España en los años ochenta: incluso desde el verso libre predomina la tendencia a confundir la lírica con la expresión directa del pensamiento o del sentimiento, siguiendo a menudo los dictámenes de la preceptiva métrica tradicional. En dicho contexto, el poeta y novelista Rafael Soler (Valencia, 1947) con Los sitios interiores (sonata urgente) (Rialp, 1980), su primer libro de poemas, realiza una propuesta fuera de las convenciones estilísticas y las exigencias comerciales, a la manera de un verso suelto que atenta contra la incipiente cultura corporativa, omnipresente a partir de la Transición. A más de cuatro décadas, manteniéndose férreamente en su heterodoxia, resulta evidente que su escritura podría ser más cabalmente leída y reconocida entre los poetas hispanoamericanos de su generación o los poetas jóvenes españoles, con quienes comparte riesgos formales y la búsqueda constante de cierta originalidad.
Tal anhelo de singularidad se aprecia desde los versos iniciales, en los que predomina una autonomía verbal poco frecuente —contraviniendo inclusive las reglas ortográficas—; una cierta fiesta del lenguaje que se identifica por una clara propensión al desborde, como en el poema “Hay que ser lo que se es, o no ser nada”:
La baca es vuena para el onbre,
y el hombre dormía los jueves por la tarde cuando
el cine
fila doce para soñar despacio
y descubrir en la pantalla una boca submarina labio
fértil que turbaba
la paz de saberte el primero de la clase y
diez en religión.
[…]
No obstante, quizá el rasgo más saltante y sostenido en toda la obra de Soler —identificable desde Los sitios interiores (sonata urgente) hasta Memoria y no (2024)—, sea el interés por cuestionar y subvertir las expectativas de los géneros literarios. Poesía y relato se mezclan e influencian radicalmente a lo largo de esta escritura hasta convertir a su autor en un novelista poético o un poeta novelista. De ahí que el gusto por lo narrativo —explícito desde títulos como No eres nadie hasta que te disparan (2016) o Las razones del hombre delgado (2020)— exprese asimismo un muy contemporáneo conflicto entre la reflexión y la extimidad; o, si se prefiere, el desdoblamiento entre el mundo interior y el exterior. No obstante, la conciencia de que la representación es hegemónica (o que el simulacro se ha hecho incesante) sería lo que lleva al poeta a asumir, con inusual plenitud, la exploración de lo narrativo y lo dramático frente a lo lírico.
Mas aquello se consolidaría en su obra de forma paulatina, por lo que en Los sitios interiores (sonata urgente) el uso de la narración en verso aún se opone ante todo al realismo ingenuo imperante, haciendo suyo el culto al relato fragmentado, disparatado y elíptico. En tal sentido, y matizando el diálogo con las vanguardias históricas, esta poesía estaría, por su manejo del absurdo, más vinculada con dadá que con el surrealismo (de ahí su notoria parquedad frente a lo metafórico). Incluso se podría percibir cierta conexión con el cubismo (por la yuxtaposición de perspectivas), evidente en el fluir de un texto como “Estructura del mar”:
¿Quién dijo que el agua prevalece
que voces submarinas se quiebran
a su paso?
El mar es una esfinge
un tálamo de rosas
que aguarda paciente su destino
(un niño pregunta por su nombre,
un faro parpadea y viste su pupila de gaviotas,
el aire se renueva
el viento crece
la mar pasa de largo como siempre).[…]
De otra parte, complementando el proyecto, y siendo fiel a su interés por el mito y sus mutaciones sucesivas, en esta escritura cobra un papel protagónico la cultura de masas (cómics, televisión y cine). Dicho diálogo explora la integración de las artes que propugnaran las vanguardias históricas, pero aquello para Soler no sería exclusivamente una cuestión técnica sino primordialmente un asunto de cosmovisión (los protagonistas de tebeos, películas y series se evocan y admiran como personajes íntimos y legendarios). De tal modo, desde su escritura adulta, el poeta conserva la disposición mental y el tono de cuando estos seres imaginarios fueron importantes en su infancia.
Y es desde esta perspectiva que Los sitios interiores (sonata urgente) anticipa características desarrolladas recientemente por la poesía joven española del siglo XXI. Nos referimos en particular a la influencia de Trilce de César Vallejo y al trabajo desde una subjetividad poética que no se corresponde estrictamente con la del poeta como individuo (o al menos no desde la temporalidad cronológica). Este último gesto ha cobrado mucha aceptación desde las llamadas poéticas de la niñería; sobre todo a partir de la elaborada conceptualización de Berta García Faet. Ambos rasgos suponen la voluntad de ir más allá de la preceptiva y la normativa habituales, buscando transgredir no sólo lo formal sino, ante todo, la moral burguesa y su medianía. En otros términos, el concebir el lenguaje poético como un atentado contra la racionalidad y el decoro clásico.
Otro rasgo relevante sería su particular versión del culturalismo, identificable inicialmente en el autor de Ácido almíbar (2014) a partir de la previamente referidas mención y reelaboración de los cómics (o tebeos, como se denominaban en su niñez). Aquí debe apreciarse también una aguda y sutil crítica al neoclasicismo y la hegemonía de la Alta cultura (en los términos planteados por Los novísimos). Por consiguiente, el de Rafael Soler sería un culturalismo pop, elaborado no mediante un homenaje explícito o referencial, sino asumiendo las voces y las perspectivas de aquellos personajes para erigir su propio discurso, mezclando subjetividades, a la manera en que esto se realizaba en los juegos infantiles:
¿Vale
que yo era el capitán trueno
y tú sigrid de nordenlandia?
¿vale que la vida es un pañuelo
esta esquina donde tuercen las chapas
su línea boquiabierta de asfalto
preñado y de cristales?[…]
Dicho recurso le permite crear, de forma oblicua, un tejido adecuado para el despliegue de conflictos recurrentes como el cuestionamiento o la rebeldía con respecto a las responsabilidades del mundo adulto.
En consecuencia, incidimos en que la primera poesía de Rafael Soler, coincidiendo con un sector destacado de la poesía contemporánea, deliberadamente se autoinfantiliza con el propósito de generar irreverencia, frescura y sorpresa, lo que ya en sí mismo supone una crítica al logos de la razón instrumental y sus servidumbres. Así, abemolar la escritura sería el equivalente a practicar un habla íntima y secreta, a la vez lúdica e involutiva; atávica, con un componente incluso fantástico, como en el animismo.
Debe de tenerse en cuenta que, a finales del siglo XX, cruciales antecedentes de las poéticas de la niñería, como Ana María Moix y Almudena Guzmán o, aún recientemente, poetas previas a la eclosión millennial, como Ana Sánchez Huéscar, realizaron mediante esta escritura un valioso y valiente cuestionamiento de lo hegemónico y lo patriarcal, sin obtener una visibilidad adecuada. Soler debería ser rescatado entre estas voces como uno de los primeros que las llevó a la práctica desde las particularidades, paradojas y contradicciones de la sensibilidad masculina.
Después de Los sitios interiores (sonata urgente), y tras diecinueve años de silencio editorial, Rafael Soler regresó a la poesía con Maneras de volver (2009) y desde entonces ha continuado profundizando en sus obsesiones. Mas esta vez el énfasis se habría desplazado hacia el relato audiovisual, dejando en segundo plano el canto: de ahí su persistente creación de personajes o las numerosas alusiones al cine negro, recursos con los que edifica una especie de miniaturas poético-narrativas (sacrificando, en cierto modo, la textura del lenguaje a favor de la secuencialidad). En consecuencia, el sujeto lírico, convertido en protagonista de su propia serie o melodrama hermético, continúa transformando la experiencia desde el lenguaje, esta vez a través de la ficción y de la imaginación, desarrollando acertadamente una estrategia de distanciamiento frente al lirismo tradicional.


Zenda es un territorio de libros y amigos, al que te puedes sumar transitando por la web y con tus comentarios aquí o en el foro. Para participar en esta sección de comentarios es preciso estar registrado. Normas: