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6 poemas de Denise Duhamel

Denise Duhamel es una poeta nacida en Woonsocket, Rhode Island, en 1961. Ha sido ha sido poeta residente en la Universidad de Bucknell. Ha tenido residencias en Yaddo y MacDowell Colony. Sus libros se caracterizan por una apuesta poética híbrida en la que el humor y el feminismo son utilizados de manera punzante, como ocurre en Kinky (1997), en el que retrata a un icono de la cultura popular como la muñeca Barbie a través de una extensa serie de posturas satíricas. Fue finalistas del Premio del Círculo de Críticos de Libros (Poesía) 2013 por Blowout y tuvo la beca Guggenheim 2014. Algunos de sus libros más destacados son Sonríe (Warm Spring Press, 1993), La mujer con dos vaginas (Salmon Run Press, 1995), Chica soldado (Garden Street Press, 1996), Kinky (Orchises Press, 1997), Reina por un día: poemas nuevos y seleccionados (Universidad de Pittsburgh, 2001), Blowout (Universidad de Pittsburgh, 2013) o Second Story (Universidad de Pittsburgh, 2021). Su poesía ha sido objeto de numerosas antologías y ha aparecido en las publicaciones anuales The Best American Poetry. Vive en Hollywood, Florida, y es profesora de literatura y escritura creativa en Florida International University. Presentamos una selección de su obra y varios textos de Afortunada de mí (Bartleby, 2008) con traducción de Dagmar Buchholz y David González.

***

POCOS DÍAS DESPUÉS

mi cuñado se cayó del tejado,
un nido con cinco pajaritos también.
Mi hermana trató de reponerlo,
pero la madre no iba a regresar,
y unas horas más tarde el nido volvió a caerse.
Mi cuñado estaba en el sofá,
durmiendo a base de Percocet, cuando mi hermana
se arrodilló en el suelo con un cuentagotas
con leche de soja. Tres de las crías ya estaban muertas.
Llamó al primer veterinario de la lista telefónica.
Mi cuñado se despertó y pidió
zumo, pero mi hermana le hizo bajar la voz
pues estaba hablando por teléfono
con un veterinario que le comentaba que podría probar
a alimentar a los pájaros con comida para gatos mojada en un bastoncillo.
Le llevó un zumo de naranja a su marido
y salió pitando hacia el supermercado, olvidándose de preguntarle
a mi cuñado si necesitaba alguna otra cosa.
Mi hermana estuvo fuera durante una hora, pero los pajarillos
no quisieron abrir sus pequeños picos. No podía dejar de
llorar, mirando el tejado, consciente por primera vez
de la altura desde la que había caído su marido. Luego miró al cielo
preguntándose qué sería lo próximo en caer.

***

SEXO CON UN POETA FAMOSO

Anoche tuve sexo con un poeta famoso
y me estremecí cuando di la vuelta y me encontré al lado suyo
porque yo estaba casada con otra persona
porque no tendría que haber estado bebiendo
porque me encontraba en un hotel lujoso
que no reconocí. Debí haberte dicho
de inmediato que lo anterior era un sueño, pero
un amigo me dijo, escribe acerca de un sueño,
pierde un lector y no quería perderte
de inmediato. Quería que me escucharas,
que supieras que ni siquiera me gusta el poeta del sueño, que él tiene
cuatro hijos, el más joven de mi edad, y que lo encuentro
muy poco atractivo, que sólo lo vi una vez,
me refiero en la vida real, y que fue junto a un grupo inmenso
con el que apenas pude hablar. Él me resultó desagradable
con sus observaciones despectivas sobre las mujeres.
Incluso usó la palabra “Japo”
que tomé como un ofensa directa hacia mi esposo que es asiático.
Cuando estábamos en nuestra primera cita, le dije
“Anoche estuviste hablando mientras dormías
y te escuché sólo para asegurarme que no
mencionarías el nombre de nadie más”. Mi futuro esposo dijo
que no podía responsabilizarse por su subconsciente
lo cual me preocupó e hizo pensar que sus sueños
estaban llenos de rubias en bikinis de piel de conejo.
Pero él dijo que no, soñaba sobre todo peñascos
y con océanos y con volcanes, climas extremos
a los que presenciaba sin poder detenerlos
Y yo le dije, “sólo sueño contigo”,
lo cual era romántico, tonto y falso.
Pero nunca pensé que podría soñar con otro tipo—
mi esposo y yo nunca tuvimos un sólo conflicto,
mi cabeza acomodada dulcemente en su axila, mi brazo
alrededor de su vientre, moviéndose de arriba abajo
la noche entera, poco a poco, cual agua en un lago.
Si me topara con aquel poeta famoso en la calle,
él seguiría andando, célebre bajo sus lentes obscuros
y un blazer con los parches de gamuza en los codos,
sin ceder una sola mirada en mi dirección.
Sé que quizás sientes curiosidad por saber quién es este poeta,
así que debo decirte que las pistas que he dejado
no son certeras, que he disfrazado su identidad,
nunca deberías intentar adivinar quién es…
porque jamás atinarás la respuesta correcta
y si acaso llegaras a hacerlo, no te diría que lo has logrado.
No podría avergonzar a un extraño
que, a fin de cuentas, podría ser una buena persona,
que quizás sólo estaba teniendo un mal día cuando lo conocí,
alguien que tal vez esté un poco cansado de la fama—
que mi esposo y yo consideramos como grandiosa,
aunque en realidad no sé qué tanta fama pueda tener un poeta americano
si, digamos, lo comparas con una estrella de rock
o un director de cine del mismo talento. No tanta,
y el poeta famoso lo sabe, sabe que
no es famoso de verdad si mira sus deudas. Sabe que muchos
de estos jóvenes poetas que jalan sus mangas
tan sólo fingen que han leído todos sus libros.
Pero sonríe de cualquier forma, trata ser útil.
Digo, este poeta tiene algunas cualidades que lo redimen, ¿no es cierto?
Por ejemplo, escribe algún verso yámbico.
De otro modo, qué hacía yo en sus brazos.

***

PARTO

Empujo y empujo pero, en lugar del bebé prometido en la
ecografía, una niña Pinocho se desliza entre mis piernas.
Tiene una nariz elocuente. El cordón umbilical es una maraña
de cuerdas de marioneta. Los médicos empiezan a jugar
con ella. Dicen: «¡Mirad! ¡Está sana! ¡Puede bailar!» Trato de
que la pequeña Pinocho no perciba el desencanto de su
madre cuando los doctores la arrojan a mis brazos. Echo una
mirada a sus frágiles ojos y toco la línea de pintura que se dibuja
en su sonrisa. Desearía ser una madre de verdad.

***

BARBIE BUDISTA

En el siglo 5 A.C.
el filósofo indio
Gautama enseña que “Todo es vacío”
y “No hay yo.”
En el siglo 20 D.C.
Barbie está de acuerdo,
pero se pregunta cómo un hombre
con esa barriga puede posar
sonriendo, y sin una camisa.

***

«POR FAVOR, NO TE SIENTES COMO UNA RANA, SIÉNTATE COMO UNA REINA»

(Graffiti en un lavabo de tías en una universidad de Filipinas)

Recuerda mimarte, recuerda acicalarte.
El mundo no recompensa a las chicas con granos.
No te sientes como una rana, siéntate como una reina.

Compra un champú que realce el brillo de tus cabellos.
Si tu pelo es liso, entonces rízalo.
Recuerda mimarte, recuerda acicalarte.

Mantén tu aliento con sabor a menta y tus dientes blancos y
limpios.
Píntate las uñas para que resplandezcan, diez perlas.
No te sientes como una rana, siéntate como una reina.

Sonríe, especialmente cuando te encuentres mal.
Mantén bajada la capota de tu coche cuando salgas a dar
una vuelta.
Recuerda mimarte, recuerda acicalarte.

No cedas a tus antojos, necesitas estar delgada
para que tu falda pueda levantarse cuando saltes y des vueltas.
No te sientes como una rana, siéntate como una reina.

No te cases con el profesor, cásate con el decano.
Cásate con el rey, no te cases con el conde.
Recuerda mimarte, recuerda acicalarte.
No te sientes como una rana, siéntate como una reina.

***

BARBIE AMERICANA NATIVA

Sólo queda una.

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