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El orden secreto de las cosas de tu mundo

El orden secreto de las cosas de tu mundo

Las novelas que ofrecen un epílogo como el que incorpora La naturaleza secreta de las cosas de este mundo son una golosina. En este caso, las siete páginas del epílogo que ofrece Patricio Pron (Rosario, Argentina, 1975) clarifican su novela. En realidad, se asemejan a las soluciones de los crucigramas que traían los periódicos del día siguiente. Aunque el epílogo del epílogo es más divertido que el epílogo a secas que ofrece el final de su novela. Parece como si se tratase de una forma de reivindicar que la naturaleza secreta de la ficción juega, siempre, con la desaparición, el descubrimiento y la confesión de un secreto.

La naturaleza secreta se divide en dos partes y un epílogo, o dos epílogos y un tour por Google Maps. La primera parte se titula ‘Olivia Byrne’. Olivia es la hija de quien da título a la segunda parte, ‘Edward Byrne’. Este se convertirá, porque desaparece, en una obsesión mental para su hija Olivia, que «no evita la pérdida del otro, pero invierte los términos entre quien abandona y quien es abandonado, entre quien se va y quien permanece». La desaparición de Edward, cuando ella es púber, la desequilibra. Su ausencia se instala en la vida de Olivia de forma feral. Y feral es también la manera con la que calificamos la naturaleza secreta de las cosas con la que se construye la cotidianidad de Olivia: como hija que trata a Emma, su madre, de mal rollo y sin caridad; y como actriz que representa todos los días, mientras flirtea con unos y con otras, un papel de niña abandonada.

"Y esta es la genialidad de esta novela, el halo, la capacidad que muestra para expresar y ofrecernos, mientras escribe, lo que una vez le dijo a Olivia su madre, Emma"

El libro despega en la página 44 y desde ahí hasta el final, raudo. Al lector se le propone una pregunta de fogueo: «¿Sabías que cuando tu padre desapareció tu madre tenía una relación con otro hombre?». Si el lector ha permanecido atento, se dará cuenta de que lo que de ahí se deriva es un lugar común narrativo: «Un hombre desaparece. Su mujer tiene un amante»: trama previsible, causas adivinadas, fin de la historia. Es el típico y tópico relato. Pero si el lector lo piensa, cerrar en falso la historia y las historias que contiene esta novela alberga un secreto porque lo que se cierra en falso pertenece a la realidad y solo desde la ficción que superpone Pron a la realidad se consigue rescatar al lector para ofrecerle que, en lo que vivimos y hacemos en la realidad, siempre hay una «zona presidida por una intensidad mayor que la de lo real, donde se manifiesta la naturaleza secreta de las cosas de este mundo». Y esta es la genialidad de esta novela, el halo, la capacidad que muestra para expresar y ofrecernos, mientras escribe, lo que una vez le dijo a Olivia su madre, Emma: «todo lo que podía imaginar era real y existía junto con todo lo otro, con lo que había sucedido realmente».

"Para completar esta pieza reconozco que eché en falta una explícita referencia a Walden, de Henry David Thoreau, que es un sitio donde se refugian los que desaparecen a propósito"

En esta segunda parte los años transcurren en un pispás de páginas mientras que el protagonista, el padre de Olivia, Edward Byrne, abandona su oficio como pintor: «para qué iba a continuar produciendo belleza para un mundo que no la desea». Encuentra la belleza en el periplo que inicia tras una ráfaga de viento. En realidad, la ráfaga es el más importante componente de esa naturaleza secreta de las cosas que configuran, a partir de este momento, el mundo de Edward Byrne. El mundo mental que alberga Edward se asemeja al desorden que ofrece, por ejemplo, El año del desierto de Pedro Mairal y a ciertas recreaciones y ambientes que nos recuerdan a los escenarios por donde se paseaban las ratas en Tiempo de silencio, de Martín Santos. Y es que la naturaleza secreta de la imaginación supera cualquier umbral.

Para completar esta pieza reconozco que eché en falta una explícita referencia a Walden, de Henry David Thoreau, que es un sitio donde se refugian los que desaparecen a propósito. En el epílogo, claro, aunque en la novela se atisba su influencia, no dudamos de que sea otro componente secreto de la naturaleza secreta de la ficción de La naturaleza secreta de las cosas de este mundo, que ha servido a Pron, entre otros fines, para abrir las puertas de Anagrama y presentar, con orden secreto, lo que sigue escondiendo su ficción.

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Autor: Patricio Pron. Título: La naturaleza secreta de las cosas de este mundo. Editorial: Anagrama. Venta: Todos tus libros, Amazon, Fnac y Casa del Libro.

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