Si eres un adicto a la Trilogía del Baztán y esperas una disección pormenorizada de esta novela vinculándola con El guardián invisible, Legado en los huesos y Ofrenda a la tormenta, quizás te sientas defraudado. Lo siento por ti. En estas líneas te voy a hablar solo de La cara norte del corazón, y de cómo descubrí a Amaia Salazar, muy lejos de Elizondo, y muy cercana a mí cuando su creadora se la llevó a miles de kilómetros de distancia, a Estados Unidos.
Hay una teoría no escrita de «las 50 primeras páginas». Si durante ellas un libro no te engancha, debes dejarlo. Hay tantos —y buenos— que no merece perder el tiempo en una novela que no te ha convencido. Durante muchas décadas he cumplido el axioma, aunque en los últimos años cada vez tengo más recelos. Estoy convencido de que hay más factores que influyen cuando no terminas de conectar con un libro: a) los hay que necesitan un tiempo mayor que esas 50 páginas para mostrarse como son en realidad, b) hay novelas con un mal comienzo, pero que luego remontan de forma maravillosa y c) hay momentos de crisis lectora en los que nada te llena ni motiva.
No sé en qué punto me encontraba yo cuando acometí la lectura de El guardián invisible, pero la cosa no funcionó. Dejé el libro abandonado en la balda superior de mi biblioteca, en la que deposito los que sé que volverán a tener su oportunidad. Ha estado allí esperándome hasta hace unas pocas horas. Ahora ocupa un nuevo lugar, en la mesilla de noche. La misma que durante la última semana ha acogido —con deseo y angustia— a La cara norte del corazón, la última novela de Dolores Redondo.
La cara norte del corazón gustará a los seguidores de la escritora vasca, pero también a los que como yo no se habían acercado todavía a su obra. ¿Es necesario haber leído la Trilogía del Baztán antes de La cara norte del corazón? Quizás sea lo más recomendado, pero no lo considero imprescindible. Yo he disfrutado mucho con esta historia, que se desarrolla en Florida, en 2005, antes de los crímenes del «Basajaun».
La cara norte del corazón nos presenta a una Amaia Salazar joven e inexperta, pero que se convierte en parte importante de la investigación para atrapar a un misterioso asesino en serie, «El compositor». Amaia ha viajado hasta los Estados Unidos para un curso de intercambio destinado a policías de la Europol en la Academia del FBI. Allí conocerá al agente federal Aloisius Dupree, un fascinante jefe de la unidad de investigación, que pronto verá el potencial de la policía navarra y la incluirá en su equipo para detener al peligroso criminal que anda suelto. La tía Engrasi y el pasado de los Salazar tienen también su protagonismo en esta nueva entrega de la autora ganadora del Premio Planeta. El matriarcado, la magia negra y los demonios —tan humanos— protagonizan sus casi setecientas páginas.
—Existe una razón que lleva a los seres humanos a desvincularse completamente del lugar donde nacieron y pasaron su infancia, y siempre es una deuda pendiente. Cuidado con las deudas pendientes, Salazar: el tiempo siempre acaba por cobráselas.
A duras penas Amaia logró controlar el impulso de llevarse la mano a la cabeza. La cicatriz ardió bajo su pelo.
La novela está llena de aciertos: el magnífico personaje de Dupree, el agobiante contexto en que se desarrolla la acción —durante la llegada del devastador huracán Katrina a la ciudad de Nueva Orleans—, la medida y atinada alternancia entre los dos lugares en los que se desarrolla la novela, Baztán y Florida, y ese aroma que nos lleva a los mejores momentos de la primera temporada de True Detective. Mención aparte merece ese temible y casi intangible killer que aprovecha los fenómenos atmosféricos extremos, que golpean con gran frecuencia a los Estados Unidos, para masacrar a familias enteras.
Dolores Redondo ha fabricado un thriller que devoras página tras página, un documento de valor incalculable para sus seguidores, que pueden seguir sumando datos para conocer mejor a Amaia Salazar a través de su versión seminal. La cara norte del corazón es una precuela que se lee de maravilla, sin serlo. Un texto que traspasa los límites de la novela negra para acercarnos a nuestros miedos más atávicos y ancestrales. Redondo sabe quién es el demonio, cuáles son sus múltiples nombres —Basajaun, Tarttalo, Inguama—, cómo se esconde en las sombras y nos avisa para que estemos alerta cuando nos enfrentemos a él. El mal no tiene misterios para ella.
Cuento los minutos para terminar con esta reseña y empezar de nuevo El guardián invisible. No sé cómo he podido sobrevivir estos años sin Amaia Salazar. Ella siempre me estuvo esperando allí, al Norte del Norte.
—————————————
Autor: Dolores Redondo. Título: La cara norte del corazón. Editorial: Destino. Venta: Amazon, Fnac y Casa del Libro
También te puede interesar
Zenda es un territorio de libros y amigos, al que te puedes sumar transitando por la web y con tus comentarios aquí o en el foro. Para participar en esta sección de comentarios es preciso estar registrado. Normas: