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Descifrando misterios

Descifrando misterios

Desde Ulises, todo comienza con un viaje. Bueno, un viaje y hacer la maleta. Una de nuestras protagonistas, Arantxa, abandona un montaje de Donnellan. Y nada menos que de un Shakespeare, preocupada por hacer su equipaje.

Su encuentro inesperado con el libro El actor y la diana de Donnellan con el que quedará impresionada: “Algún día lo tendré que entrevistar, pensé. Algún día.”

Un año más tarde, una entrevista —“lo importante no son los personajes, sino lo que pasa entre ellos”— entre Donnellan y Arantxa en el festival de Dublín. El paso de los años y un montón de entrevistas más alrededor de las obras de Shakespeare montadas por Donnellan se convertirán en este libro.

¡Qué misteriosa es la vida!  A un tipo amable y generoso como Donnellan nunca le han gustado las entrevistas.

"El talento de Donnellan es su capacidad para reapropiarse, de manera creativa, el valioso legado de Shakespeare sin empequeñecerlo"

Ante la pregunta de Arantxa de por qué ha ido eligiendo a Shakespeare como compañero de viaje Donnellan se despacha con un “¿hacemos Shakespeare porque nos interesa él o porque él está interesado en nosotros?”. ¿Elegimos o nos eligen? Bueno, más allá de la aparente paradoja, lo que plantea Donnellan es que Shakespeare es un contemporáneo. Es uno de los nuestros y que en “el fondo, comparte con nosotros las mismas experiencias; experiencias sobre las que pensar y preguntarse”. Y que la mejor manera de tratarlo es como se trata a un buen amigo, pero “no en busca de sabiduría o certeza” sino para poder “explorar lo que es el ser humano a un nivel más y más profundo”.

El talento de Donnellan es su capacidad para reapropiarse, de manera creativa, el valioso legado de Shakespeare sin empequeñecerlo. Revelar “ese no sé qué” que las palabras esconden bajo su piel. Agitar la lisura del texto, sumergirse en su profundidad y traer renovados hasta la superficie los posibles sentidos que han quedado sepultados por el paso del tiempo.

Con maestría también nos advierte de las insospechadas pasiones que sostienen las acciones y el carácter poliédrico de los personajes. Donnellan consigue desplazar nuestro punto de vista. Corregir nuestra mirada sin someternos a sus dictados para que desde allí podamos ordenar el mundo a nuestro gusto.

Nos regala espacios sencillos y claros —“La claridad sólo es útil si nos ayuda a ver el misterio”— nos sugiere tiempos posibles y situaciones reconocibles donde poder imaginar lo que está en juego.

"Acabado este viaje y de vuelta a Ítaca, ya no somos los mismos, aunque nos reconozcan al llegar a casa"

En definitiva, de la mano de Donnellan vemos pasar frente a nosotros la singular vida —la que fue, la que es, y la que podría llegar a ser— imaginada por Shakespeare. Una realidad que a veces presentimos, pero que casi siempre se nos escapa. Y que sólo en contadas ocasiones conseguimos distinguir gracias al arte.

Sin duda, el destino, como en las grandes tragedias, ha tejido con hilos invisibles —un montaje, un viaje, una maleta, un libro, una entrevista— una tela de araña donde quedarán atrapadas para siempre las vidas de nuestros personajes: Shakespeare, Donnnellan y Arantxa —la chica de Dublín como ella misma se hace llamar para que Donnellan le recuerde—.

Acabado este viaje y de vuelta a Ítaca, ya no somos los mismos, aunque nos reconozcan al llegar a casa. Comenzamos el viaje inocentes y regresamos culpables. Quizás nuestra única posibilidad de cambiar nuestro trágico destino sea reconocer “nuestra sucia pero gloriosa condición humana y que mantengan la posibilidad de esperanza”. Reconocer que nos encanta la vida. Nos delata la insistencia desmedida, esa hybris que decían los griegos, con la que una y otra vez regresamos al lugar del “crimen”. Donnellan a Shakespeare, Arantxa a Donnellan y nosotros al teatro. Y por supuesto, que nos encantan los misterios. “Si nadie me lo pregunta, lo sé; pero si quiero explicárselo a quien me lo pregunta, no lo sé” o mejor

“De lo que no se puede hablar hay que callar”.

Ser siempre el mismo y siempre diferente. Esa es la naturaleza misteriosa del Arte de Shakespeare y de Donnellan. ¿Y la nuestra?

Qué lástima que en este triángulo amoroso no quede un hueco para Nick Ormerod, el compañero fiel, callado y con un fino sentido del humor que ha acompañado a Donnellan durante todo este viaje.

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Autor: Declan Donnellan y Arantxa Vela Buendía. Título: Donnellan sobre Shakespeare. Editorial: Bolchiro. Venta: Todostuslibros.

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