Reír por no llorar

¿De verdad nos manda señales el Universo? ¿Cómo ligará la gente en el futuro? ¿Tosen los zombis? Los relatos de esta antología tratan cuestiones muy diferentes, pero tienen un objetivo común: conseguir que los lectores suelten una carcajada y reflexionen sobre ciertas situaciones cotidianas, que pueden llegar a ser mucho más ridículas de lo que parecen a primera vista. Este libro, además, ha sido nominado a los Premios Mandarache para Jóvenes Lectores.

En este making of Borja Echeverría explica el origen de Al Universo no le interesa tu vida (Versátiles).

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Era verano, y pasaba las mañanas tirado en el sofá, enganchado a la programación matutina de La 2: Xena, Los Rompecorazones… y otras series míticas que solo recordamos los que nos criamos en los noventa. Para cualquier niño, ese era el plan perfecto, pero yo me sentía bastante deprimido. Mi abuelo había fallecido hacía poco y estaba muy unido a él.

Ni siquiera recuerdo bien cómo era el chiste: creo que el protagonista de una de esas series de instituto —en las que treintañeros hacían de adolescentes hormonados— se quejaba de que no podía desabrocharle el sujetador a su ligue porque, según él, cada vez los fabricaban más complejos. Entonces, de la nada, aparecía una secuencia animada: varios obreros construyendo un sujetador gigante entre andamios, como si fuera una gran obra de ingeniería.

¿Que por qué os estoy contando esto en lugar de hablar de mi libro? Porque, en ese momento, y para mi propia sorpresa, me reí. Sí, ya sé que era un niño con un sentido del humor bastante básico. Pero el caso es que, después de pasar varias semanas deprimido, lo que me sacó de mi apatía no fue una charla profunda o un abrazo de consuelo. Fue un chiste de ropa interior. Gracias a eso me di cuenta de lo importante que es el humor, y del poder que tiene para hacer nuestras cargas menos pesadas, para ayudarnos a superar los momentos difíciles.

Al Universo no le interesa tu vida nunca fue un libro planeado. De hecho, al principio ni siquiera era un libro. Muchos de los relatos que lo componen fueron escritos sin ningún objetivo concreto. La escritura siempre ha sido para mí una forma de liberar tensiones, de expulsar de mi mente cosas a las que no dejo de darles vueltas y sellarlas en un folio, en ese espacio reducido de veintiuno por veintinueve centímetros.

Y casi siempre, junto a ese impulso de escribir para desahogarme, aparece mi otro gran mecanismo de defensa: la comedia. Ambas van de la mano, así que no es de extrañar que muchas de mis historias acaben derivando al absurdo.

Cuando todo el mundo hablaba de los límites del humor —y hacer una broma podía costarte la cárcel—, escribí un cuento sobre un guardia fronterizo que decidía qué chistes podían entrar en nuestro país y cuáles, por ser de mal gusto, debían quedarse fuera.

En otra ocasión intenté reflejar cuánto puede cegarnos el amor, contando cómo una mujer llamada Eva Braun obviaba los “defectillos” de su novio y lo defendía a capa y espada, a pesar de que sus amigas le decían que ese tal Adolf no era trigo limpio.

A estas historias se sumaron muchas otras: relatos sobre la imagen que vendemos en redes sociales, la explotación laboral, la crisis de los treinta… Cada inquietud que rondaba por mi cabeza acababa convirtiéndose en un pequeño cuento, en un chiste, y así se volvía más asumible, más fácil de digerir.

Lo de publicar un libro de relatos fue algo que se dio con el tiempo. Cuando me animé a compartir mis textos en un taller de escritura, descubrí que no solo me hacían gracia a mí. Esa complicidad me dio el empujón que necesitaba: reuní algunas de mis historias favoritas y me lancé a darles forma de libro. Tuve que llamar a muchas puertas, probar con varias editoriales, hasta que una decidió apostar por el proyecto.

Me gustaría decir que Al Universo no le interesa tu vida es una obra concienzuda, minuciosamente planeada durante años, pero no sería cierto. En realidad, este es un libro espontáneo, irreverente y, a ratos, un poco tonto, igual que el chiste de sujetadores del que os he hablado. Pero a veces, eso es justo lo que necesitamos. Espero que sus páginas logren arrancar alguna sonrisa y ayuden a los que las lean a olvidar sus preocupaciones, aunque solo sea por un momento.

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Autor: Borja Echeverría. Título: Al Universo no le interesa tu vida. Editorial: Versátiles. Venta: Todos tus libros.