Diario de un mal nadador

‌Ahí radicaba el primer problema, no sabía su nombre. De repente me surgió uno, tenía que tratarse de Germán Bleiberg; un poeta apenas hoy...

‌Y llega la espesura, donde las estrellas rematan la desolación del hombre ante el abismo. Qué pinto aquí, dices sin decirlo. Cuánto me quedará...

Compré esta semana en una librería de lance, Boulandier, calle Juan Ajuriaguerra, 52, ¡Recuerda, oh, recuerda! de Ramiro Pinilla. Por él, como un íntimo...

Un euro ochenta me pide por la lata el indio de un kebab que bebo sin ganas en una mesa, cumplida la medianoche, junto...

(A Txetxu) Poco a poco sentí que vivía envuelto en un sueño. Un rato después se me ocurrió: “A las siete de la tarde...

Soy ahora un pez sin nombre que nada en un océano mientras llueve. Salgo a la superficie para ver la tormenta, para escuchar los...

Al dentista  —es una mujer, pero siempre decimos el dentista— voy el miércoles pero ¿y si ese lunes el banco tuviera problemas? El martes...

Tres amigos han fallecido en una semana, el círculo de tiza se encoge. Era/es Pepe un poeta de la pintura y si no vean...

—El lunes me voy a Mallorca. Mi hija tiene casa allí. Casi se puede ver el mar desde el balcón. Vamos, que está casi...

¿Con qué animo empiezo a escribir si se ha volatilizado un texto de más de 20 folios que he ido escribiendo con una fe...