Esa delgada línea entre decir lo que se piensa y lo que se piensa que esperan los demás que sea dicho. Sí, tiene razón, esta frase me la robé a mí misma de un texto anterior, porque se me dio la gana. No va a venir a decirme que alguien lee lo que escribo, porque aquí nadie lee algo salvo el Facebook, y yo estaré equivocada en absolutamente todo lo demás pero esta, querida vieja, esta la acierto. Podría incluso robarme un artículo entero, publicarlo como nuevo y nadie lo advertiría. ¿O cree usted que sí, con lo ocupados que andan todos corriendo de aquí para allá con tal de no darse cuenta de que nada tiene sentido, de que el tiempo pasa, de que es todo una estupidez? (Otro plagio a mí misma, creo que me haré juicio). Y no me haga enojar, que ya vengo cargadita, porque (observe cómo aquí sutilmente la conduzco al meollo del asunto):
¿Y qué es la vida? (Todos de pie)… Ese fenómeno incierto y sobrevalorado que a todos nos alcanza, a la que somos arrojados como peludo de regalo sin derecho a voto… ¿Es una barca a la deriva? ¿Un frenesí, una ilusión, una sombra, una ficción? Toda la vida es sueño y los sueños… sueños son. La vida es demasiado importante para tomársela en serio, y así vivimos, como soñamos, solos… Y así también nos vamos haciendo, poco a poco, porque la soledad es la gran talladora del espíritu. Tanta mala fama que tiene la soledad cuando lo único verdadero en este mundo es que quien conoce el arte de vivir consigo mismo ignora el aburrimiento (aquí hago una pausa para que pueda comentar usted su frase preferida, cuánta verdad, consciente de que si no la dejo meter bocado perdería interés y se iría a mirar el TikTok). ¡La soledad no es estar solo, insisto, la soledad es estar vacío!
Entonces, como para ir redondeando esta dispersa sonata: lo esencial es invisible a los ojos. Por eso, hágame caso, no sea zanguanga y anímese ahora mismo, afile la vaina, desande lo andado si no está satisfecha; vaya al fin por lo que ama y deje que la mate.
Porque lo que no mata engorda,
el resto es silencio.
*Cualquier coincidencia con la realidad es mera, valga la redundancia, coincidencia.


te ha faltado el ser o no ser hombre, que esa es la cuestión. ….
Hola, Richard. Es que somos lo que hacemos con lo que han hecho de nosotros…