La ópera prima de Lucía Solla Sobral tiene como protagonista a una chica que se empareja con un hombre veinte años mayor que ella y que, en consecuencia, empieza a llevar un tipo de vida que no le corresponde. Así pues, una novela sobre el significado de ser joven y sobre la importancia de conservar la identidad.
En este making of Lucía Solla Sobral explica los motivos que le llevaron a escribir Comerás flores (Libros del Asteroide).
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Voy a escribir una novela, dije, y Marina comenzó a subir las escaleras del portal de Jaime. Probaré con otra cosa, pensé, y Marina le contó a Jaime que estudió Periodismo. Venga, un poco más despacio, Marina, pero Marina fue a ver la colección de discos de Jaime, entró en su habitación y pasó la noche con él. Está bien, entonces voy a llevar a Marina al trabajo para que esté con otras personas, y Marina salió de la oficina y Jaime la estaba esperando en la puerta. Fijé la vista en el documento, qué raro, creía que esto de escribir consistía en poder elegir el tema de mi novela. Pero escribir debe ser eso, tener una idea que no se despega de ti y que tiene mucho que ver con lo que te importa, con lo que te interpela, con lo que te dolió. Además de aceptar que iba a escribir sobre una relación entre una chica de veinticinco años y un hombre de cuarenta y cinco, también acepté que quería escribir del maltrato psicológico, de la amistad y del duelo desde la honestidad. Marina no siempre hace las cosas que nos gustaría que hiciera porque Marina podríamos ser nosotras o nuestras amigas, y no es ningún secreto que no siempre nos comportamos como esperaríamos ni como nosotras mismas teorizamos cuando suponemos un pues si yo fuera ella… en círculos de confianza.
La honestidad incomoda, pero en cuanto accedí a esa forma de abarcar Comerás flores, solo pude disfrutar. Porque escribir también es vivir una especie de idilio entre tu novela y tú y tener ganas de estar a solas para poder releer, avanzar, descubrir nuevos rasgos de los protagonistas, pasar tiempo con ellos en un coche, en una habitación, en un festival. He olido los azulejos de la cocina en la que Marina preparaba sus garbanzos, he escuchado sus arcadas en el baño rosa, he podido acariciar la tripa de Frida con la mano de Marina. Qué bonito ha sido elegir las palabras, escribir una frase que funciona y sentir algo parecido a cuando recibimos un mensaje de la persona que nos gusta, pero en lugar de pensar me ha escrito, piensas ¡lo he escrito!
Como Marina, que se enamora con urgencia y no quiere mostrar ese amor al mundo para que no se agote, yo quise escribir con esa inmediatez del flechazo, pero me encontré con la vida. Me costó encontrar el tiempo entre las rutinas domésticas. ¿Quién puede dedicarse al amor con dedicación si siempre hay una lavadora pendiente, si siempre hay huellas en las ventanas o si la basura huele mal otra vez? Escribiendo también acepté que perdería esa idea que se cruzó mientras llenaba el cubo de agua o mientras volvía de la oficina cargando las bolsas de la compra. También he entendido que el mejor momento para escribir es el peor momento del día, cuando ya estoy cansada, cuando he cenado sobras recalentadas, cuando ya ha anochecido y tengo tantas ganas de volver a mi historia como de dormir, y me siento delante del ordenador y me veo en el reflejo de la pantalla con el pelo sucio y mala cara y pienso que quizá es mejor ir a la cama, que quién va a escribir bien con tanto cansancio, que si nadie sabe que escribes, o que lo que escribes acabará en las librerías, cómo le va a dar importancia a tu tiempo.
Pero al final escribí, y escribir también ha sido reescribir y borrar, porque lo importante no es Jaime ni si Marina sube o no a su casa, lo importante es cómo sube esas escaleras y cómo contar todo lo que sucederá después.
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Autora: Lucía Solla Sobral. Título: Comerás flores. Editorial: Libros del Asteroide. Venta: Todos tus libros.
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Empecé a leer su libro el martes al ir a trabajar y lo acabé el miércoles antes de irme a dormir. Porque este libro no puedes leerlo a trocitos, te engancha tanto que no puedes parar de leerlo. Me ha parecido absolutamente increíble, la forma de escribir es única y la historia que narra, necesaria. Porque Marina somos un poquito todas, porque Marina cuenta una historia que nos resuena, nos atraviesa y nos cura. Todo y a la vez. Gracias por esta novela, no puedo esperar a la siguiente.