En su primer poemario, Alberto Fadón canta la hidalguía, el amor y los libros. Poeta vitalista y veraniego, orgullosamente anacrónico, prefiere —al igual que el mayor de los Machado— un destello de sol y una risa oportuna antes que las languideces de la luna.
En Zenda ofrecemos cinco poemas de Príncipes y principios (La Isla de Siltolá), de Alberto Fadón.
***
CARICIAS DE GRAFITO
El futuro se guarda en el lenguaje.
Juan Antonio González Iglesias
En tus dedicatorias
y en todo lo que escribes y subrayas
sobre un libro cualquiera, cualquier tarde,
descubro la delicia y jerarquía
íntima de tu espíritu.
Tu genial repertorio de key words:
España muerte Dios y hasta mi nombre.
Y marcas y asteriscos con los cuales
en siglos venideros los bibliófilos
conocerán tu inclinación y estrella.
No por ser vanidad,
dejaré de insistir en que me quedo,
de entre tan ricas glosas,
con esos mudos pero irresistibles signos
trazados para mí.
Todavía mejor: para nosotros,
colando entre los márgenes,
–con un par de palabras, con alusión minúscula–
la sal de nuestros días.
Me gusta imaginar
que todo formará parte de un cuento
inspirador y dulce,
reordenado, como un cantar de gesta,
por el honrado afán de algún filólogo.
¿Y cómo lo titularán? Preguntas.
Por mí algo canoro y muy castizo:
Épica cotidiana de lecturas
de dos hidalgamente enamorados.
Yo sé que tu querrás algo más sobrio:
Caricias de grafito entre Carla y Alberto.
*
PRÍNCIPES Y PRINCIPIOS
Esa preferencia del pálpito al cálculo significa en el caballero
simplemente la fe inquebrantable en sí mismo y en su
destino personal.
Manuel García Morente
Un poco más de pálpito que cálculo
–como según Morente el caballero–
me hizo cambiar los mundos de Carnero
por este humor y vocación de oráculo
contra la clerecía cultural
y a favor de la vida y del verano.
¿Estética y moral? Pues lo cercano
y luminoso, poco más. Rural
no lo he sido. La aldea no festejo
ni la corte desprecio. Ya no callo
mis juicios por tibieza y entre ripios
con una amarga confesión os dejo:
hubiera preferido ser vasallo
de príncipes mejor que de principios.
*
YO ES QUE SOY MÁS DE JOHN FORD
Me hablaban de películas extrañas
con la solemnidad y el embeleso
de un orador del siglo XVII
glosando a San Jerónimo
en elíptica prosa gongorina.
El director refleja un no-lugar
donde todo acontece y los afectos
se (re)piensan en cada fotograma.
Al parecer no era
–como yo en mi candor hubiera dicho–
ni tortura ni olímpico coñazo.
Su ritmo es una crítica implacable
al ethos liberal de la eficiencia
que nos quiere cansadas y alienadas.
Yo, clásico y castizo, carecía
de una papila gustativa acorde
a tantos filosóficos manjares.
Al final, agotado yo también
de las conversaciones imposibles
con que nos martiriza
la postmodernidad desfalleciente,
les respondí, lacónico y seguro:
La verdad…
Yo es que soy más de John Ford.
*
VARIACIÓN FLORAL SOBRE UNA LETRA DE
Juan Ramón
Ella me preguntaba de rosas ignoradas
y yo le respondía de rosas imposibles.
*
CANTÁBRICO MORAL
En un puerto del norte marinero
andábamos tú y yo y el mes de julio,
mágicamente absortos por dos libros
de luminosa filigrana en prosa
–cara a cara el Belmonte de Nogales
y El obispo leproso de Miró.
De nuevo defendíamos,
con ocio atento, con silencio dulce,
lo mejor de Occidente.
Un verano de locus amenísimo
sin colas ni sudores ni alemanes.
La brisa como un beso salobreño
de un diosecillo-viento mofletudo
huido de algún atlas
con voluntad de estilo.
El olor de los chigres, las gaviotas
cuyo graznido parecía entonces
–casi un cuento moral de Éric Rohmer–
una florida parla de poeta
agradeciendo al cielo por sus dones:
Gracias, Gijón, la mar está encendida.
***
Alberto Fadón Duarte nació en Salamanca en el año 1997. Ha cursado estudios de Literatura General y Comparada en la Universidad Complutense de Madrid y, en la actualidad, está a punto de finalizar un doctorado en Literatura Española en la misma institución. Sus investigaciones filológicas versan, esencialmente, sobre poesía española del Barroco. Príncipes y principios, finalista del Premio Adonáis 2024, es su primer poemario.
—————
Autor: Alberto Fadón. Título: Príncipes y principios. Editorial: La Isla de Siltolá. Venta: Todostuslibros.



La verdad es que no le auguro a este señor un gran futuro como sonetista.
Nada sería lo bello que es sin John Ford