Inicio > Poesía > 5 poemas de Fernando Escobar Páez
5 poemas de Fernando Escobar Páez

Fernando Escobar Páez es un poeta nacido en Quito, Ecuador, en 1982. Devoto seguidor del Monstruo del Espagueti Volador y del Barcelona Sporting Club de Guayaquil, equipo que acaba de coronarse campeón del fútbol ecuatoriano por 16ava ocasión (SUFRAN). Actualmente anda valiendo verga en su tesis de maestría en Antropología Visual y se dedica a criar 12 gatos feroces. Su obra poética ha sido traducida parcialmente al inglés, alemán, portugués, ruso y francés. Colabora regularmente con varios medios impresos en las secciones de cultura, deportes, esoterismo y política. Ha publicado los poemarios Los Ganadores y Yo (2006), Escúpeme en la verga (2013) y Tu retorno con aliento a biberón, peluche y verga ajena (2018), así como el libro anfibio Miss O’ginia, abominación que va por su sexta edición en seis países diferentes. Textos suyos constan en una veintena de antologías de poesía y crónica periodística, tanto en Ecuador como en el extranjero.

***

LOS GANADORES Y YO

Siempre te dicen
que eres como ellos
y que tú también puedes.
Yo les dejo el mundo
las grandes luchas
y los grandes amores,
tengo los ojos en llamas
y un árbol favorito para mear
que es lo mejor de todo.

***

LAS CHICAS FOLLAN CON TODOS, MENOS CONMIGO

No puedo confiar en algo
que sangra cinco días y no se muere.

South Park

Mis amigos

se la pasan contándome

quien sabe dar una buena mamada

y quien no,

Yo como solo follo por accidente

me quedo callado

regreso a ver

la inutilidad que tengo entre las piernas,

pienso en todos los “casi la cojo”,

compro cerveza

finjo que estoy bien

alzo mi cabeza

el bar está lleno de chicas solas

que no quieren conocerme,

pero igual

escojo mi presa

me acerco

pongo mi mejor cara de

“yo también soy como los otros”,

la chica sonríe

todo va bien,

hasta que empieza a contarme

de lo inteligente que es su novio,

que debería conocerlo

que de seguro nos vamos a llevar bien.

 

Regreso a casa temprano

después de 90 cervezas más

y de haber vomitado en las piernas

del novio de la chica.

***

YO SOY LA REINA DE INGLATERRA

Cuentan que la reina Victoria de Inglaterra
desvirgó su estilete forrado con piel de marta
cibelina por un diplomático expulsado
de un páramo yerto. Los historiadores
también apuntan que dicho funcionario fue
montado en un burro al revés y exhibido
por la Plaza Murillo para deleite de los
campesinos, quienes le obligaron a ingerir
un cántaro de salitre congelado.

La reina descarga su mustélida arma sobre
el mundo que creía conocer, planisferio
de serpiente marina y diamante, con la
certeza de que uno de Los Imperios Donde
Nunca Se Pone El Sol ha sido arruinado
por la mezquindad andina. La Soberana
murmura: No longer exists, You no longer
exists, bitch, Bolivia no longer exists. Bitch
.

Trafalgar Square, La Hora Del Té, los cilicios
y hasta sus impolutas bragas le recuerdan
la impotencia de su fuerza naval –otrora
gloria de La Corona– frente a ese país
miserable, que no debería llamarse Bolivia,
sino llevar Tu Nombre, pues las dos son
desiertos gélidos y receptáculo de seres
grotescos.

Por eso comprendo la irrisoria venganza de
Su Alteza: nada más atroz que territorios y
rostros que no conocen el mar.

***

RE ESCRIBIENDO A PETER PAN MIENTRAS INHALO COCAÍNA

Ven a donde huyo.

Leopoldo María Panero

Asesiné a mi sombra usando pompas de jabón
y no me volvió a crecer. Tengo golosinas y
calaveras en polvo para jugar con los Niños
Perdidos en aquella línea tan blanca como
Wendy violada pero hermosa en su derrota.
Nunca Jamás mi país se romperá aunque el
reloj me acose con su tic-tac: El Cocodrilo vive
en mi nariz.

***

CUERNEÁNDONOS (UIO – Bs.As. – UIO)

Abracé en tu muñeca

una ballena roja que lanza

el pedo más triste

de toda la historia del mar

y doce horas después

ya no teníamos hijo ni tickets para el subte

pero sobraban media botella de vino

un recibo de farmacia

el hedor de nuevas bocas

en nuestros genitales

y una madrugada donde descubrimos

que el enemigo no se calcula

por kilómetros ni aeropuertos.

Se mide en piel.

2.7/5 (26 Puntuaciones. Valora este artículo, por favor)
Notificar por email
Notificar de
guest

0 Comentarios
Feedbacks en línea
Ver todos los comentarios