Guada Guerra: “Nos creemos muy especiales pero al final todos somos muy parecidos”

Su libro está ambientado en Vigo, donde atiende a Efe en una entrevista en la que explica que, habituada a escribir relatos y guías, había “pospuesto” el proyecto de novelar hasta que en octubre de 2023, “a raíz de todas las presentaciones literarias” en las que participa y de “trabajar con la gente de Penguin Random House”, el director literario Gonzalo Albert le propuso un giro inesperado. La oferta se la trasladó al final de una conversación que mantenían sobre otra autora y Guerra no dudó en dar el “sí”.

Esta primera novela la escribió en paralelo a su actividad profesional, como les pasa a la mayoría de escritores, más aun cuando se trata de un “debut literario y el vivir de la escritura es un sueño que queda lejísimos”. En el proceso, comprobó que “es cierto” eso que “había oído decir a tantos escritores de que los personajes cobran vida”. Así, ella veía a sus protagonistas —Sofía, Irene, Julia, Belén y Claudia, un grupo de amigas treintañeras— “sentarse a tomar unas cañas, las escuchaba, y escribía”.

Son cinco chicas “en la ciudad de Vigo, un poco perdidas, cada una con sus circunstancias personales” y, como en todo grupo, “siempre hay alguien que cuida más de las otras, alguien que es un poquito más desastre, alguien que está pendiente de reservar y alguien que nunca contesta los mensajes, porque todos nos creemos muy especiales pero al final todos somos muy parecidos“. Representan, como ella, la generación de los millennials (nacidos entre 1981 y 1996), que crecieron “con unas expectativas de futuro que no casaban con la realidad al llegar a la vida adulta”, porque el mundo “cambió por el medio” y la entrada al mercado laboral es “más difícil o los trabajos son más precarios y el acceso a la vivienda es muy complicado”. A esto se suman temas como “la maternidad o la salud mental”, en un libro cuyo título surgió cuando una amiga le preguntó de qué estaba escribiendo y ella contestó que “sobre las cosas” que les pasaban.

Aunque ella misma admite que cuando habla de la novela “parece un drama”, precisa que “en realidad no” lo es. Son contratiempos del día a día que se superan porque “por encima de todo está la red de esas personas que nos sostienen”, como la pandilla de amigas de este libro. “Al mes y poco” de la publicación le anunciaron la segunda edición, “con la que no contaba ni de lejos”, así que está “muy contenta con la acogida” que ha tenido su ópera prima y asegura que esas ganas de seguir escribiendo ya no las puede “soltar”.