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Pícaros en la literatura (XV): Maqāmāt y la novela picaresca española

Pícaros en la literatura (XV): Maqāmāt y la novela picaresca española

La maqāma (plural maqāmāt, término que literalmente significa “asamblea” en árabe) es un género narrativo original de la literatura árabe clásica surgido a finales del siglo X. Se suele atribuir su creación a Badī‘ al-Zamān al-Hamadhānī (968-1008), escritor de origen persa, en el contexto del apogeo cultural del califato abasí. Al-Hamadhānī habría configurado este nuevo tipo de relato hacia el año 1000 en entornos cortesanos de Irán e Iraq, combinando de forma innovadora prosa rimada y verso en composiciones de carácter lúdico y erudito.

Un siglo más tarde, al-Ḥarīrī de Basora (1054-1122) perfeccionó y amplió el género, hasta el punto de eclipsar en fama a su precursor. Ambos autores fijan el canon de las maqāmāt, que pronto se difunden por buena parte del mundo islámico: desde Oriente Próximo hasta Persia, Yemen, Siria, Egipto, el Magreb e incluso al-Ándalus.

"Las maqāmāt nacen como creación árabe original del siglo X, pero evolucionan durante los siglos siguientes como fenómeno transregional y plurilingüe en el mundo islámico medieval"

En los siglos posteriores, numerosos escritores continuaron cultivando las maqāmāt en distintos territorios, adaptando el género a sus contextos locales. En al-Ándalus medieval, viajeros y sabios andalusíes en contacto con Oriente introdujeron estas narraciones en la península ibérica, donde surgieron imitadores hispanomusulmanes que incorporaron las maqāmāt a la literatura andalusí. El género mostró así una notable capacidad de adaptación y pervivencia.

La influencia de las maqāmāt traspasó incluso las barreras lingüísticas: inspiró obras en hebreo medieval —como el Tahkemoni de Yehūdā al-Ḥarīzī— y dejó huella en otras tradiciones literarias del Mediterráneo. En suma, las maqāmāt nacen como creación árabe original del siglo X, pero evolucionan durante los siglos siguientes como fenómeno transregional y plurilingüe en el marco del mundo islámico medieval.

Relaciones y analogías (siglos XVI–XVII)

La posible relación entre las maqāmāt árabes y la novela picaresca española del Siglo de Oro ha sido objeto de atención por parte de la crítica comparatista. Desde los trabajos pioneros de arabistas como H. A. R. Gibb y James T. Monroe hasta estudios más recientes, se ha puesto de relieve la existencia de paralelismos formales y temáticos entre ambos corpus.

En términos cronológicos, el desarrollo del género maqāma en Oriente y al-Ándalus durante la Edad Media precede en varios siglos a la aparición de la picaresca castellana en el siglo XVI, con obras fundacionales como La vida de Lazarillo de Tormes y de sus fortunas y adversidades (1554) y Guzmán de Alfarache (1599-1604). Las similitudes estructurales y temáticas resultan, cuando menos, sugestivas: al igual que las maqāmāt, las novelas picarescas españolas presentan a un antihéroe de baja condición que sobrevive mediante engaños, astucias y recursos verbales, al tiempo que ofrecen una visión satírica y crítica del orden social.

"Las maqāmāt ofrecen un marco literario medieval que anticipa muchas de las características que definirán la novela picaresca renacentista y barroca"

En la historiografía literaria se ha llegado a considerar las maqāmāt —tal como las formula al-Hamadhānī a finales del siglo X— como un posible antecedente remoto del pícaro hispánico. Se sabe, además, que en al-Ándalus se compusieron relatos árabes de tono picaresco que prefiguran rasgos luego presentes en la picaresca española. Algunos estudios han subrayado que las maqāmāt llegaron a la península a través de la mediación andalusí y hebrea, y que su circulación entre comunidades judías y cristianas pudo contribuir a la formación de un horizonte de expectativas compartido.

Ahora bien, la hipótesis de una “influencia directa” debe formularse con cautela. La distancia lingüística (árabe-hebreo-castellano), religiosa y temporal, así como la ausencia de pruebas documentales concluyentes, invitan a hablar más bien de posibles transferencias culturales, de contactos intertextuales indirectos y de convergencias dentro de un mismo espacio mediterráneo que de una filiación lineal. Como advierte Monroe, no existe todavía evidencia “clara y concluyente” que permita trazar una genealogía estrictamente demostrable entre maqāma y picaresca, si bien los paralelismos son demasiado numerosos como para ser puramente accidentales.

En cualquier caso, la comparación revela una clara convergencia temática: el pícaro español —Lázaro, Guzmán, el Buscón— comparte con sus antecesores orientales el espíritu de supervivencia, la astucia irreverente y la denuncia de las hipocresías morales, religiosas y sociales de su tiempo. En este sentido, las maqāmāt ofrecen un marco literario medieval que anticipa muchas de las características que definirán la novela picaresca renacentista y barroca, y funcionan como un puente cultural privilegiado entre la literatura árabe clásica y la española áurea.

Estructura literaria y estilo retórico de las maqāmāt

Las maqāmāt son relatos breves, de carácter episódico, construidos en torno a un personaje pícaro central y narrados por un testigo ficticio. Cada historia es en principio independiente, pero la presencia reiterada de los mismos protagonistas y narradores les confiere una fuerte unidad de conjunto.

Desde el punto de vista formal, el género se caracteriza por el uso de la prosa rimada (saǧ‘), de marcado ritmo, que alterna con pasajes poéticos: se trata, por tanto, de un género prosimétrico. Esta prosa rítmica y cadenciosa, salpicada de versos, sirve de vehículo a un virtuosismo retórico extremo: abundan los giros cultos, el léxico rebuscado, las aliteraciones, los juegos de palabras y las enumeraciones ornamentales. La maqāma funciona, así, como espacio de exhibición de la elocuencia clásica y del dominio de la lengua árabe.

"Presentan historias de engaño, ironía y crítica social, en las que el ingenio del marginado se convierte en herramienta de supervivencia y, a la vez, en instrumento de desmitificación de las jerarquías"

A pesar de esta fuerte carga erudita, el tono de las narraciones es ligero y lúdico: su finalidad originaria es el entretenimiento de los oyentes en reuniones literarias. En términos narrativos, las colecciones de maqāmāt constan por lo general de unas cincuenta escenas construidas según un esquema reiterativo. En cada episodio, el protagonista —un truhán vagabundo, a menudo disfrazado— engaña al narrador u otros personajes para obtener algún provecho (dinero, comida, prestigio, favores), apoyándose en su ingenio verbal y sus acrobacias retóricas.

El narrador, por su parte, se presenta como una suerte de víctima fascinada: pese a ser repetidamente burlado, continúa siguiendo al pícaro, deslumbrado por su elocuencia y creatividad expresiva. Este patrón (encuentro con el pícaro, engaño ingenioso, desenlace jocoso o moralizante) confiere al género una estructura itinerante y abierta, acumulativa antes que teleológica.

En definitiva, las maqāmāt combinan una forma literaria sumamente elaborada con un fondo picaresco y satírico: bajo su envoltura culta —prosa rimada con versos intercalados— presentan historias de engaño, ironía y crítica social, en las que el ingenio del marginado se convierte en herramienta de supervivencia y, a la vez, en instrumento de desmitificación de las jerarquías.

Autores principales del género: al-Hamadhānī, al-Ḥarīrī y sus continuadores

Badī‘ al-Zamān al-Hamadhānī (969-1008)

Considerado el creador del género, al-Hamadhānī fue un escritor persa de Hamadán, apodado “el prodigio de su época” por su extraordinario dominio del árabe y su inventiva literaria. La crítica ha destacado sus prodigios estilísticos —como cartas que podían leerse al derecho y al revés— y su capacidad para integrar tradición retórica, humor y observación social.

Compuso unas cincuenta y dos maqāmāt que inauguran el género. En ellas introduce al pícaro Abū l-Fath al-Iskandarī, ingenioso vagabundo de Alejandría, como protagonista recurrente, y al narrador ‘Īsā ibn Hišām como observador que relata sus peripecias. A lo largo de los relatos, ‘Īsā se cruza una y otra vez con Abū l-Fath en distintas ciudades y situaciones, siendo engañado mediante artimañas diversas; sin embargo, no puede dejar de admirar la labia y sagacidad del truhán. Al-Hamadhānī sienta así las bases de un modelo narrativo en el que el pícaro, el narrador-testigo y la ciudad itinerante conforman un triángulo estructural que recuerda, en más de un aspecto, los futuros recorridos picarescos de la narrativa europea.

Al-Ḥarīrī de Basora (1054-1122)

Máximo exponente posterior del género, al-Ḥarīrī lleva la maqāma a su culminación estilística en el siglo XI. Jurista y letrado de Basora, compone cincuenta maqāmāt en emulación consciente de al-Hamadhānī, pero logra una refinación formal que convierte su obra en modelo canónico para los siglos siguientes.

"Al-Ḥarīrī gozó de gran prestigio ya en vida, y su legado consolidó el género"

Su protagonista, el astuto Abū Zayd al-Sarūjī, encarna al pícaro árabe por excelencia: anciano mendicante de lengua afilada y vastos conocimientos, capaz de recitar poesía, simular distintos oficios o debatir sobre gramática según le convenga. Las Maqāmāt de al-Ḥarīrī alcanzaron una extraordinaria difusión en el mundo islámico medieval; se copiaron numerosos manuscritos, varios de ellos ricamente iluminados. Entre ellos destaca el manuscrito ilustrado por el artista iraquí Yaḥyā ibn Maḥmūd al-Wāsiṭī (1237), conservado hoy en París y célebre por sus noventa y nueve miniaturas que representan escenas de las aventuras de Abū Zayd.

Al-Ḥarīrī gozó de gran prestigio ya en vida, y su legado consolidó el género: las generaciones posteriores de escritores árabes estudiaron y comentaron sus maqāmāt como modelo de elocuencia clásica y de prosa rimada. Galdós, en la novela Misericordia, presenta un personaje, el ciego Almudena, que tiene muchas características de Abū Zayd al-Sarūjī (Amor, 2024)

Continuadores andalusíes y hebreos

Tras al-Ḥarīrī, numerosos autores siguieron cultivando las maqāmāt en Oriente Próximo y Persia, pero es especialmente relevante el caso andalusí. En al-Ándalus surgieron colecciones de maqāmāt hispanoárabes, como las de Abū Ṭāhir al-Saraqusṭī de Zaragoza (m. 1143), autor de las Maqāmāt al-luzūmiyya, compuestas en imitación directa de al-Ḥarīrī.

Escritores andalusíes como al-Qayrawānī, Ibn Suḥayd, al-Saraqusṭī o al-Qurṭubī emplean técnicas narrativas y temas picarescos análogos a los de los maestros orientales, incorporando a la vez elementos locales. Paralelamente, la influencia del género se extiende al ámbito judío medieval: el Tahkemoni de Yehūdā al-Ḥarīzī (ca. 1170–1235) constituye una adaptación en hebreo de las maqāmāt de al-Ḥarīrī, a la que el propio autor añade composiciones originales.

La existencia de continuadores tanto en al-Ándalus como en la literatura hebrea muestra hasta qué punto la maqāma se convirtió en un fenómeno literario transcontinental, auténtico puente entre culturas del Mediterráneo medieval y vector potencial de transmisión hacia la Europa cristiana.

Algunos ejemplos representativos y análisis temático

La vitalidad de las maqāmāt se refleja también en su recepción artística. Las miniaturas del manuscrito de al-Ḥarīrī ilustrado por Yaḥyā al-Wāsiṭī (1237) ofrecen una visualización preciosa de la ambientación urbana, los tipos sociales y las escenas de declamación ante audiencias cortesanas o populares. En una de ellas se representa a Abū Zayd, de pie, declamando ante un gobernador, mientras el narrador observa sentado a un lado: síntesis icónica del triángulo pícaro–poder–testigo que vertebra el género.

A modo de ejemplo, pueden mencionarse dos episodios de al-Hamadhānī particularmente significativos desde la perspectiva picaresca:

El falso mendigo ciego

En una maqāma de al-Hamadhānī, el narrador ‘Īsā ibn Hišām se encuentra con un mendigo ciego que recita versos lastimeros a cambio de limosna. Conmovido por la elocuencia del supuesto invidente, ‘Īsā le entrega una pequeña moneda. El mendigo, que no es otro que Abū l-Fath disfrazado, revela su impostura al quejarse con vehemencia de lo exigua que es la dádiva, evidenciando que ve perfectamente.

La reacción del narrador no es de indignación, sino de admiración: lejos de condenar moralmente la trampa, celebra la “proeza” del gran timador. La escena subraya el valor social de la palabra en la cultura árabe clásica: la capacidad de improvisar poesía eleva simbólicamente al pícaro por encima de su miseria material. El episodio conjuga, así, picardía y culto a la elocuencia, y ofrece una crítica humorística tanto de la credulidad del público caritativo como de quienes explotan la compasión ajena.

El duelo de los mendigos insultantes

En otro episodio célebre, ‘Īsā desea cumplir una promesa de dar limosna al “mayor de los pordioseros” de Bagdad. Comparecen dos mendigos rivales (uno de ellos, nuevamente, Abū l-Fath disfrazado) que compiten por ostentar el título de más miserable. Incapaz de decidir, el narrador propone un concurso insólito: que ambos se enfrenten en un duelo de insultos, y que la moneda se otorgue al autor del agravio más ingenioso.

"Las maqāmāt proporcionan un marco privilegiado para comprender tanto la evolución interna de la prosa de ficción en lengua árabe como las posibles conexiones interliterarias entre Oriente y Occidente"

Lo que sigue es un auténtico torneo verbal, donde los mendigos se intercambian epítetos tan creativos como grotescos. La escena parodia los concursos poéticos tradicionales, sustituyendo la poesía refinada por una cascada de improperios imaginativos, pero manteniendo el énfasis en la destreza retórica como criterio de prestigio.

Este episodio ejemplifica el gusto de las maqāmāt por el humor lingüístico y la sátira social: se ridiculiza la condición de los mendigos que rivalizan por la compasión, al tiempo que se celebra el poder del lenguaje para transformar incluso la bajeza en arte verbal. Desde una perspectiva comparatista, no resulta difícil establecer un paralelo con ciertos pasajes picarescos hispánicos donde el hambre, la mendicidad y el ingenio verbal articulan una crítica corrosiva de las jerarquías sociales.

Cerrando

La literatura de las maqāmāt árabes proporciona un marco privilegiado para comprender tanto la evolución interna de la prosa de ficción en lengua árabe como las posibles conexiones interliterarias entre Oriente y Occidente. Surgidas en el contexto cosmopolita del Bagdad abasí, las maqāmāt introducen el arquetipo del antihéroe ingenioso y una narrativa episódica de fuerte carga satírica que, siglos más tarde, encontrará ecos significativos en la novela picaresca española.

La presencia de obras maqámicas en al-Ándalus, su adaptación al hebreo y su difusión entre comunidades judías y cristianas apuntan a un trasfondo literario compartido en la península ibérica, más allá de las fronteras confesionales. Aunque la relación entre maqāma y picaresca no pueda reducirse a un esquema de influencia directa, la comparación permite identificar un conjunto de analogías estructurales (narrador-testigo, protagonista marginal itinerante, relato episódico) y temáticas (supervivencia, crítica de la hipocresía, explotación del discurso religioso) que difícilmente pueden explicarse sin tener en cuenta los intensos intercambios culturales del Mediterráneo medieval.

Desde esta perspectiva, las maqāmāt se revelan como un verdadero “puente literario”: unen la tradición árabe clásica con el Siglo de Oro español mediante la celebración del ingenio, la denuncia de las convenciones sociales y el amor por la palabra bien dicha. Al poner en diálogo a Abū l-Fath o Abū Zayd con Lázaro de Tormes o Guzmán de Alfarache, se ilumina la raíz multicultural de uno de los géneros más emblemáticos de las letras hispánicas y se subraya el carácter necesariamente comparatista de cualquier historia de la narrativa europea que aspire a ser completa.

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Bibliografía básica mencionada

Abu-Haidar, Jareer. 1974. “‘Maqāmāt’ Literature and the Picaresque Novel.” Journal of Arabic Literature 5: 1–10.

Al-Hamadani, Badīʿ al-Zamān. 1988. Venturas y desventuras del pícaro Abū l-Fath de Alejandría (Maqamat). Traducido, con introducción y notas de Serafín Fanjul. Madrid: Alianza Editorial.

Monroe, James T. 1983. The Art of Badīʿ az-Zamān al-Hamadhānī as Picaresque Narrative. Beirut: Center for Arab and Middle East Studies, American University of Beirut.

Nazemian, Reza, Najmeh Shobeiri, and Maryam Rahimian. 2016. “From a Maqama Writing in Arabic Literature to a Picaresque Writing in Spanish Literature: Marxist Reading of Maqamat Tales of Al-Hamadhani, Al-Hariri, and Lazarillo de Tormes.” International Journal of Humanities and Social Science Invention 5, no. 4 (April): 28–39.

Ramírez-Nieves, Emmanuel. 2015. Repenting Roguery: Penance in the Spanish Picaresque Novel and the Arabic and Hebrew Maqama. PhD diss., Harvard University, Graduate School of Arts and Sciences.

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