Tras cinco años de silencio, Ana Pérez Cañamares regresa a las librerías con un poemario que es una celebración de la caída y del asombro que alberga cada hoja de otoño. En otras palabras, este libro es un viaje que nos incita a hacer balance sobre el bosque interior de lo vivido.
En Zenda reproducimos cinco poemas de Seronda (La Garúa), de Ana Pérez Cañamares.
***
Cómo suena la lluvia
al soltarse de la nube
cuán largo es el minuto en la piedra
cómo transcurre el domingo
bajo el manto del musgo
qué síntoma de la muerte
sacude al estornino
quién dice yo dentro de la manzana
qué pensarán los pulpos
de la melancolía
de cuántas formas se vestirá el ser
antes de mudar en desnuda nada.
***
tomamos nota de libros que no existen
Enrique FalcónLa vida de la mujer es una no-historia.
Arriaga FlórezPara Belén G. N.
¿Ves aquellas montañas que nos miran?
son los libros pateados en saqueos
por mordiscos de lava consumidos
los que arrasó el gusano para ser mariposa
los lanzados al fuego por mentes
podridas de alimañas
los libros que los peces picotearon
escupidos a playas tras naufragios
los que dieron calor a la ciudad bajo asedio
y engordaron las piras para herejes
pero mira aún más lejos, allá a lo alto
todas esas nubes son palabras
que nunca llegaron a escribirse
crecieron en la frente de los enmudecidos:
esclavos, parias, pobres sin lápiz
y mujeres, mujeres, todas las mujeres
que bordaban sus labios con agujas
que removían vacíos con cucharas
vidas sin testigos, las no-historias
en las fosas comunes del etcétera
sobre qué escribiríais si hubierais escrito
de qué daríais fe, hacia qué lado
inclinaríais la batalla y la parábola
sabed esto: la última palabra aún no está dicha.
***
Cuando ames las arrugas del vecino
la vecina contigo adore al roble
y sus hijos acampen en tu umbral
charlareis de gatos y de bulbos
de ingredientes que ya no son secretos
y de abuelas perdidas en la bruma
os sabréis tan hondo y de memoria
que brotarán en la noche los gestos
como rápidas flores de película
no habrá lugar para el puñal ni el pánico
cuando el cielo os cubra como seda
cuando la tierra reciba las rodillas
el bosque dirá acércate al temblor
mientras las vacas se apartan
la mosca de la muerte
abraza mi vaho mugirá el tren
porque temes lo que te sobrevive
pero nada dura más allá de su relato
miedo, cromo que intercambias
articulación que crea caricia
escarapela que colorea la derrota
miedo, perro, eslabón, músculo
apestado espejo de frágiles porcelanas
pegamento posible de lo humano
cuando puedas invocar al vecino en su nombre
sentaros los dos a la humilde cena
para qué entonces verjas y cerrojos
en qué casa abierta moriréis juntos.
***
Nunca le preguntes el camino a quien ya lo conoce:
corres el riesgo de no perderte.Najman de Breslev
Si hay continentes en el charco helado
si el liquen es la selva en miniatura
si el gato juega como un travieso Buda
si imparte el cuervo lecciones de física
si también por las vistas se elige el lugar del nido
si en los brazos del aire sestean los vencejos
si ilumina la luna los pasillos del bosque
si al elefante muerto le hacen un velatorio
(si hay saber y empatía
más allá del lenguaje
gozo, deleite, placer
de la mano de lo útil):
aquel que piensa que lo sabe todo
mejor dé media vuelta
y se enfrente a su sombra.
***
Oh, will wonders ever cease
Sufjan Stevensla cançó canta en cada bri de cosa
Joan Salvat Papasseit
En la espiral de la belleza giras
hipnotizada por la magia gratuita
como si fuera lápiz y tú tonta
como si vivierais en Hamelin
y ella fuera una flauta, tú inocente
como si la paloma
que extrae de su sombrero
fuese tu mejor yo
te secuestra y te droga los sentidos:
el corazón se asoma por los ojos
la piel se vuelve entraña
todo lo ves
a través de la punta de la lengua
después del arrebato de la lluvia
destellan en las manos de los árboles
joyas libres de todas las subastas
los pájaros silban la noticia:
triunfó en el cielo la revolución
a Dios lo sustituye
una asamblea de alas
proclama que todo es digno
lascivo y respetable
cabaret y liturgia
y tú eres la mascota de lo bello
lo sigues como dócil predador
como volcán helado que de frío tirita
como perro que receta
el síndrome de Estocolmo
sin su rastro tus piernas son estacas
en su batida escapas de lo inerte
aunque siempre la alcanzas con retraso
como los niños cuando desafinan
el final de la estrofa en la canción
solo ella desentierra tus raíces
con el aire despeinado
de una onda expansiva
en los cascotes de su cataclismo
eres el muerto
que vive
de milagro.
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Autora: Ana Pérez Cañamares. Título: Seronda. Editorial: La Garúa. Venta: Todos tus libros.
BIO
Ana Pérez Cañamares ha publicado los poemarios La alambrada de mi boca (Baile del Sol), Alfabeto de cicatrices (Baile del Sol), Entre paréntesis (La Baragaña), Las sumas y los restos (Ya lo dijo Casimiro Parker; Premio Blas de Otero – Villa de Bilbao 2012; Finalista del Premio Mandarache 2021), Economía de guerra (Ya lo dijo Casimiro Parker), De regreso a nosotros (Ya lo dijo Casimiro Parker), El espejo discreto (Pre-Textos; premio Vicente Núñez – Diputación de Córdoba 2016), Querida hija imperfecta (Ya lo dijo Casimiro Parker), La senda del cimarrón (Ya lo dijo Casimiro Parker) y la antología Fricción (Bartleby); las plaquettes A vista de ave (colección Poético y Peatonal), Lo mejor de mí es el mundo que no veo (Las hojas del Baobab) y Será ser mujer (Ediciones del 4 de agosto); el libro de aforismos Ley de conservación del momento (Isla de Siltolá) y el libro de relatos En días idénticos a nubes (Baile del Sol). En 2022, aparecieron Los sietes pareceres (aforismos), en Baile del Sol, y el libro de narrativa de no ficción La mujer imposible, en La Moderna editorial, sus últimas obras publicadas hasta la fecha.


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