El 3 de septiembre de 1913 nació Alan Ladd en Hot Springs, Arkansas. Su corta estatura, un rostro no demasiado expresivo y una serie de hechos trágicos que marcaron su vida no impidieron que Ladd se convirtiera en uno de los actores más famosos del Hollywood clásico gracias a papeles como los del inolvidable Shane de Raíces profundas.
Lo que debes saber de Alan Ladd
- Nacimiento: 3 de septiembre de 1913
- Fallecimiento: 29 de enero de 1964
- Películas destacadas: La llave de cristal (1942), Contratado para matar (This Gun For Hire, 1942), La dalia azul (1946), Raíces profundas (Shane, 1953), Rebelión en el fuerte (1954), El paso de la muerte (1960) y Los insaciables (1964).
- Premios: 14 nominaciones y 4 premios, entre los que destacan el Golden Apple Ward en 1944 y 1950.
Alan Ladd, el hombre del rostro impasible
Alan Ladd probó suerte en Hollywood después de obtener varios reconocimientos deportivos durante su estancia universitaria. Pero su llegada a la meca del cine fue complicada y tuvo que compaginar su carrera de actor con varios empleos. Su esposa Sue Carol, una antigua actriz de cine mudo, se convirtió también en su agente y poco a poco le ayudó a lograr su sueño. Los primeros papeles fueron modestos, como el de un periodista —no acreditado— en Ciudadano Kane, pero en 1941 tuvo su primer rol protagonista en Contratado para matar (This Gun for Hire). Su actuación de un asesino a sueldo lo convirtió en uno de los referentes del cine negro de la época.
En la década de los años 40, Alan Ladd continuó protagonizando películas del género que lo había descubierto para el gran público, como La llave de cristal, adaptación de la novela de Dashiell Hammett, y La dalia azul, con guion de Raymond Chandler. En 1953 llegó su gran momento, la actuación que eclipsó a todas las demás, la del vaquero Shane en Raíces profundas. Después de este éxito todo fue más complicado: muchos papeles intrascendentes y pocos títulos de calidad. De la etapa final de su filmografía destacan El caballero negro, El rebelde orgulloso y Los insaciables.
A Alan Ladd le acusaron de ser un actor inexpresivo, pero él lo que tenía era un gesto hierático que lo decía todo sin necesidad de sobreactuaciones. Como al final de Raíces profundas, uno de los mejores de la historia del cine, cuando el pequeño Joey Starrett (Brandon De Wilde) le llama para que regrese, y Ladd se aleja montado en su caballo después de haber cumplido su misión.
Alan Ladd y Veronica Lake, la pareja perfecta
Alan Ladd y Veronica Lake se convirtieron en la mejor combinación del cine negro en la década de los cuarenta. Tras su actuación en Contratado para matar se convirtieron en dos de las grandes estrellas del celuloide. El público americano se volvió loco por ellos: Alan Ladd era el actor taquillero que congregaba a miles de fans cuando acudía a los programas de radio, y Veronica Lake era el nuevo modelo de las jóvenes estadounidenses con su famoso peinado, el peekaboo, con su característico mechón de pelo ocultándole un ojo.
La escasa estatura de ambos los hizo ser la pareja perfecta, Ladd medía 1,65 centímetros y Lake apenas superaba el metro y medio. No solo llenaron los cines de Norteamérica con los carteles de películas como La dalia azul y La llave de cristal, sino que no había portada de revista en la que no aparecieran ambos. Aunque lo que en realidad los unió fue su trágico destino. Veronica Lake murió por diversas enfermedades debidas a su alcoholismo a los cincuenta años, una adicción que también marcó la vida de Alan Ladd.
Curiosidades sobre el actor Alan Ladd
- La nieta de Alan, Jordan Ladd, intentó triunfar también en el cine, pero no consiguió los éxitos de su abuelo. Ni los de su madre. Porque Jordan es hija de Cheryl Ladd, que estuvo casada con uno de los hijos del protagonista de La llave de cristal y conocida en todo el mundo por ser una de las actrices de Los Ángeles de Charlie.
- Otra hija del actor, Carol, estuvo vinculada con Hollywood por su matrimonio con John Veitch, coproductor del Drácula, de Francis Ford Coppola. Veitch también probó como actor, pero sin demasiada fortuna. Su nombre aparece al final de los títulos de crédito de Ciudad en tinieblas (1954), película dirigida curiosamente por André de Toth, marido de Veronica Lake.
- Platón, el personaje interpretado por Sal Mineo en Rebelde sin causa (1955), tenía en su taquilla del instituto una foto de Alan Ladd.
- Rory Calhoun, el protagonista de Muerte al atardecer (1956) y Cómo casarse con un millonario (1953), era un delincuente de poca monta hasta que fue descubierto por Alan Ladd, que se lo presentó a su esposa y le buscó sus primeros papeles en el cine.
- Aunque gozaba de una gran popularidad, Ladd quería convencer a los críticos de que era un buen actor, su gran apuesta fue protagonizar la versión de 1949, dirigida por Elliott Nugent, de El gran Gatsby. Pero esta versión de la novela de F. Scott Fitzgerald no obtuvo el éxito esperado.
- En La sirena y el delfín (1957), Alan Ladd parecía más alto que Sophia Loren, pero era mentira. La actriz italiana le sacaba casi 9 centímetros a Ladd. El problema surgió en las escenas de la playa; allí no se podían usar cajas ni calzas y tuvieron que excavar en la arena.
La trágica vida y la prematura muerte de Alan Ladd
El mayor melodrama en el que participó Alan Ladd fue su propia vida. Su padre murió en un incendio provocado por el actor cuando jugaba con unas cerillas. Su madre se casó otra vez y se mudaron a California. Allí Ladd tuvo que trabajar desde los ocho años, pero el alcoholismo de su madre los sumió en la miseria. Su infancia estuvo marcada por la desnutrición que le provocó problemas de crecimiento. Alan Ladd se quedó huérfano de padre a los cuatro años, y poco tiempo más tarde vio cómo su madre se suicidaba con insecticida.
Alan Ladd apareció muerto en su casa de Palm Springs, parada habitual en la actualidad en los tours preparados para los turistas en esta localidad californiana, cuando tenía sólo 50 años de edad. Al principio, se especuló con un ataque al corazón como la posible causa del fallecimiento, pero enseguida se descubrió que el fatal desenlace había sido producido por una combinación de barbitúricos y alcohol. Su mujer, Sue Carol, consiguió que no se publicara nada sobre el suicidio, y la muerte de Alan Ladd quedó como un gran misterio.
Si el final de su compañera de éxitos cinematográficos, Veronica Lake, estuvo marcado por los problemas de salud derivados de su alcoholismo, el final de Brandon De Wilde no fue menos trágico. El actor que dio vida al pequeño Joey Starrett en Raíces profundas murió con sólo 30 años en un accidente de tráfico. La muerte, la fatalidad y la necesidad cincelaron el rostro hierático de uno de los actores más carismáticos de Hollywood.




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