Foto: Timo Berger.
Sergio Raimondi es un poeta y ensayista nacido en Bahía Blanca, Argentina, en 1968. Docente en la Universidad Nacional del Sur. Ha publicado Poesía civil (Vox, 2001) y un adelanto de Para un diccionario crítico de la lengua (Berenberg, Berlín 2012). Obtuvo las becas Guggenheim (2007) y Berliner Künstlerprogramm DAAD (2018). Sus obras han sido traducidas al portugués, el inglés, el francés, el chino, el neerlandés y el alemán. En Alemania existen dos ediciones bilingües de Poesía civil, ambas traducidas por Timo Berger bajo el título Zivilpoesie (WVB, Berlín,2005 y Reinecke Voß Berlín, 2017). Recientemente se editó Problemas de escribir una oda al océano Pacífico / Probleme beim Schreiben einer Ode an den Pazifischen Ozean (Wallstein, Berlin 2019), discurso de apertura del Festival de Poesía de Berlín. También es autor de Catulito (Vox, 1999 y 2017), volumen que reúne sus versiones del poeta latino Catulo. Ha sido invitado a la primera edición de Latinale en 2006 y Latinale 12 en 2018. Fue director del Museo del Puerto de Ingeniero White (2003-2011) y secretario de Cultura de la ciudad de Bahía Blanca (2011-2014). Veinte años después de Poesía civil, Raimondi publicó Lexikón (2022) en la editorial Mansalva. En nuestro país, Ediciones Liliputienses publicó Poesía civil en 2016.
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El poeta menor ante el nacimiento de su hijo
Luego de hallar, tras días de búsqueda, el lápiz
en la cabina del camioncito de los bomberos,
y de comprobar la independencia de juicio
del heredero, que rompe las páginas predilectas
e intactas deja las indiferentes, el poeta menor
decide dialogar con su mujer sobre un tema clave:
la organización espacial y temporal de su labor,
en la casa, luego del nacimiento del hijo.
A lo largo de la conversación se tocan varios temas:
compra de comestibles y artículos de limpieza,
pago de impuestos, turnos para el cuidado,
diversión, alimentación e higiene del niño,
ausencia de cuidado, diversión, alimentación
e higiene de la pareja, necesidad de registrar
sus primeros pasos, frecuencia de uso del
–vulgarmente denominado– chupete,
amables formas de imponer distancia a los abuelos.
Cuando una mutua mudez evidencia el final,
el poeta menor comprueba que su inquietud
ha sido desplazada en vista de otras urgencias.
Esa noche, como un inspirado romántico
que aprovechase el silencio de los mortales
para dejar fluir el carácter alado de sus versos,
canta durante horas una canción de cuna.
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Para hacer una torta sin leche
La cocción tendrá que ver con el tipo de horno,
como todo: se recomienda un fuego mínimo, lento
de entre cuarenta y cuarenta y cinco minutos,
pero cada cocina, como cada molde, es particular
y es inútil establecer una medida exacta para todos.
Yo digo: una taza de té con leche de aceite de maíz
(no mezcla), una y media (casi dos) de azúcar, bol
y batir, batir: ladeado el recipiente y paleta el brazo
o la máquina en su punto máximo. Ah, dos huevos
además, y bien batido todo hasta espesar la mezcla.
Entonces se agregan dos tazas de agua hirviendo.
Se levantará una espuma. Se deja reposar un rato.
Mientras, se mezclan aparte tres tazas de harina
(pasada antes por el cernidor) con una cucharada
de Royal y otra de bicarbonato (puede ser menos,
más, se ve). Sumar todo y batir. Muy suavemente:
hay que lograr que la masa pierda consistencia.
El resto se sabe: enmantecar el molde, enharinarlo
y horno. Titi Trujillo le echa un chorrito de vino
oporto. Titina Lancioni a veces licor de café o esencia
de vainilla. Otros le ponen trozos de manzana,
pasas de uva, chocolate o ciruela. Eso va en gustos,
en las ganas de inventar, en lo que se tenga a mano.
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Sileno en la estación de ferrocarril
Acostado de lado, con un codo incómodo
apoyado en el cemento y la cabeza
tirada hacia atrás, duerme. Rodillas dobladas,
pies contra el culo, al aire la panza enorme,
boca abierta al cielo, chata nariz.
Esto es obra de dos o tres tetra-brik.
Si fuera de mármol estaría expuesto
en un museo de Roma, Londres o París
como ejemplo de arte helenístico.
Y no le molestarían las moscas.
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Paisaje de Induclor con uno o dos operarios
Ánodo arriba, abajo cátodo y en el medio
la capa de tres milímetros de mercurio
que gira y gira y gira y gira y gira
luego de abrir las válvulas de la salmuera
y de inyectarle la electricidad que gasta
media ciudad en cualquiera de sus días:
por un lado el cloro, por otro el hidrógeno,
por otro, al fin, la soda cáustica al cien.
Ahora el operario limpia el sistema
con ácido, una escobilla de acero
y el cuidado de no dejar actuar
gérmenes que desplieguen el óxido.
No se le ve la cara. Lo que se le ve
es una máscara con carbón activado
que filtra los vapores del metal.
Tampoco al otro se le ve la cara, se le ve
una máscara igual, pero su cuerpo
es más voluminoso y los zapatos difieren.
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ЛК-110Я
Más allá de las alarmas por el futuro del futuro
las temperaturas en aumento en el círculo ártico
que adelgazan día a día témpanos y banquisas
no constituyen necesariamente una mala noticia:
los recursos hidrocarburíferos todavía intocados
y amplísimos se vuelven cada vez más asequibles
y las capas rígidas que cubren hasta el horizonte
se debilitan y favorecen el auge de las disputas
por territorios aún en litigio y hasta escándalos
como el de establecer una bandera rusa de titanio
en el fondo mismo de las profundidades marinas
inútil en términos legales pero eficaz para mostrar
una larga historia nacional de inventar estrategias
para embestir sobre el frío literal y metafórico
manifestada ahora en la potencia del rompehielos
que con su casco doble reforzado por una aleación
de cromo níquel molibdeno y vanadio, alto se alza
desde la fuerza de sus dos reactores nucleares
que mueven tres motores de propulsión eléctrica
que hacen girar a su vez a gran velocidad las hélices
para cumplir nominalista la promesa de su nombre
sobre la mayormente congelada superficie blanca
de la Ruta Marítima del Norte y una estela trazar
con estruendo de hielos rotos limpiando el paso
a fin de que petroleros y gaseros librados del ritmo
en apariencia inevitable de la naturaleza transporten
desde las novísimas plataformas de extracción
ubicadas offshore en el inclemente mar de Kara
sin que importe demasiado el grupo internacional
de activistas preocupados por el repentino derrame
capaz de destruir el hábitat del oso polar la energía
a los puertos de las naciones asiáticas de avanzada.
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Dibistan
No importa lo que se pueda escribir
sobre las murallas romanas de Sur.
Importaría si está escrito en zazaki.
No es lo mismo decir oil que petrolê
porque sólo la última palabra designa
la propiedad del subsuelo tectónico
todavía sin reconocimiento legal.
A propósito, ¿qué cantidad de barriles
hacen falta para fundar un Estado?
Aquel no es el edificio de un instituto
para aprender de a poco una lengua.
Es célula de una estructura terrorista.
Para que no se amplíe con cada sílaba
la sociedad dispersa del gran Kurdistán
el ejército turco secuestra diccionarios
láminas, pizarrón. Cualquier alumno
es en definitiva un militante futuro
capturado en pleno entrenamiento.
Entre defender la ciudad de Kobane
y defender la persistencia del dialecto
no hay tal vez demasiada diferencia.
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Granadero Baigorria
Si bien su vértigo para de repente quebrar la cintura
en el lateral y pasar de llevarla en la diestra a la izquierda
cruzar rápido en diagonal y rematar de una a un ángulo
incierto para el arquero demuestra que la escala local
ya no es más la medida excluyente al ser observado
con un relato escandido en mil lenguas y en simultáneo
en millones de pantallas en cualquier zona horaria
(confróntese además el logo de la aerolínea qatarí
en el sitio cordial de la casaca), también cabe advertir
que tras disipar el gesto rígido de concentración y sonreír
abrazándose con sus compañeros procedentes a su vez
de países diversos mientras desde la tribuna y cada casa
se corea su apellido alzando la voz en la e bajándola en la i
en un rapto de frenesí antropológicamente permitido
vuelve al centro del campo, al inicio de todo, la mirada
y los dedos índices dirigidos hacia una altura que cámara
ninguna es capaz de alcanzar dedicándoselo a la abuela
que de chico lo llevaba de la mano a la cancha del barrio.


Apenas para la casa solitario