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5 poemas de Alfonso Costafreda

5 poemas de Alfonso Costafreda

Poeta perteneciente a la Generación de los 50. Su exilio voluntario en Suiza tuvo un trágico final. A continuación, puedes leer 5 poemas de Alfonso Costafreda.

Todo lo que tememos

No sé de dónde vienen
tu risa, tu alegría,
en qué instante aprendiste
a mirar frente a frente
todo lo que tememos.
A mirarlo en los ojos
como si nada hubiera
que temer
y tu mirada
hubiese descubierto
entre tanto desorden
un principio de luz.

Como si tú estuvieras
al borde del misterio
y nada sorprendiera
tu fe
y nos hablaras
no de lo que estás viendo,
sino de lo que sientes
venir
y entiendes tan fácilmente…

Así entonces separas
del terror su envoltura
diaria
y tu mano
traza en la oscuridad
un camino seguro.

De noche en noche

De noche en noche más alto parecía
en la memoria ardiente el árbol de los sueños,
como si tú tuvieras de nuestra vida el fuego,
el poder de una hoguera.

Tantas y tantas veces
de este mundo irreal, prisionero y rehén,
con qué esperanza hoy veo el contorno vivísimo
del día, la realidad de un momento,
con qué avidez, con qué fervor distingo
la voz, la mano, el pecho.

Has crecido, raíz

Has crecido, raíz,
en el cuerpo, en las manos,
en mí como una parte
visible de mí mismo,
en el pecho febril como un sueño palpable.

Dejaban su guarida
de pronto esos temores
oscuros de la sangre,
mi vida, frente a frente, y el fulgor
de un sueño interminable.

Las pequeñas palabras

Decías tú palabras
íntimas, silenciosas.

Palabras que se dicen
del amor al amor,
de una boca a otra boca.

El poema secreto
para todos se hacía,
las pequeñas palabras
memorables, dichosas.

Las hazañas diarias,
ilusiones del día,
las más pequeñas cosas;
palabras compartidas,
útiles, generosas.

El poema secreto
para todos se hacía,
las pequeñas palabras
-otras no he de decir-
durarán como rocas.

El silencio

No puedo hablar; aunque quisiera
no puedo hablar con alegría.
¿Qué he de decir? Ni tan siquiera
presentar puedo una página limpia.
No puedo hablar, sólo tinieblas crecieran
sobre la hierba maldita.
He de callar, pero yo diera
mi vida.

 

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