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El infierno, una historia de amor

El infierno, una historia de amor

El triunvirato de escritores varones que se ocultan bajo el seudónimo femenino de Carmen Mola vuelve a la carga con un thriller histórico ambientado en la ‘sargentada’ del ejército contra la reina Isabel II en Madrid, así como en aquella Cuba colonial en la que la esclavitud estaba absolutamente normalizada.

En este making of, Carmen Mola explica —o explican— los motivos que le llevó a escribir El infierno (Planeta).

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El infierno es nuestra sexta novela. Eso debería significar que la maquinaria está engrasada, que sabemos perfectamente lo que queremos y cómo conseguirlo, que cada día nos resulta más fácil… Pues no, permitidnos que os digamos que no es así, que nadie aprende a escribir novelas, sólo a escribir la que tiene entre manos. En cuanto acaba una y empieza con otra, el autor debe aprenderlo todo de nuevo. Buscar una idea, documentarse, crear unos personajes, desarrollar su peripecia, encontrar giros creíbles e interesantes. Y no repetirse, sobre todo eso, escribir algo nuevo que vuelva a apasionar a los lectores.

¿De dónde nace El infierno? Como todas nuestras novelas, de las reuniones en las que cada uno de los tres soltamos ideas, unas se descartan de inmediato, otras después de un rato valorándolas, las menos van abriéndose camino y algunas acaban en las páginas del libro, a veces, tan cambiadas, que ni nosotros mismos somos capaces de reconocerlas.

¿Cuáles fueron esas ideas en el caso de El Infierno?

"No queríamos escribir una novela política, sino una historia sobre esa época, en la que la evolución social se pudiera ver, pasar de un Madrid que lucha por comer a otro que se divierte y quiere transformar la sociedad"

Queríamos escribir un thriller histórico, ya lo habíamos hecho con La Bestia y nos lo habíamos pasado muy bien, además nos dio muchas alegrías: el Premio Planeta, viajes de promoción por todo el mundo, traducciones a varios idiomas, nuestros primeros encuentros con los lectores tras abandonar el anonimato… Pero no queríamos que la nueva novela fuese una continuación de la anterior, la historia de La Bestia ya estaba contada y sus personajes habían dado de sí todo lo que necesitábamos de ellos.

El siglo XIX nos gustaba, La Bestia estaba ambientada en 1834, quizá encontráramos otro momento del siglo con la misma fuerza. Tras mucho buscar, nos topamos con la Gloriosa, la revolución de 1868, una de las muchas que intentó el general Prim; Madrid había cambiado, ya no era una ciudad sucia y miserable, había teatro, cafés, diversiones, un gran parque de atracciones al que llamaban Campos Elíseos… ¿Y si intentábamos reflejar esos cambios?

De momento estábamos contentos, pero no queríamos escribir una novela política, sino una historia sobre esa época, en la que la evolución social se pudiera ver, pasar de un Madrid que lucha por comer a otro que se divierte y quiere transformar la sociedad. Íbamos bien porque nos lo estábamos pasando bien, que al final es para lo que escribimos. Para eso y para que los lectores también disfruten.

"No podíamos olvidarnos de que es una novela de Carmen Mola y los lectores nos piden historias intensas, llenas de emociones fuertes y, por qué no decirlo, un poco truculentas"

En el proceso de documentación nos dimos de bruces con la esclavitud, España era de los pocos países europeos que seguían permitiendo la esclavitud en sus colonias a mediados del siglo XIX. Donde más esclavos había era en Cuba. Creemos que hay una conexión especial entre Cuba y España, como si nunca se hubieran terminado de separar del todo por muy distintas que sean sus circunstancias, que en el fondo, como decía la copla, La Habana es Cádiz…

Esa fue nuestra primera gran decisión: escribiríamos una novela sobre la esclavitud en Cuba, ambientada en los años anteriores a la Gloriosa, una época en la que había casi una revolución al mes, las noches madrileñas eran bulliciosas y La Habana era el mejor lugar del mundo. Empezaríamos en una revolución que fracasaba y terminaríamos en otra que triunfaba, la de 1868. Una novela ambientada en Madrid —nos encanta Madrid—, pero también en La Habana, en Matanzas, en Cádiz, en Córdoba…

Claro que no podíamos olvidarnos de que es una novela de Carmen Mola y los lectores nos piden historias intensas, llenas de emociones fuertes y, por qué no decirlo, un poco truculentas. Teníamos la parte histórica, nos faltaba el thriller.

"Siempre que nos preguntaban cuál sería nuestra próxima novela hacíamos el mismo chiste: una comedia romántica. Nadie nos creía"

No podemos contar mucho, que en nuestras novelas a poco que te descuides las destripas o, como se dice ahora, haces un spoiler. Que el posible lector sepa que se va a encontrar con una historia muy de Carmen Mola, con violencia, maldad y crímenes espeluznantes, no decimos mucho más, sólo que seguimos explorando hasta qué punto puede llegar la crueldad.

Afortunadamente, teníamos más ideas… Siempre que nos preguntaban cuál sería nuestra próxima novela hacíamos el mismo chiste: una comedia romántica. Nadie nos creía. Todavía nadie nos cree cuando decimos que queríamos que El Infierno fuese una historia de amor. Decimonónica, a la manera de Carmen Mola, no necesariamente feliz, pero una historia de amor. ¿Seríamos capaces de hacerlo? Para eso necesitábamos buenos personajes.

Descubrimos a las suripantas, cuando leáis la novela acabaréis tan enamorados de ellas como lo estamos nosotros. Unas jóvenes bailarinas de un pequeño teatro de la calle de la Magdalena en Madrid que se convirtieron en la gran sensación de la época, verdaderas estrellas. Nuestra protagonista, Leonor, sería una suripanta. Ella sería el eje de la acción.

"Si conseguíamos unirlos a los tres ya sólo teníamos que echar la historia a rodar, eso es El Infierno: Madrid, La Habana, crímenes, esclavos, teatro y el triángulo amoroso entre Cándido, Leonor y Mauro..."

Hablábamos de revoluciones, ¿por qué no un joven revolucionario? Mauro, un estudiante de medicina gallego que quiere que la revolución triunfe, que España cambie. Él, como es natural, nunca ha ido a ver a las suripantas. Es más, le parece despreciable que esa sea la diversión del pueblo… Y sin embargo estará dispuesto a recorrer medio mundo por una de ellas.

Todas las buenas historias de amor tienen tres patas y a nosotros nos faltaba la parte cubana. Cándido Serra es un español que emigró a Cuba en su juventud y allí ha hecho una fortuna incalculable. Es propietario de Ingenios de azúcar, de plantaciones de tabaco, de palacios y de innumerables esclavos… Es un apasionado del teatro en general y de una bella suripanta en particular. ¿Estará también dispuesto a perderlo todo por ella?

Si conseguíamos unirlos a los tres ya sólo teníamos que echar la historia a rodar, eso es El Infierno: Madrid, La Habana, crímenes, esclavos, teatro y el triángulo amoroso entre Cándido, Leonor y Mauro… Y, como siempre, sorpresas, muchas sorpresas.

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Autor: Carmen Mola. Título: El infierno. Editorial: Planeta. Venta: Todos tus libros, Amazon, Fnac y Casa del Libro.

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