Inicio > Poesía > Cinco poemas (y poetas) de ‘Con un traje de luna’

Cinco poemas (y poetas) de ‘Con un traje de luna’

Cinco poemas (y poetas) de ‘Con un traje de luna’

Con un traje de luna, de Pepa Merlo, nace de la necesidad de ampliar la antología Peces en la tierra. Antología de mujeres poetas en torno a la Generación del 27, que la Fundación José Manuel Lara publicó en el año 2010 en esta misma colección de poesía Vandalia. El criterio seguido en aquella antología abarcaba poemarios publicados hasta 1936, año en el que la guerra incivil española acababa con todo, incluido con los movimientos estéticos de ese periodo.

La autora y editora de este libro recoge para Zenda una muestra de cinco de las 29 autoras de la antología.

***

Breve muestra poética

Pues que podemos escoger asilo
entre estas hojas y a ninguno agravio,
quiero elegir la vecindad de un sabio.

CAROLINA CORONADO

Elegir cinco autoras, cinco poemas, es excluir a las veintinueve restantes. Difícil selección, difícil elección. Un compendio de lo ya seleccionado en donde lo más interesante sea pintar un panorama poético lo más variado posible, donde haya una muestra dispar de los distintas estéticas poéticas y donde los nombres de las poetas vayan desde las más conocidas hasta las más desconocidas, desde una poesía ultraísta, a una poesía vanguardista, a una poesía social o a una poesía más tradicional o conservadora. Una pequeña selección ejemplo del contenido de Con un traje de luna. Diálogo de voces femeninas de la primera mitad del siglo XX (Fundación José Manuel Lara. Vandalia. 2022), con representación de todo tipo de voces poéticas, de las diferentes estéticas. Entre sus páginas resuenan aquellas voces silenciadas hasta el siglo XXI, las vivencias que forjaron las biografías de unas mujeres que pasaron por la vida lo mismo que lo podrían haber hecho como protagonistas de las páginas de novelas de acción, de amor, de drama, de terror… protagonistas de historias con un final muy lejos de un happy end deseado, y que, a pesar de todo y de todos, crearon, publicaron y reivindicaron su derecho a un lugar en la sociedad.

Vaya aquí una breve muestra de versos dispares y próximos a nosotros, a nosotras, a este nuevo tiempo que las reclama.

***

LUCÍA SÁNCHEZ SAORNIL

(1895-1970)

 

PAISAJE DE ARRABAL.

ANOCHECER DE DOMINGO

¿Quién aprisionó el paisaje
entre rieles de cemento?

Bocas hediondas ametrallan la noche
Los hombres que tornan del domingo
con mujeres marchitas colgadas de los brazos
y un paisaje giróvago
en la cabeza
vendrán soñando en un salto prodigioso
para que el río acune su sueño

Un grito mecánico entra en el puente
De pronto alguien
ha volcado sobre nosotros su mirada
desde la curva de la carretera
Pasó
Sus ojos van levantando
los paisajes que duermen.
Ahora la luna ha caído a mis pies

HIMNO DE MUJERES LIBRES [1]

Puño en alto mujeres de Iberia,
hacia horizontes preñados de luz
por rutas ardientes,
los pies en la tierra,
la frente en lo azul.

Afirmando promesas de vida
desafiemos la tradición;
moldeemos la arcilla caliente
de un mundo nacido
del dolor.

Que el pasado se hunda en la nada
¡Qué nos importa el ayer!
Queremos escribir de nuevo
la palabra mujer.

Adelante, mujeres del mundo,
con el puño elevado al azul.
Por rutas ardientes,
¡Adelante,
de cara a la luz!

——————

[1] Valencia, agosto de 1937

***

CONCHA MÉNDEZ

(1898-1986)

Mª Luisa Muñoz de Buendía

CANCIÓN

La lluvia cantaba
sobre mi paraguas.

PAISAJE

(LONDRES)

Al Marqués de Merry del Val,
Embajador.

NOCHE.

Una sombra sonámbula.
Otra sombra sonámbula.
Voces sonámbulas.
El silencio sonámbulo.
Luces de escarcha en su mejor sueño.

A Picadilly Circus por Hyde Park
Me voy viendo
proyectada en todas las sombras:

Mi corazón, de niebla.
Mis brazos, de niebla.
Mis ojos, de niebla.
Mis pisadas, de niebla.

¡Silencio!
Esta noche ha debido dormirse
el corazón del mundo.

(Londres)

***

ROSA CHACEL

(1898-1994)

Tú que fuiste sirena y golondrina,
tú que escondiste cielos en tu alcoba,
tú que oíste la música que roba
su sueño al pez y la borrasca empina.

Sal de esa oscura gruta, mortecina
como caverna de medrosa loba,
y al sol embalsamado que te arroba,
sembrado por tu mano, sé vecina.

Infiel a aquella risa y a aquel viento,
a las espumas que te acariciaran,
a la verde esperanza de las tardes.

Destapa el mányala de tu ardimiento
y aunque saurios de hiel te amenazaran,
de su diente tu seno nunca guardes.

***

ÁNGELA FIGUERA AYMERICH

(1902-1984)

REBELIÓN

Serán las madres las que digan: Basta
Esas mujeres que acarrean siglos
De laboreo dócil, de paciencia,
Igual que vacas mansas y seguras
Que tristemente alumbran y consienten
con un mugido largo y quejumbroso
El robo y sacrificio de su cría.

Serán las madres todas rehusando
Ceder sus vientres al trabajo inútil
De concebir tan sólo hacia la fosa.
De dar fruto a la vida cuando saben
Que no ha de madurar entre sus ramas.

No más parir abeles y caínes.
Ninguna querrá dar pasto sumiso
Al odio que supura incoercible
Desde los cuatro puntos cardinales.

Cuando el amor con su rotundo mando
Nos pone actividad en las entrañas
Y una secreta pleamar gozosa
Nos rompe la esbeltez de la cintura,
Sabemos y aceptamos para el hijo
Un áspero destino de herramientas,
Un péndulo de júbilo a la lágrima.
Que así la vida trenza sus caminos
En plenitud de días y de pasos
Hacia la muerte lícita y auténtica,
No al golpe anticipado de la ira.

¿Por qué lograr espigas que maduren
para una siega de ametralladoras?
¿Por qué llenar prisiones y cuarteles?
¿Por qué suministrar carne con nervios
al agrio espino de las alambradas,
bocas al hambre y ojos al espanto?

¿Es necesario continuar un mundo
En que la sangre más fragante y pura
No vale lo que un litro de petróleo,
y el oro pesa más que la belleza,
y un corazón, un pájaro, una rosa
no tienen la importancia del uranio?

***

MARUJA FALENA

(1905-¿?)

TARDE INFANTIL

Para Raimundo Gaspar Torrent

Sentado, ahora, en mis rodillas,
descansa el hombrecito;
y, entre el atardecer, dulces me miran
sus ojos limpios.

No se aleja de mí, no ansía
jugar, charla conmigo;
y busca entrar en mí, con pasión íntima
su alma de niño.

*

Apaga las luces, que vengo
con un tatuaje de estrellas en el alma.
No me conoces, no.
Apaga las luces,
que quiero arrancar con mi boca
tus ojos.
Así, entonces, hombre
entrarás en mí.
La sombra persigue a la sombra
en esta casa deshabitada.
El espejo, cómplice de mi desnudez,
calla.
El reloj sonámbulo
que midió nuestras horas
es una araña de doce patas, muerta.
Nada.
¿Quién sabe si esta casa es un barco
donde los muertos son grumetes?

—————————————

Edición: Pepa Merlo. Título: Con un traje de luna. Diálogo de voces femeninas de la primera mitad del siglo XX. Editorial: Fundación José Manuel Lara. Venta: Todos tus libros, Amazon, Fnac y Casa del Libro.

3.8/5 (18 Puntuaciones. Valora este artículo, por favor)
Notificar por email
Notificar de
guest

0 Comentarios
Feedbacks en línea
Ver todos los comentarios