El Heavy del Bigotón y los discos conceptuales

En plena explosión punk del 77, el Heavy del Bigotón presentaba su LP Jenízaro en un escenario que replicaba a escala Santa Sofía, y con un espectáculo que conjuntaba rock, danza sufí, exhibiciones de cimitarra y cetrería. Nada más alejado de la simplicidad de las bandas de coloridas crestas e imperdibles que proliferaban por entonces, pero no fue ese el único motivo del fracaso de la gira: pese a llenar todos los pabellones, los gastos eran tan enormes que resultó imposible recuperar la inversión. Para resarcirse y adaptarse a los nuevos tiempos se adhirió al movimiento punk, pero sin conocer en absoluto las claves del género: pese a su nuevo, colorido y finalmente efímero corte de pelo, La Punkatta, su ópera punk, fue un fiasco mucho mayor que el de su gira anterior; por lo que fuera, los fans de Sex Pistols, The Damned o The Clash no acabaron de aceptar a Luciano Pavarotti como Sid Vicious y a Montserrat Caballé en el papel de Nancy Spungen, por mucho que escupieran al público desde el escenario. Tras tres representaciones la compañía decidió dar por finiquitada la ópera, y esta ni siquiera llegó a quedar registrada en disco.