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5 poemas de Ioana Gruia

5 poemas de Ioana Gruia

Dice Ángeles Mora en el prólogo que Ioana Gruia “escribe desde el cuerpo para llegar al cuerpo del poema, desde la extrañeza, desde la extrañeza que lleva dentro, la que intenta poner luz en la vida y la escritura, los dos territorios donde encontramos la poesía y la poesía nos encuentra”.

En Zenda reproducimos cinco poemas de Una secreta lámpara nocturna: Antología poética (Averso), de Ioana Gruia.

***

 

Conjuro

 

Todo lo que no hiciste te obsesiona.

Mucho de lo que obraste te atormenta.

No te obsequia el olvido con su lenta

manera de borrar, no te ilusiona

saber que todavía te reserva

algo la incierta trama de los días:

asombros, cuerpos, sueños, rebeldías.

Pero no llegará jamás Minerva

a tu mente cansada si no puedes

en el remordimiento hallar la paz

y resistir a la sombra falaz

que con ficticio ayer teje sus redes.

Todo lo que no fue se irá perdiendo

y sólo importa ya seguir viviendo.

 

(De El sol en la fruta, Renacimiento, 2011, premio Andalucía Joven)

 

*

 

Summertime en el Pont des Arts

Cuando sueño que voy a la deriva,

el saxo me rescata allá en el Pont des Arts.

 

Igual que esos candados de amor que hay en el puente,

tiran de mí los miedos hacia abajo.

 

Alguien toca despacio Summertime,

lo oigo desde el fondo de mi sueño.

Es verano otra vez y tú caminas

a mi encuentro en el Pont des Arts.

Enroscado y caliente,

como un aire de jazz,

el deseo me asalta,

me arquea por encima de los miedos.

 

Nadie escapa a sus sueños,

tampoco a sus canciones.

 

(De Carrusel, premio Emilio Alarcos, Visor, 2016)

 

*

 

El baile de Natasha

 

Natasha bailó con tanta perfección que Anisia Fiodorovna,

que le había dado el pañuelo necesario para la danza contempló con los

ojos llenos de lágrimas […] a esa muchacha […] que sabía comprender

todo lo que había en ella.

León Tolstoi, Guerra y paz

 

Portrait de la jeune fille en feu

Céline Sciamma

No sé por qué te quiero,

será que tengo alma de bolero.

Víctor Manuel

 

Baila, Natasha, baila

que tuyo es el placer, tuyo es el fuego

que de la hoguera sube a tus entrañas.

 

Baila, Natasha, baila en esa estepa,

baila para que nunca pare el fuego,

que tu placer no sea condenado.

 

Baila, Natasha, baila, no te sientas

jamás avergonzada de tu impulso,

baila descalza en bosques y en tu cama.

 

Baila, Natasha, por la navegante,

por este cuarto propio que habitamos,

por la felicidad de la escritura.

 

Baila, Natasha, pisa aquellas uvas

que la vida te ofrece a manos llenas

en la larga vendimia del deseo.

 

Baila, Natasha, por ese difícil

arte de ser amada con locura

y a la vez con bondad y con respeto.

 

Baila, Natasha, no sueltes el fuego,

tampoco la templanza de la mente,

su brújula que indica el claroscuro.

 

Baila, Natasha, baila,

con la sensualidad de tu cordura,

con las manos que sepan recorrerte.

 

Baila, Natasha, asume

que cierta historia lleva a tu derrota,

que habrá tal vez que reinventarse el baile.

 

Baila, Natasha, pinta con tu cuerpo,

con tus gestos que anhelan otra historia

ese retrato de mujer en llamas.

 

Baila, Natasha, muerde la manzana

que es conocimiento y alegría,

la manzana de las noches solares.

 

Baila, Natasha, con tu inteligencia,

con el caballo que corre en tu cuerpo,

con lo que sabes que nunca defrauda.

 

Baila, Natasha, baila y atesora

la pulpa de la fruta entre los dientes,

el grito de alegría en las entrañas.

 

 

 

Baila, Natasha, para que yo pueda

escribir la bondad que hay en tu danza,

la salvación que ofrece tu deseo.

 

Baila, Natasha, baila por nosotras,

feministas con alma de bolero

y con amores de novela rusa.

 

(De La luz que enciende el cuerpo, Visor, 2021, premio Hermanos Argensola)

 

*

 

Todas las cosas de las que no hablamos

 

Todas las cosas de las que no hablamos

con los padres, los hijos, los amores,

se mueven en el aire:

halos de luz intermitente, sombras

que llevan siempre algún peso secreto.

 

Cómo pesan las cosas que no hablamos,

cómo nos tiran hacia abajo, cómo

nos rompen de a poquito, nos rellenan

el cuerpo y la mirada de penumbra.

 

Y duelen sordamente

las cosas que no hablamos,

las cosas que nos cuesta ver de cerca

y que vemos con los ojos cerrados,

opacas y a la vez tan transparentes.

 

Y damos vueltas a su alrededor,

sin atrevernos a llamar a puertas

para siempre entornadas.

 

A las puertas de aquel cuarto en penumbra

que nos da miedo ver,

que podría cegarnos con su luz.

 

Es el cuarto inasible,

la oculta habitación del corazón,

apenas entrevista algunas veces,

que podría salvarnos

pero que hace crecer,

crecer en apenado torbellino

las cosas que caminan

por el hilo de la conversación

como funambulistas temerarios

que sin embargo nunca saltarán,

que no miran la red sino el vacío.

 

 

(De La luz que enciende el cuerpo, Visor, 2021, premio Hermanos Argensola)

 

*

Columpio

 

Tu espalda frágil, tu pequeña nuca,

tus manos agarradas al columpio,

los destellos de luz entre tu pelo.

 

Soy tan feliz de ser tu madre, hija,

feliz de darte impulso y de esperar

que vuelvas hacia mí y que te alejes,

que conozcas el vértigo benigno

del puro despegar, del puro vuelo.

 

Y, sin que tú lo sepas, me columpio

yo también, a la vez adulta y niña,

las manos agarradas a las tuyas,

a tu espalda, tu nuca y tu cabello.

 

Aleja tú mi vértigo de sombras,

sé tú la que me impulse en el columpio,

la que vigile que no me haga daño.

 

Soy tan feliz de ser tu madre-hija,

tan feliz de saber que me proteges.

 

(De La luz que enciende el cuerpo, Visor, 2021, premio Hermanos Argensola)

 

*

 

Ioana Gruia es autora de La luz que enciende el cuerpo (Visor, 2021, premio Hermanos Argensola, elegido por El Cultural como uno de los mejores diez libros de poemas en español de 2021), Carrusel (Visor, 2016, premio Emilio Alarcos) y El sol en la fruta (Renacimiento, 2011, premio Andalucía Joven). También ha publicado las novelas El expediente Albertina (Edhasa, 2016, premio Tiflos) y La vendedora de tiempo (Espuela de Plata, 2013), el libro de cuentos Las mujeres de Hopper (Tres Hermanas, 2022), La mujer de rojo: Escenas de una película imaginaria (Sonámbulos, 2023) y los ensayos Tocar la piel del tiempo: La poesía de Luis García Montero (Renacimiento, 2022), La literatura comparada, una disciplina hospitalaria (Universidad de Salamanca, 2021), La cicatriz en la literatura europea (Renacimiento, 2015) y Eliot y la escritura del tiempo en la poesía española contemporánea (Visor, 2009). Enseña literatura comparada en la Universidad de Granada.

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Autora: Ioana Gruia. Título: Una secreta lámpara nocturna: Antología poética. Editorial: Averso. Venta: Todos tus libros

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