El nombre de la bruja

Marlon James lo cuenta a su manera, con una prosa que sigue siendo brutal tanto en lenguaje como en escenas que se graban en la piel con colores brillantes, “rojo, rojo, rojo” nos dice para hablar de la sangre en un parto sabiendo que cada repetición salpica un poco más la escena hasta llegar a mancharnos los pies. Pero más allá de este recurso visual la novela reta al lector de una forma constante a saber quién habla o qué forma tiene. Las reglas son las que el autor dicta y en este caso ha decidido alejarse de los tópicos y apostar por un mundo agresivo con una tendencia natural a transgredir cualquier cosa que hayamos conocidos hasta ese momento. Nada es seguro cuando un personaje borra la memoria de su oponente tras cada enfrentamiento, vemos cómo nacen leones o se acuestan con serpientes y todos caminan de forma frenética en un ambiente que, sin llegar al terror, obliga a parar y tomar aire antes de que la adrenalina nos nuble la vista. Sologon, a quien habíamos conocido como adversario, ahora gira el prisma del mundo para contarnos la historia de una joven encadenada, maltratada y señalada que, lejos de rendirse, luchará para avanzar le cueste lo que le cueste. Si, como el propio autor dijo refiriéndose a la trilogía Dark Star, estamos ante un Juego de Tronos africano, Sologon deja muy atrás a la mismísima Arya Stark a la hora de luchar por lograr sus objetivos en este mundo maldito en el que le ha tocado aparecer y que se repartirán entre buscar al mentado niño, la caza de Aesi y el esperado enfrentamiento con el Rey Araña. Dos siglos junto a una mujer a la que conocemos de niña y que convierte su aparente insignificancia en su mejor arma hasta el punto de lograr eso que parece imposible y es que una segunda parte supere a su predecesora. Hemos pasado de la brutalidad salvaje a la férrea resistencia de quien se niega a darse por vencido pase lo que pase y hemos terminado agotados, sudorosos y deseando más sabiendo, o al menos intuyendo, que la tercera entrega será mucho más oscura.

Bruja Luna, Rey Araña es mucho más que una fantasía épica, James nos deja un bildungsroman en el que asistimos al crecimiento de alguien en quien, posiblemente, no habíamos reparado hasta ahora. Una novela que puede ser leída de forma independiente pero difícilmente será leída de forma única. ‘Dark Star’ tiene toda la pinta de ir a convertirse en una trilogía imprescindible en el género.

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Autor: Marlon James. Título: Bruja Luna, Rey Araña. Traductor: Javier Calvo. Editorial: Seix Barral. Venta: Todostuslibros.