismo dolor y la misma temperatura que padecen los personajes creados por Martín Castro, al más puro estilo de la serie Black Mirror.
La desesperación y la frustración son dos compañeras inseparables que están presentes en cada relato y viven cogidas de la mano en nuestra sociedad actual, porque la frustración mal gestionada te puede llevar a la desesperación y a su vez la desesperación te genera frustración.
Ambas, unidas al espanto y la impotencia, son capaces de sumergir al lector en situaciones kafkianas. Kafka, en La Metamorfosis, crea al personaje de Gregor Samsa, que un día se despierta convertido en un monstruoso insecto y hasta entonces solo trabajaba para sostener económicamente a su familia, pero ahora es un problema para ella: el final es el esperado. Gregor Samsa era el proveedor absoluto como mandato paterno, pero al fallar el Superyó su cuerpo entra en una regresión y se convierte en un escarabajo, un insecto que representa la involución del ser humano. Hago este paralelismo porque El Reflejo se puede leer de muchas maneras, pero una es como alegoría clínica de la psique alienada, donde la transformación física no es un capricho fantástico, sino la manifestación somática de un colapso psíquico general y preexistente de una sociedad agotada de tanta bronca y confrontación.
Martín Castro Masaveu nos brinda trece relatos cortos, el mismo número de comensales que había en la última cena, que representa el momento dramático en el que Jesús anuncia a sus apóstoles que uno de ellos lo traicionará. Trece relatos en los que Martín escruta la avaricia del viejo Mateo, describe las artes mágicas de un charlatán llamado Zasky que te lleva al pánico total, o cómo una identidad oculta es capaz de volverte loco o llevarte al extremo, haciéndote pensar en tus antepasados, imaginando sus vidas, sus penurias y virtudes, sus porqués. Obligándote a pensar en la cantidad de manías inconfesables que tenemos.
En Jugando con fuego reflexiona sobre las dobles vidas, sus riegos y virtudes. Una doble vida genera estrés y agotamiento mental, requiere mantener dos narrativas, exigiéndote una memoria constante, improvisación y vigilancia, pero te puede generar ansiedad crónica y fatiga. Te ayuda a tener libertad de exploración, pero un error te lleva al traste todo el montaje. Aislamiento emocional, seguridad en contextos opresivos, protección de la privacidad, riesgo de exposición y crisis, coste económico, pérdida de autenticidad, creatividad y auto-descubrimiento, placer de la adrenalina, daño a terceros, son algunos aspectos positivos y negativos de la doble vida. Martín nos hace una propuesta para jugar con fuego: en el lector está aceptar o no el juego.
Wesly Barnett nos trasporta al año 2158, no tan alejado del Metaverso que nos quieren imponer o las gafas VR de realidad virtual para explorar otros mundos, porque con el nuestro están acabando.
Este libro es de relatos cortos pero muy intensos que tienen otro nexo en común: la extraordinaria capacidad de observación del escritor para plasmar en letras los sentimientos más profundos del observador. Para escribir se requiere estar en silencio, pero para observar es preciso inteligencia y nitidez mental en el observador.
El silencio sabe a menta es una excelente recomendación literaria, porque igual que Jesús predijo la traición de Judas y la negación de Pedro, Martín anticipa los pensamientos de sus personajes, dándoles vida hasta la última frase.
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Autor: Martín Castro Masaveu. Título: El silencio sabe a menta. Editorial: Orpheus Ediciones Clandestinas. Venta: Todos tus libros.


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