Entre la tragedia y la farsa

En ella, el autor nos presenta a Marcello, un treintañero que no ha abandonado el sentimiento adolescente pero que dista mucho de ser el Peter Pan que el lector puede anticipar en las primeras páginas. El joven sigue sin tener claro qué es lo que quiere hacer, pero sí sabe qué es lo que no, y es este punto el que lo lleva a concursar para lograr una beca doctoral con la tranquilidad de aquellos que saben de antemano que tiene las mismas opciones que apoyos: ninguno. Lo que sucede es que en la vida no hay nada seguro, ni siquiera para los perdedores, y Marcello obtiene la beca, para recogijo de un lector que observa el uso de vocablos más complicados y dudas existenciales sobre si aquellos que se la conceden saben también que el narrador no está preparado para lo que se le viene encima. Y ahí, en medio de esta maraña universitaria que empieza a desplegarse entre puyas y pulsos de poder, aparece el que será el tema de investigación para Marcello: la vida de Tito Sella. No es él quien lo elige, él pensaba más en David Foster Wallace o en ilustres lectores de El Quijote, pero el profesor Sacrosanti, haciendo honor a su apellido, explica al protagonista que es mejor quedarse en un autor italiano, algo más local en lo que hacerse especialista y que le asegure un buen puesto de trabajo en el extranjero una vez haya terminado, como ya han conseguido otros “idiotas”.

Comienza de este modo la parte inmersiva de la escritura de Ferrari: la narrativa gira mientras Marcello descubre que Sella fue un terrorista que acabó sus días en prisión en los años setenta dejando, además de su obra escrita, una autobiografía fantasma y un archivo que inicialmente el narrador se niega a visitar. Contra todo pronóstico, el estudiante que se niega a comenzar su vida adulta conoce al escritor terrorista y se identifica con él en lo personal; sus vidas se mezclan en una prosa irónica que no deja arista por tocar y que hace desear al lector que la existencia de Sella sea real, que Marcello descubra cada parche oscuro de su vida y que eso le siga impulsando para tomar un rumbo propio.

Se acabó el recreo es una novela profunda, de lectura a varias capas, que trata sobre aquellos que no tienen el destino en sus manos como vencedores y tampoco como vencidos. Aquellos a los que nadie mira, y que quizás por eso se reconocen entre ellos sin importar las décadas que los separan. Explora la vida universitaria dentro del crecimiento personal no buscado ni pedido, y lo hace con la ferocidad que solo se encuentra en el sarcasmo bien dirigido, que logra escapar de la ficción para corroer la realidad. Una novela maestra y un escritor a tener muy en cuenta.

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Autor: Dario Ferrari. Título: Se acabó el recreo. Traducción: Carlos Gumpert. Editorial: Libros del Asteroide. Venta: Todos tus libros.