Inicio > Blogs > Ajedrez y literatura > Eugenio Salomón Rugarcía: de Alekhine a Kasparov o cómo jugar a la ciega en el tablero de la vida  (III)

Eugenio Salomón Rugarcía: de Alekhine a Kasparov o cómo jugar a la ciega en el tablero de la vida  (III)

Eugenio Salomón Rugarcía:  de Alekhine a Kasparov o cómo jugar a la ciega en el tablero de la vida  (III)

­

Dicen que el arte, no sirve para nada;
que las plácidas veladas jugando al ajedrez,
la emoción, el triunfo y la tregua
a las preocupaciones, carecen de valor.
Y no obstante, si todos aquellos, cuyo fin
es  dañar al hombre, jugaran ajedrez,
aún  tendríamos en pie, ciudades,
que ahora, son polvo entre los muertos.

Lord Dunsay

­

Traslado a Madrid. Estudios de Medicina. Campeonato de Castilla. Encuentros con Fernández Rúa, Máximo López, Lupi, Torán, Vicente González, Clotas. Match España-Argentina 1946. Torneo Internacional de Gijón 1947. Partida para Cuba.

Una de las múltiples razones por las que Eugenio Salomón se siente orgulloso de haber realizado una larga y fructífera singladura vital que alcanza cerca de nueve décadas, es el atesorar una prodigiosa memoria que, sin lugar a dudas, es su herramienta más preciada a la hora de revivir hechos, recordar situaciones precisas o describir conversaciones, lugares o sentimientos por muy lejanos en el tiempo que puedan parecer. Cada charla con él es un cúmulo de estados vitales que no dejan indiferente al interlocutor, y le impelen a continuar indagando en esa existencia tan inquieta, tan viajera y a la vez tan enriquecedora. De ahí que con frecuencia le agrade repetir : “si hay algo valioso que conservamos y atesoramos son nuestros recuerdos. Toda la esencia de nuestra vida está en ellos. Dejar de recordar es una disminución de nuestra personalidad. De nuestra historia”.

Y, sin dilación alguna, retoma su relato que había interrumpido en aquel Gijón de la posguerra donde todas las cosas sucedían “en blanco y negro”.

“A finales de 1943 mi familia se traslada a Madrid, aunque todos los veranos seguíamos regresando a Gijón y a la escena ajedrecística, afirma Eugenio con cierto aire de complacencia. Y fue por esas fechas cuando gané en la Villa y Corte, el Torneo Provincial “La Granja” delante de Toledano, Alba, Orozco y Leicher mi gran amigo que por aquel entonces también vivía en Madrid. El resultado se volvió a repetir en abril del año siguiente al ganar el torneo de primera Categoría “La Isla” delante de Baonza, Prytz y el propio Leicher.

Como puede verse, reitera el maestro, mi “fiebre del ajedrez” iba “in crescendo” y al tiempo que concluía mis estudios en el Instituto Ramiro de Maeztu de Madrid, me preparaba para ingresar en la facultad de medicina y jugaba de continuo al ajedrez, bien practicando con mis amigos y compañeros o jugando torneos oficiales como el que se celebró en el mes de  marzo  de 1945 donde quedé segundo en las semifinales del Campeonato de Castilla detrás de Bove y delante de Pomar

Con su habitual sentido del humor que, afortunadamente, nunca le ha abandonado, a Eugenio le gusta hacer un simpático chascarrillo sobre sus inicios en la Facultad de Medicina de Madrid y la pasión de su vida, el ajedrez: “La verdad es que la atracción por el juego fue siempre mucho mayor que por convertirme en Galeno por eso solía decir cuando me preguntaban por lo que hacía en aquellos años que en Madrid jugaba a hacer Medicina mientras estudiaba ajedrez”. Carrera, añade, que sólo cursé  un año, 1946  ya que  en 1947 tuve que partir para Cuba y ahí mismo se truncaron mis aspiraciones, si es que alguna vez las tuve, de convertirme en sanador de cuerpos.

Ajedrez veraniego en Gijón

De regreso a Gijón aquel verano las oportunidades de jugar casi todos los días partidas de alto nivel con adversarios a los que ya conocía por haber jugado con ellos en múltiples oportunidades, fueron numerosas. Como los resultados que iba obteniendo comenzaron a tener para mí su importancia compré una pequeña agenda de bolsillo, que ha viajado conmigo de Gijón a Madrid, La Habana y Nueva York, y en ella anoté  todos los resultados, incluidos cuadros de clasificación y partidas que deseaba conservar, son tan sólo 70 años y, cuando lo necesito, extraigo de ella algunas notas.

"A mis adversarios, muchos de ellos verdaderas enciclopedias del ajedrez como el Dr. Julio Ganzo, o Torán, les sorprendía con mis aperturas bizarras y obtenía resultados decisivos siempre que nos enfrentábamos."

En el mes de junio del verano de 1945 jugué varias partidas en mi ciudad natal contra algunos de los jugadores más fuertes de Asturias y a nivel nacional. Así, el 26 de junio de 1945 gané 2-0 a D. Juan (Fernández Rúa), tablas con Torán y entable a +2-2 con de las Clotas. El 21 de julio jugué 6 simultáneas, gané 5 (Máximo López, Manolo González Rico, Remacha, Casariego y Sarmiento e hice tablas con Petain en 45 minutos y gané 3-2 contra Vicente González. En ese mismo mes de julio jugué un match contra Torán; +8-2=2 y en agosto gané a Francisco Lupi campeón de Portugal: +7-3=3.

Como puede deducirse con sólo ver mis encuentros frente a algunos de los mejores jugadores nacionales, mi dedicación al juego fue cada día más intensa y aunque hasta que tuve cerca de 70 años no comencé a estudiar aperturas en serio, por aquel entonces mi vacío en esa fase de la partida lo fui supliendo con aperturas poco conocidas, gambitos y planteamientos intuitivos que paliaban de alguna manera esa laguna básica para no quedar perdido nada más comenzar el juego. Lo cierto es que no me fue tan mal ya que a mis adversarios, muchos de ellos verdaderas enciclopedias del ajedrez como el Dr. Julio Ganzo, o Torán, les sorprendía con mis aperturas bizarras y obtenía resultados decisivos siempre que nos enfrentábamos. Por aquel entonces el Club de Educación y Descanso de la Carrera de San Jerónimo capitaneado por Juan Manuel Fuentes se mudó al Hogar del Trabajador de Maudes y tanto yo como mi gran amigo y compañero de estudios de Medicina Víctor García Queimadelos, “Queima”, y varios otros nos fuimos  con Fuentes, quien siempre me ayudó con su tutela y ejemplo. Una vez en el club, allá por Ríos Rosas (cerca de donde yo vivía) se nos unió Francisco José Pérez quien fue un puntal de nuestro equipo. En el intenso ajedrez que yo compartía con Queimadelos y con Fuentes en el Club de Educación y Descanso en la Carrera de San Jerónimo había otros dos fuertes jugadores que visitaban frecuentemente esos locales, el alemán Hermann (?) Seeger y Julio Ganzo, con ellos jugué varios torneos y partidas amistosas.

Mis recuerdos de Queimadelos “Queima”, uno de mis mejores amigos,  abarcan más de 65 años. La última vez que le visité fue en octubre de 2012, en su casa de Madrid. Ambos fuimos miembros del equipo Maudes que ganó el torneo de 1947 en Madrid. Ese año, “Queima” y yo, como estudiantes de primer año de Medicina (cambié de carrera cuando llegué a Cuba), solíamos ir a clase de Anatomía en la vieja Escuela San Carlos, en el centro de Madrid (cerca de la estación de metro de Tribunal). Las clases se llevaban a cabo en un anfiteatro grande y oscuro, con el profesor proyectando diapositivas.

Muchas veces nos sentábamos en la última fila y entre susurros comenzábamos la siguiente curiosa conversación: 1.P-4R, C-3AR; 2.P-5R, C-4D (¡la defensa Alekhine!). Solíamos jugar al menos dos partidas a la ciega por clase. Cuando alcanzas un cierto nivel de juego, ¿quién necesita un tablero? Queima terminó siendo un famoso oncólogo en la Fundación Jiménez Díaz de Madrid.

Víctor García Queimadelos, destacado oncólogo madrileño en la Fundación Jiménez Díaz y amigo y compañero de estudios y ajedrez de Eugenio en el club Maudes.

 

De Julio Ganzo, recuerdo su temperamento tranquilo y afable. Aunque él era ya un escritor de ajedrez afamado y fuerte jugador con quien daba gusto hablar y más gusto aún el jugar contra él … ¡ pues  siempre le ganaba! Sólo jugamos dos partidas de torneo y las gané.

El Dr. Julio Ganzo, uno de los grandes teóricos del juego, persona cordial y extremadamente culta.

Al otro excelente jugador que frecuentaba nuestro club el alemán Seeger, lo recuerdo más por un detalle personal que por el ajedrez. Debió de haber sido a mediados de Septiembre de 1945, el tiempo trascurrido difumina un poco la época concreta, explica Eugenio. Una tarde, Seeger me dijo que quería hablar conmigo y que si me parecía bien le gustaría invitarme a una cerveza. Por supuesto accedí y nos fuimos del club a la primera tasca que encontramos.

"Otro de mis entrañables amigos de aquellos años fue el periodista y escritor de ajedrez gijonés Pablo Morán, autor de múltiples libros de ajedrez entre ellos el conocido La Agonía de un genio sobre la vida de Alekhine."

Seeger era un hombre alto y fuerte que yo había pensado quizás fuera un agente alemán. Aunque yo me había criado como católico, y bastante devoto, estaba muy consciente y hasta orgulloso de mis raíces judías y había  vivido con esa «doble personalidad» no muy fácil de compaginar en la atmosfera de los años 40. Comenzamos a hablar y me dijo que sencillamente quería despedirse de mí. Su patria acababa de perder la guerra y él se sentía obligado a retornar para ayudar a su reconstrucción. Deseaba que supiese, que había  sido un placer conocerme y jugar ajedrez conmigo. Terminamos nuestra caña, nos dimos un fuerte apretón de manos, le deseé buena suerte y regresamos al club.

Hace más de 70 años de esta conversación y aún recuerdo que pensé, el amigo Seeger sabe bien que Salomón es un nombre judío y esta cerveza es posiblemente una forma de pedirme perdón por lo que su país había hecho…¿Quién sabe?

Otro de mis entrañables amigos de aquellos años fue el periodista y escritor de ajedrez gijonés Pablo Morán, autor de múltiples libros de ajedrez entre ellos el conocido La Agonía de un  genio sobre la vida de Alekhine. A finales de 1947 cuando abandoné  España para dirigirme a Cuba (lugar de nacimiento de Morán) Pablo se trasladó de Gijón a Madrid. Yo le presenté a todos mis amigos del club y en cierto modo fue mi sucesor y durante años seguimos en contacto sin importar dónde nos encontrásemos. Siempre me mantuvo informado sobre nuestros amigos y sobre el devenir del ajedrez en España, incluso durante mi «retiro» de 16 años. Durante las décadas de 1960 y 1970, nos reunimos varias veces  acompañados por nuestras esposas, Elena y Beatriz, bien para compartir  cenas en el Club de Regatas o para pasar inolvidables sábados y domingos  en su “bonito refugio” en la playa de Estaño, donde de niño yo había ido tantas veces en excursiones con mis hermanos en bicicleta. La última vez que  Pablo y yo pudimos compartir nuestra amistad de 50 años fue en 1993 cuendo me invitó a pasar unos días en su casa de Oviedo para participar en el Internacional de Oviedo. Fue como el último adiós de dos amigos de ajedrez de por vida.

El periodista y maestro, Pablo Morán Santamaría, dos años mayor que Salomón. Vino a Gijón de niño desde su país natal Cuba. Grandes amigos que coincidieron en el internacional de Gijón de 1947.

Juan Manuel Fuentes fue además de mi mentor a mi llegada a Madrid otro gran amigo pese a los años que nos separaban. Era por entonces el vigente campeón de Castilla y un habitual en los puestos de honor del campeonato nacional, siempre manteniéndose entre los cinco o diez jugadores más destacados del país.  Su carrera ajedrecística comenzó ganando el campeonato de Sevilla en el año 1930, continuó toda su carrera ajedrecista en Madrid, ganó el antiguo campeonato de Castilla de ajedrez en cinco ocasiones. Supe de su triunfo en el Torneo Nacional de Barcelona del año 1942, que le dio el derecho a retar al campeón Ramón  Rey Ardid Perdió el encuentro por lo que se proclamó subcampeón de España en 1942. Resultó nuevamente subcampeón en el año 1947 por detrás del maestro internacional  Antonio Medina. Pero, continúa diciendo Eugenio, creo que su mejor actuación fue en el gran Torneo de Madrid de 1943 donde alcanzó el segundo lugar por detrás de Paul Keres a quien se le conocía entre los grandes maestros como el  «campeón sin corona».  Como escritor colaboraba en la revista El Ajedrez Español  en sus dos  primeras épocas y en la segunda época  y sobre todo su nombre permanecerá unido al de Julio Ganzo porque ambos escribieron juntos la primera biografía de Arturo Pomar: La vida de Arturito Pomar, Madrid, año 1946.

Pero, sobre todo, Fuentes, era un verdadero caballero. Siempre lo recordaré con cariño y como modelo de caballerosidad en el Ajedrez. Ni siquiera se alteró cuando demolí su variante de la Ruy López y cuando me proclamé vencedor del campeonato del centro escribió esta cariñosa reseña  de mi actuación en “El Español” de Madrid del 9 de marzo de 1946.

Juan Manuel Fuentes González, subcampeón de España 1942.

 

 

Juán Manuel Fuentes y Franciso José Pérez, dos de los rivales de Eugenio por aquellos años a los que derrotó en sendas partidas de torneo, Fuentes en el 1946 y Pérez en el 47.

Esta es mi partida con Francisco José Pérez. Pérez y Antonio Medina fueron los dos jugadores de  la España de 1945-47 que más respeté y contra quienes tengo el orgullo de tener un saldo positivo en mis resultados. Pérez y yo teníamos una relación que yo describiría como de «mutuo respeto» y analizamos muchas posiciones y planteamientos de ajedrez juntos sobre todo la Defensa Alekhine. Punto interesante de esta partida es que un par de meses después nos volvimos a enfrentar ante el tablero en Gijón y otra vez yo jugué con negras «mi» Defensa Alekhine. Comparando ambas partidas, recuerdo con claridad que mi sentido psicológico del ajedrez me sirvió para desviarme de la variante inicial de la partida antes de que Pérez pudiera usar cualquier novedad que seguro habría preparado.

Match entrenamiento

Fecha. 1947.06.25

BlancasI.M.I.F.J.Perez
Negras. Eugene Salomon «0-1»

e4 Nf6 2. e5 Nd5 3. d4 d6 4. c4 Nb6 5. f4 dxe5 6. fxe5 Nc6 7. Be3 Bf5 8. Nc3
e6 9. Nf3 Nb4 10. Rc1 c5 11. a3 cxd4 12. Nxd4 Nc6 13. Nxf5 exf5 14. Nd5 Be7 15.
Be2 O-O 16. O-O g6 17. g4 Nxd5 18. cxd5 Nxe5 19. gxf5 Bg5 20. Qd2 Bxe3+ 21.
Qxe3 f6 22. fxg6 hxg6 23. Qc5 b6 24. Qd4 Qd6 25. Bg4 Rad8 26. Rcd1 f5 27. Be2
Rf7 28. Rf2 Rfd7 29. Bb5 Rh7 30. Be2 Rc8 31. Kh1 Rc2 32. Qa4 Ng4 33. Qe8+ Kg7
34. Rf4 Rxh2+ 0-1

No puedo dejar de mencionar, recuerda el maestro,  a otro gijonés ilustre que por entonces comenzaba a despuntar en el ajedrez nacional, Román Torán Albero. En los veranos de 1944 y 1945, época en la que residía en Madrid, regresé a Gijón para pasar allí las vacaciones. Román, originario de Alcoy (Alicante), se había trasladado con su familia a Gijón y allí pudimos coincidir. Era un par de años menor que yo y todavía estaba desarrollando su gran talento para el ajedrez, pero trabamos una amistad de por vida con el juego ciencia como ancla.

"Como editor de las principales revistas de ajedrez en España y como organizador, Torán es, sin duda, una de las figuras más destacadas en el florecimiento del ajedrez español en aquellos años."

Jugamos innumerables «partidas de entrenamiento». ¡Estoy seguro de que nadie tiene un historial de resultados más favorable contra Román Torán que yo! Todavía conservo las planillas de unas 10-12 partidas de aquellos días. A lo largo de los años, mantuvimos el contacto y nos reunimos varias veces en Cuba o en España. También lo hicimos cuando Román estaba a punto de ser candidato a la presidencia de la FIDE (¿fue a principios de los 90?) y quería hablarlo conmigo. La última vez que nos vimos, fue en una comida  en su casa de Marqués de Urquijo en Madrid, no lejos de mi antigua «Ciudad Universitaria», nos dedicamos a recordar los viejos tiempos.

Torán logró convertirse en un reconocido Maestro Internacional (1954) y fue campeón de España en varias ocasiones. También logró ser un exitoso escritor. Fue vicepresidente de la FIDE (1982-1990) y presidente de la Federación española de ajedrez durante muchos años. Como editor de las principales revistas de ajedrez en España y como organizador, Torán es, sin duda, una de las figuras más destacadas en el florecimiento del ajedrez español en aquellos años.

Román Torán, excelente maestro internacional, presidente de la FEDA y Vicepresidente de la FIDE, un inolvidable amigo del biografiado.

Durante mi último año en España (1947), participé en el torneo de ajedrez más importante de mi carrera: el IV Torneo internacional de Gijón. Perdí solamente dos partidas de las 13 que disputé. La primera fue contra el reinante campeón de Londres, B.H. Wood, y la segunda contra el futuro campeón español Arturito Pomar.

Arturo Pomar además de amigo y compañero fue uno de los rivales de Salomón en las semifinales del Campeonato de Castilla de 1946 y en el torneo de Gijón de 1947. Tablas tras un reñido encuentro de 46 jugadas.

Recordemos esa partida: 

Pomar, Arturo – Salomon, Eugene [B02] Campeonato de Castilla semifinal, Madrid, 1946

Esta partida fue jugada en la semifinal del Campeonato de Castilla (Madrid y provincias). Arturito Pomar, niño prodigio del ajedrez español, que acababa de proclamarse campeón de las Islas Baleares (Mallorca y Menorca). Con este empate, conseguí finalizar 2º (por delante de Pomar) en el campeonato y ambos nos clasificamos para la final junto a otros 8 jugadores… ¡que Pomar ganó, mientras que yo finalicé 9º!  Ante este desalentador resultado pensé para mis adentros: hace un año era uno de los diez mejores de Gijón y hoy estoy entre los diez mejores de Castilla, luego parece que progreso adecuadamente.

1.e4 Cf6 2.e5 Cd5 3.Cc3 Cxc3 4.dxc3 Cc6 5.Cf3 g6 6.Ac4 Ag7 7.De2 d5 8.Ab5 Ag4 9.Af4 0–0 10.Axc6 bxc6 11.0–0 Dd7 12.h3 Axf3 13.Dxf3 Df5 14.De3 Dxc2 15.Dc5 Da4 16.Ag3 e6 17.Tfc1 Db5 18.De7 Db6 19.c4 Tfe8 20.Da3 Tab8 21.cxd5 cxd5 22.Tc2 Ted8 23.De7 Tbc8 24.Tac1 Af8 25.Dh4 c5 26.Da4 a6 27.b3 Db5 28.Df4 a5 29.Df3 a4 30.Tc3 Dc6 31.Ah4 Td7 32. Df4 d4 33. Tc4 axb3 34.axb3 d3 35.Af6 d2?!

Esta jugada parece prematura. Hay varias jugadas aparentemente mejores (Tb8, Dd5, Db5) e incluso el programa Fritz parece dudar entre cuál es la mejor.

36.Td1 Db5 37. Txd2 Txd2 38.Dxd2 Dxb3 39.Tc3 Db4 40.Dd7 Ta8 41.Tf3 Da4 42.Dc7 Da7 43.Dc6 Da6 44.Dxa6 Txa6 45.Rf1 c4 46.Re2 Ta2+ ½–½

Fuentes, Juan Manuel – Salomon, Eugene [C77]

Torneo del Club Maudes, Madrid, 11.1946

Fuentes había estado probando con bastante éxito la variante 5.De2  de la Ruy López… la abandonó por completo después de esta partida.

1.e4 e5 2. Cf3 Cc6 3. Ab5 a6 4.Aa4 Cf6 5.De2 b5 6.Ab3 Ae7 7.Ad5?! Cxd5 8. exd5 Cb4 9.De4 (9.d3 ó d4 parecen mejores opciones, pero las negras ya tienen una posición superior) 9…Ab7 10.Cc3 0–0 11.Rd1 (¿De qué otra forma pueden las blancas proteger c2 cuando las negras jueguen f5?) 11…f5 12.Dxe5 Af6 13.Df4 Axc3 14.bxc3 Cxd5 15.Dd4 d6 16.Te1 c5 17.Dh4 Cxc3+!  Después de 18. dxc3, las negras contestan 18…Axf3+ y la dama se queda sin defensa en h4. ¡Un gran remate final! 0–1

“En septiembre de ese 1946 me seleccionan como suplente en el equipo de España para jugar contra La Argentina en el match radiofónico celebrado en el 12 de octubre en el frontón de Fiesta Alegre de Madrid y que ganó España (8-7). Yo no pude participar dado que todos los maestros seleccionados jugaron todas sus partidas y no se produjo ninguna indisposición. Pero tuve la oportunidad de estar presente durante todo el encuentro que se celebró a lo largo de la noche por motivos de husos horarios de ambos continentes.

Un aspecto del encuentro España-Argentina de 1946 celebrado en Vista Alegre que ganó España (8-7)

A comienzos de febrero de 1947 y junto con Francisco José Pérez, Queimadelos y Fuentes nos proclamamos Campeones de Castilla por equipos. Ese mismo verano en Gijón tomo parte en el Torneo Internacional que se celebra en los acogedores y soleados salones del Club Regatas donde quedo 7-8 de 14 participantes empatado con Pomar. Fue una actuación irregular pues contra los 4 primeros: Pérez, Prins, Medina y Fuentes hice  tres  tablas  y gané a Medina.

Francisco Lupi, campeón de Portugal contra Antonio Medina. A ambos maestros derrotó Salomón en 1945 y 47, respectivamente.

Una de las partidas de las que más satisfecho me siento de aquella época fue esta victoria frente al M.I. Antonio Medina por entonces campeón de España.

Salomón, Eugene – Medina, Antonio [B53]

IV Torneo internacional, Gijón, 07.1947

1.e4 c5 2. Cf3 d6 3. d4 Cf6 4. Cc3 cxd4 5. Dxd4 Cc6 6. Ab5 e5 7. Dd3 a6 8. Ac4 Ae6 9. Axe6 fxe6 10.Ag5 Ae7 11.0–0 0–0 12.Tad1 De8 13.Ce2 Dg6 14.Cg3 Tac8 15.Db3! Cd8 (15 … Cxe4? 16.Cxe4 Dxe4 17. Axe7 Cxe7 18. Dxe6+ Tf7 19. Dxf7+ Rxf7 20. Cg5++-) 16. Cf5! Tc7 17. Cxe7+ Txe7 18. Txd6 Dxe4 19. Te1 Dg6 20. Txe5 Rh8 21. Dd3 De8 22. De2 Da4 23.a3 Tc7 24.c3 Tc4 25. Td4 (25. b3!? Dxb3 26. Cd2 Dxc3 27. Cxc4+-) 25…Txd4 26. Cxd4 Cd7 27. Ae7 Te8 (27…Cxe5 28. Axf8 Cg6 y las negras pueden seguir jugando) 28. b3! (atrapando a la Dama) 28…Dxd4 29. cxd4 Cxe5 30. Axd8 Txd8 31. Dxe5 1–0

"Por aquellos años me gustaba mucho jugar con blancas la apertura Colle y con negras la Defensa Alekhine contra el P.R. ¡Cómo no!"

Jugué 5. Dxd4?! en un intento de salir de las «líneas teóricas» tan pronto como fuese posible. Medina era un  experto  en la Siciliana … ¡y yo no lo era! 2) Después de la jugada 12…De8, un análisis de la posición me llevó a pensar que  si tenía éxito en la eliminación del alfil negro de e7, debería obtener una posición superior. Los siguientes 4-5 movimientos son la ruta lógica. 3) El final con 27. Ae7  y 28.b3, encerrando a su Dama, fue una bonita trampa, y aunque las negras podrían haberla evitado con 27…Cxe5!, tuve la sensación de que en ese momento Medina iba a caer en ella.

Por aquellos años me gustaba mucho jugar con blancas la apertura Colle y con negras la Defensa Alekhine contra el P.R. ¡Cómo no! También hice un breve estudio sobre la Defensa Cambridge Spring que publiqué en la revista “El Ajedrez Español” de 1946, donde refutaba una línea que se creía correcta de ella en la partida de Bogoljubow contra Bosch en Bad Nauheim 1936.

Y con esta contribución a la teoría de esa apertura, concluye mi estancia en España y preparo mis enseres para reunirme con mi familia en Cuba donde mi padre residía desde 1943.

5/5 (2 Puntuaciones. Valora este artículo, por favor)
Notificar por email
Notificar de
guest

0 Comentarios
Feedbacks en línea
Ver todos los comentarios