Retratar a una generación con problemas normales (y también pasajeros)

Una chica de veinticuatro años, sin novio, sin dinero y con estudios de Historia del Arte, no tiene más remedio que buscar a alguien con quien compartir su piso. Una azafata de vuelo se convertirá en su principal candidata. Una chica con sus particularidades. Se anuncian turbulencias.

En este making of Carlota Font Castelló cuenta cómo escribió Se alquila habitación (Suma).

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De lo que sí se acordaba en detalle era del pasado, de las cosas que había visto de niña, de los problemas a los que se había enfrentado de adolescente, de la vida que había llevado de adulta. Empecé a llevar conmigo una libreta cada vez que la visitaba, donde apuntaba los nombres, las relaciones entre parientes, las anécdotas y los recuerdos que veía que más la habían marcado. Sus historias me ayudaban a entender que mis problemas y preocupaciones eran normales, y también pasajeros. Pensaba: si ella ha conseguido superar todo esto, si ha podido vivir tantas cosas, yo también puedo.

Paralelamente, a mí la muerte de mi abuelo y la enfermedad de una amiga me habían hecho entender que el tiempo que tenemos es limitado y que lo mejor que podemos hacer es dedicarlo a lo que nos gusta. Con esto en mente, vacié mi cuenta de ahorros y me apunté a clases de escritura creativa. Allí surgieron algunas de las escenas y de los personajes que se han terminado transformando en Se alquila habitación, pero sobre todo me di cuenta de que había ciertos temas recurrentes en mi escritura con los que estaba (un poquito) obsesionada: la muerte, el duelo, hacerse viejo, hacerse adulto, la familia, la salud mental, la precariedad laboral, el alquiler, etc.

Lo mejor de la ficción es que es ordenada. Escribir me permitía jugar con posibles y a la vez crear personajes con arcos que tuvieran sentido y un final satisfactorio. También me permitía hablar de todos estos temas que me preocupaban (y me siguen preocupando) de manera amena. Para mí ese era el gran objetivo: escribir una historia de ficción que hablara de temas con fondo, pero a la vez hacerlo con un tono que permitiera al lector un rato de diversión al leerla.

Otro de los objetivos era que fuera una novela contemporánea, con personajes jóvenes y un lenguaje que les acompañara. Quería retratar a una generación que está creciendo sabiendo que no viviremos un tiempo de prosperidad y crecimiento, al menos no en nuestro futuro inmediato, pero que también está aceptando que más no siempre es mejor. Una generación que mira a los abuelos y se siente más reflejada que con sus padres, a pesar de todos los cambios.

Al final, la novela tiene un poco de todo esto: Abril, la protagonista, tiene veinticuatro años, vive en Barcelona y le acaba de dejar el novio. Sin él ya no se puede pagar el alquiler porque el sueldo en la galería de arte donde trabaja es precario, como es costumbre en el sector cultural. ¿La solución? Volver a casa de sus padres o buscar compañera de piso. Su abuela, de noventa años, también tiene que afrontar un cambio de alguna manera parecido: ha dejado el piso donde siempre había vivido y la han ingresado en una residencia para ancianos que está llena de eso, viejos. Suerte que se tienen la una a la otra.

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Autora: Carlota Font Castelló. Título: Se alquila habitación. Editorial: Suma. Venta: Todos tus libros.