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Babas de gato y gateos de bebé

Babas de gato y gateos de bebé

Ángelo Néstore ha roto aguas en la narrativa con Leche cruda. Se trata de un parto al que han asistido un cabrero, una madre y un gato. Elige tu piel y disponte a mudar el pelaje, porque esta obra no es estática, ni rígida, ni binaria.

La poesía de Ángelo Néstore adopta forma de narrativa en su primera novela, Leche cruda, situada en Lecce, un pequeño pueblo de Italia, por lo que no extraña que el propio título juegue con una homofonía sobre el escenario de la historia.

El plano sonoro de la obra es una capa más del relieve de Lecce. Tanto, que se recomienda comenzar el libro por el final y escanear la lista de canciones que serán la atmósfera de este. Se trata de clásicos italianos de los años 90, en los que Mia Martini y Luciano Pavarotti son solo algunas de las musas que dividen las partes del libro.

"Néstore viene de la traducción y empapa de etimología, raíces y dialectos la narración, pero también demuestra que el lenguaje no es solo la literalidad y la oralidad, sino también los cuidados y los afectos"

Pero antes de empezar a leer, tienes que involucrarte un poco más. Dirígete a la página 145 y arráncala. Que no te dé miedo lo performático. Confía en lo desconocido. Y es que la extranjería es uno de los lomos que Ángelo acaricia para hablar de Mia, una joven que vuelve a la casa de su madre en Italia, quien padece una enfermedad neurodegenerativa. La madre solo canta, ya no habla, y convive con una gata llamada Cavalli.

El cuestionamiento principal de Leche cruda es descubrir si es posible “amar fuera de un lenguaje común”. Néstore viene de la traducción y empapa de etimología, raíces y dialectos la narración, pero también demuestra que el lenguaje no es solo la literalidad y la oralidad, sino también los cuidados y los afectos. Y los humanos no son los únicos en demostrarlo.

Ángelo plantea un proceso reflexivo imprevisible en el que mantiene preguntas sobre la demencia y la barrera idiomática, que puede provocar incomodidad al lector que pretenda encontrar una historia masticada desde el inicio. En Leche cruda vas a traducir, pinchar e irrumpir en otro hogar. Vas a ser extranjero de una historia que de primeras no te pertenece, pero que es tan universal como el amor de una madre. Y si se te hace bola, debes amasar sin imponer tu forma de entender el mundo. Debes mover las manos al ritmo de Italo Disco.

"Se puede adoptar un gato igual que se adopta a una hija. Se puede adoptar una lengua igual que se adopta, por imposición, un cuerpo que no es el tuyo"

Leche cruda es pura diversión retorcida, y componer las imágenes que Ángelo narra es toda una creación curiosa. El no binarismo atraviesa a los personajes y a sus emociones, y la mente se entretiene al quedarse en blanco como un vaso de leche.

Para Ángelo, la literatura es jugar, y se podría decir que Leche cruda es su “bambola”. La relación con una madre, el desarrollo de la enfermedad y la lucha por ocupar un sitio de privilegio ante los seres queridos exponen una parte humana desesperada, arrastrada y necesitada.

Se puede adoptar un gato igual que se adopta a una hija. Se puede adoptar una lengua igual que se adopta, por imposición, un cuerpo que no es el tuyo. ¿Olvidar una lengua materna pesa más que una madre que se ha olvidado de ti? ¿Acaso una madre sigue siendo madre si ya no sabe cuidarte? El peso taladra como el ronroneo de un gato subido en el pecho. Y el agujero que se crea depende de cuánto estés dispuesto a gatear.

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Autor: Ángelo Néstore. Título: Leche cruda. Editorial: Reservoir Books. Venta: Todos tus libros.

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