Esta novela juvenil tiene como tema central algo tan cotidiano como puede ser el bullying. Un chico descubre que en su instituto hay un grupo de alumnos que se dedica a intimidar sistemáticamente a los más débiles. Una historia de intriga, superación personal y, también, amor.
En Zenda ofrecemos el primer capítulo de El círculo (Destino), de Roberto Santiago.
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1
El más tonto del mundo entero
Acabo de cumplir dieciséis años, estudio primero de Bachillerato en el instituto Ernest Hemingway, y tengo un secreto que no puedo contar.
Los de mi clase, mis profesores, mi tutor y todos los que me rodean dirían: «Venga ya, te lo estás inventando».
Tú dirías lo mismo: «Te lo estás inventando».
Da igual.
No puedo contarlo.
Por eso es un secreto.
En realidad, son dos secretos.
Ya hablaré de eso más adelante.
Todo empezó el día que llegué al Hemingway.
El curso había comenzado dos meses antes.
Era lunes a primera hora, poco antes de las ocho.
Se oía un ruido constante de fondo: «Zzzzzzzzzzzzzzzz».
Como un panal con cientos de abejas revoloteando.
Supongo que yo era el zángano.
El recién llegado.
El nuevo.
El novato.
Ah, me llamo Víctor Vargas, pero todos me llaman Uve.
No es lo más importante, pero conviene no olvidarlo. No voy a estar todo el tiempo repitiendo mi nombre.
Aquella mañana temprano, atravesé el patio arrastrando los pies.
No quería estar allí.
En realidad, no quería estar en ningún sitio.
Levanté la vista y lo primero que vi fue a Otero del revés.
Miguel Ángel García Otero.
Llevaba gafas enormes y jersey de lana con coderas.
Era un poco… especial.
Un friki, vamos.
Pero no friki en plan bien.
Friki en plan pringado.
No me gusta esa palabra: pringado.
Siento haberla usado.
Hay muchas cosas que siento y que ya no puedo borrar.
En aquel preciso instante…, Otero estaba colgado boca bajo.
En la ventana del aula.
Asomado al vacío.
Lo sujetaban entre varios compañeros de las piernas.
En el tercer piso.
Lo voy a repetir por si alguien no lo ha entendido.
Un chico de mi clase estaba colgado bocabajo en la ventana del tercer piso.
Se oían las risas y los gritos: «Otero, eres el más tonto del mundo entero».
Así empezó esta historia.
A partir de ese momento, todo fue a peor.
Todo lo que voy a contar aquí es verdad.
Podría inventarme muchas cosas para quedar mejor o para parecer más listo o valiente.
Pero la verdad es mucho más interesante que cualquier cosa que me pueda inventar.
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Autor: Roberto Santiago. Título: El círculo. Editorial: Destino. Venta: Todos tus libros.
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