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El buen «circo» del Planeta: Carmen Mola es una y trina

El buen «circo» del Planeta: Carmen Mola es una y trina

Qué interesante ha sido la septuagésima edición del Premio Planeta. Ya en la víspera, el presidente del grupo empresarial, José Creuheras, reventó, con sonrisa estudiada y mano suave, el turno de preguntas de la comparecencia celebrada en la Lonja del Barcelona con un pepino informativo: el ganador se llevaría un millón de euros. Los periodistas allí reunidos nos miramos entre sí, resoplamos y pensamos —¡precarios del mundo, uníos!— en la metafísica de la cifra, en la cantidad de hipotecas que solventaríamos con esa cantidad de pasta. Un millón de pavos, copón bendito. No había más que añadir, señoría. El titular estaba servido.

"Pizcueto perdido se quedó el personal periodístico, eso sí, cuando descubrió que Carmen Mola era una y trina"

Eduardo Mendoza, en un vídeo elaborado por el Grupo Planeta y emitido durante la gala de entrega del galardón —también durante la rueda de prensa del jueves—, afirma que el gran premio de la casa, “al margen de la literatura, tiene algo de circo en el buen sentido de la palabra. Es talento, organización, espectáculo, público”. Suscribo las precisas palabras del autor de La ciudad de los prodigios o de Sin noticias de Gurb: los Planeta son un espectáculo circense en el que se entremezclan, combinan y difuminan la literatura y el negocio, lo público y lo privado, lo elegante y lo kitsch; una misa laica, frugal, amable y elitista, con su liturgia y su pretendido misterio, desvelado, en realidad, éste último siempre tres o cuatro —o cinco— horas antes de que el afortunado, con su mejor traje, sea reclamado por uno de los miembros del jurado —creo que por Carmen Posadas— para ser ungido con, literal y literariamente, una millonada.

Pizcueto perdido se quedó el personal periodístico, eso sí, cuando descubrió que Carmen Mola era una y trina, y que detrás de la autora de la trilogía de La novia gitana se hallaban tres tipos: Agustín Martínez, Antonio Mercero y Jorge Díaz. Obra premiada: La Bestia, presentada como Ciudad de fuego. Un viejo ganador del Planeta, cuya identidad no me está permitido desvelar, me dijo al terminar la cena: “No me sorprende que sean tres autores. En primer lugar, porque su escritura es muy impersonal; en segundo, por el ritmo y la estructura de sus tramas, que sean guionistas”. Muchas sumas y sumisas sacerdotisas del feminismo institucional y rentable vomitaron bilis en Twitter; no menos machistas (des)acomplejados celebraron la cosa no como un éxito de los galardonados, sino como una presunta derrota de Irene Montero y demás marcas blancas, perdón, moradas. España, en fin.

"No se rasgue la tropa tanto las vestiduras, ahórrense las turras, sean sujetos y no objetos de sus vidas"

Reconozco que no he leído una sola novela de los Carmen Mola y que, por ende, no tengo argumentos teóricos para ensalzar o triturar su obra. Sí que me gustaría, en plan iluso/inocente, que, en “estos tiempos de pena y olvido” (Bunbury), un libro fuera publicado, celebrado y/o criticado por su calidad literaria, no por el sexo —o el género; perdón, en esto me pierdo— o la orientación sexual de su autor, autora o autore. No se rasgue la tropa tanto las vestiduras, ahórrense las turras, sean sujetos y no objetos de sus vidas. Son los Planeta, ¿qué quieren? La finalista, por cierto, Paloma Sánchez-Garnica, recibirá 200.000 pavos por Últimos días en Berlín. Y los asistentes se dejaron las palmas aplaudiendo a los reyes, quienes presidieron el acto.

O sea, el circo.

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Martín Serrano
Martín Serrano
2 años hace

Hola.
Pues todo este «circo» ha desenmascarado el verdadero circo feminista que tenemos montado. Ni más, ni menos.
Que este verano las feministas hayan babeado leyendo bajo la sombrilla a Carmen Mola y que ahora arrojen sus libros en el contenedor merece una reflexión y un estudio sociológico y psicológico de Occidente en general y de España en particular y de nuestros políticos, políticas y polítiques más en particular. Por el bien de la literatura.
Cómo habría sonreído el gran Harold Bloom…

Luis Arean
Luis Arean
2 años hace
Responder a  Martín Serrano

También ha desenmascarado el circo machirulista del que usted es fiel representante, como bien dice el autor:

«no menos machistas (des)acomplejados celebraron la cosa no como un éxito de los galardonados, sino como una presunta derrota de Irene Montero y demás marcas blancas, perdón, moradas.»

Larry Medina
Larry Medina
2 años hace

Yo pienso que si un premio literario reparte un millon de Euros en su primer premio, supongo que van a querer recuperarlo. No ´sé cántos libros hay que vender para recuperar esa cifra, pero me pregunto: ¿el jurado, al escoger al ganador, estará evaluando la calidad literaria o su potencial de ventas?
En los últimos años prolifera todo este asunto de las novelas históricas y Thrillers. Entretenimiento puro y duro. Trapecistas y malabaristas. El hombre bala. El mundo se cae en pedazos, y al parecer no hay reflejo de eso en la literatura.

Luis Arean
Luis Arean
2 años hace
Responder a  Larry Medina

La novela histórica no tiene por qué ser entretenimiento puro y duro. Lea, por favor, las Memorias de Adriano.

Luis Arean
Luis Arean
2 años hace

A mí me gustaría lo mismo, pero dado que el Planeta es un circo, esto es imposible. Se sabía ya pero se ha demostrado fehacientemente que el Planeta es como el mercado de fichajes del fútbol. Se trata de robarle a una editorial competidora a un jugador estrella. Estrella no necesariamente por sus méritos literarios sino por los ingresos que le reporta al grupo.

Sólo hay que ver el escándalo de Cela o el testimonio de Delibes. Si alguna vez el Planeta tuvo algo que ver con la literatura, fue hace mucho. Medio siglo, para ser exactos.

Luis Arean
Luis Arean
2 años hace

Por lo demás, el cambio de sexo (a femenino) es un vil truco de márketing: una mujer que escribe tramas escabrosas, ¡qué diferenciador! Es lamentable, porque como bien decía una autora, el cambio de sexo antes era obligado para mujeres que sólo aspiraban a ser leídas. La situación no es, ni con mucho, simétrica.

Ángel Martín
Ángel Martín
2 años hace

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