El 12 de septiembre de 1969 se estrenó en Francia El ejército de las sombras, dirigida por Jean-Pierre Melville y protagonizada por Lino Ventura y Simone Signoret, una historia sobre la Resistencia Francesa y su lucha contra la ocupación alemana durante la Segunda Guerra Mundial, basada en la novela homónima de Joseph Kessel.
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Título original: L’Armée des ombres
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Título en español: El ejército de las sombras
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Año de estreno: 1969 (Francia)
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Director: Jean-Pierre Melville
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Guion: Jean-Pierre Melville, basado en la novela de Joseph Kessel (1943)
- Reparto: Lino Ventura, Paul Meurisse, Jean-Pierre Cassel, Simone Signoret, Claude Mann, Serge Reggiani, Paul Crachet
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Música: Éric Demarsan
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Fotografía: Pierre Lhomme
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Montaje: Françoise Bonnot
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Duración: 145 minutos
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País: Francia
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Género: Bélico / Drama / Suspenso
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Distribuidora: Valoria Films
¿Por qué fue censurada El ejército de las sombras?
Esta película sobre la resistencia en la Segunda Guerra Mundial fue muy criticada en su momento —en plena resaca del mayo revolucionario— por entender que se trataba de un vehículo para blanquear al jefe de Estado, Charles de Gaulle. Jean-Pierre Melville fue acusado de reaccionario y la prensa destrozó al film. Tampoco el público francés entendió un relato tan gris y austero de la resistencia; muy alejado de la versión heroica que les había contado al finalizar la contienda.
En Italia la película fue prohibida durante unos cuantos años y en los Estados Unidos no pudo ser estrenada hasta 2006. En este último caso, mereció la pena esperar tanto tiempo por la buena acogida de los críticos de cine de ese país. Con el paso del tiempo, el rechazo ideológico que ciertos sectores de la izquierda francesa tuvieron con El ejércitos de las sombras desapareció, y en la actualidad está considerada uno de los grandes clásicos del cine galo.
Jean-Pierre Melville, el director del noir francés
Su pasión por el cine negro le valió el sobrenombre de “padre del polar francés”. Jean-Pierre Melville fue un gran admirador del noir clásico, un género que marcó su forma de filmar. En su cine destaca la importancia de los códigos de honor, sobre todo la amistad entre los hombres, un valor sagrado para Melville. También influyó en su visión del mundo haber sido parte de la resistencia francesa durante la Segunda Guerra Mundial.
Antes de los problemas surgidos con El ejército de las sombras, Jean-Pierre Melville tuvo problemas políticos con los sindicatos cinematográficos que le obligaron a fundar su propia productora para sacar adelante sus proyectos. Jean-Paul Belmondo y Alain Delon fueron algunos de los actores que participaron en sus filmes. Léon Morin, sacerdote fue una de sus películas más famosas; premiada en el Festival de Venecia. Entre su filmografía destacan títulos como El silencio de un hombre (1967), El círculo rojo (1970) y Crónica negra (1972).
Sinopsis de El ejército de las sombras
Francia, 1942, durante la ocupación nazi. Philippe Gerbier (Lino Ventura) es un ingeniero civil que ha entregado todos sus esfuerzos a la valerosa resistencia francesa, de la que es uno de sus máximos responsables. Pero llega el día en que la policía colaboracionista le captura, siendo retenido en un campo de concentración bajo atenta vigilancia. Tras un traslado, logrará escapar improvisando una fuga relámpago. A partir de ese momento viviremos con su testimonio el día a día de la resistencia y sus dificultades ante el poderoso invasor.
Anécdotas y curiosidades de la película
- Su verdadero nombre era Jean-Pierre Grumbach, pero decidió cambiar su apellido por el de Melville como homenaje al escritor de Moby Dick.
- Simone Signoret no dudó en rebajarse el salario para poder participar en la película. Esta fue una de sus mejores actuaciones en la gran pantalla.
- Jean-Pierre Melville quería que la película tuviera un tono austero; para lograrlo hubo muchas escenas sin música, con largos silencios y planos muy largos.
- El autor de la novela, Joseph Kessel, también fue miembro de la resistencia, al igual que Melville. El libro fue publicado en 1943, cuando Hitler todavía parecía que podía ganar la guerra.
- El destino de la mayoría de los personajes de la película, inspirados en miembros de la resistencia reales, fue trágico. El film es un homenaje de Melville a todos ellos.
- Uno de los mayores distintivos de esta película fue su fotografía. Pierre Lhomme utilizó unos tonos fríos y apagados que fueron imitados posteriormente por otras películas del cine negro francés.
Personajes y reparto
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Philippe Gerbier – Lino Ventura
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Luc Jardie – Paul Meurisse
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Mathilde – Simone Signoret
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Jean-François Jardie – Jean-Pierre Cassel
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Félix Lepercq – Paul Crauchet
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Le Masque – Claude Mann
Premios y reconocimientos
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Premio del Sindicato Francés de Críticos de Cine (1970): Mejor película francesa.
- Premios del Círculo de Críticos de Cine de Nueva York (2006): Mejor película extranjera.
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Reestreno en Estados Unidos (2006): críticas elogiosas en The New York Times y The New Yorker. Fue incluida entre las mejores películas del año.
Dónde se puede ver El ejército de las sombras
Filmin, Youtube, Google Play y Apple TV.
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La película puede ser muy buena y existió mucho valor en quienes integraron la Resistencia Francesa contra la Alemania Nazi pero hay dos hechos que no pueden ignorarse: La Resistencia Francesa fue sobredimensionada después de la derrota nazi, tanto en el número de participantes, inflando el número de sus integrantes como la importancia de sus actividades contra la ocupación alemana. En la mayoría de los franceses no se impuso el espíritu de resistir sino la resignación del derrotado, como la vergonzosa rendición de Francia ante Hitler por la incapacidad y cobardía de la mayoría de sus dirigentes políticos y comandantes militares y no solo muchos franceses colaboraron con los nazis durante la ocupación extranjera, muchos otros actuaron como perros de presa a las órdenes nazis persiguiendo judíos y refugiados. Otra gran verdad es que los españoles que huyeron de la derrota ante las fuerzas franquistas se unieron a la Resistencia Francesa y lograron articularla, eran gente con tabaco en la vejíga, con guáramo, a quienes no se les enfriaba el guarapo, que no dudaron en empuñar las armas o los martillos, para luchar o sabotear al enemigo nazi. Francia fue aplastada casi sin combatir en 1940 por Alemania y eso de “potencia victoriosa” fue una invención británica y americana para disminuir la cuota parte de la extinta Unión Soviética en la repartición de Alemania y presentar un frente europeo contra el expansionismo soviético que pretendió apoderarse de Europa, porque el ingrato Stalin, primero aliado de Hitler en la invasión y participación de Polonia, además de apoderarse de los países del Báltico, quería adueñarse de Grecia, de Italia y de Austria, y olvidó que si la Unión Soviética logró salvarse de la invasión alemana fue por la ayuda de miles de toneladas de alimentos, de medicinas, de combustibled, de armas y municiones, aviones, camiones, tanques de guerra, barcos y demás auxilios militares que le regaló Estados Unidos. El Ejército de las Sombras fue en realidad una pequeña milicia de saboteadores, organizados por los británicos y muchos voluntarios españoles.
Lograda la liberación de Francia por las fuerzas militares de Estados Unidos, Reino Unido y su Mancomunidad Británica (especialmente sus auxiliares de Canadá, Australia y Nueva Zelanda), el jefe del gobierno colaboracionista de Vichy, el Mariscal Petain, fue apresado, enjuiciado y condenado a muerte por traición a la patria, pero el General De Gaulle, no quiso ser clemente, le pareció más cruel, mantenerlo vivo hasta su muerte natural, para su mayor vergüenza y humillación vitalicia, y le conmutó la pena de muerte, no recuerdo sí en la horca, como a los peores criminales, o en la guitollina, la democrática herramienta de ejecución preferida de ese coherente revolucionario que fue Maximiliano Robespierre, promotor de la ley de abolición de la esclavitud aprobada por la Asamblea Nacional de Francia en 1794, después derogada para restablecer la esclavitud por el gran traidor a la Revolución Francesa que fue el golpista General Napoleón Bonaparte, quien también restableció la monarquía en cabeza propia y por eso es “héroe admirado y ejemplo a imitar” por todos los ambiciosos “militares” o macheteros de pacotilla de Costromo desde que ingresan a las Academias Macheteras, unidas bajo un lema común: “Costromo es un botín y los Macheteros sus saqueadores”.
Al Mariscal Petain, condenado a la pena de muerte por traicionar a Francia, se le conmutó la pena por cadena perpetua, por prisión de por vida.
Lo mejor del Ejército de las Sombras es que reivindica el derecho de un pueblo a luchar contra sus opresores aunque sus gobernantes y comandantes militares lo hayan traicionado. Que los políticos y los altos mandos militares hayan pactado la rendición ante el enemigo libera al pueblo víctima de la ocupación de todo deber de obediencia ante los ocupantes y los colaboracionistas, por tanto, es legítimo oponerse a la ocupación con las armas, con sabotaje y con toda herramienta de lucha, desde la desobediencia pacífica hasta el magnicidio. Lo mismo vale en toda lucha contra una dictadura, más aún sí el dictador es un usurpador extranjero o títere de una dictadura extranjera.
Al hablar de magnicidio lo entendemos como la ampliación del Tiranicidio, que fue aprobado hasta por Santo Tomás de Aquino, Doctor de la Iglesia. Es decir la ejecución de los tiranos y de sus principales instrumentos como cómplices de represión violenta, de la tortura y muerte de los líderes populares en defensa de la libertad y la democracia, quienes se ven obligados a usar la violencia en defensa propia y en defensa del pueblo contra sus opresores prevalidos de la fuerza pública que usurpan. Así es válido el magnicidio contra el tirano y contra los jefes de los cuerpos represivos, incluso de los jefes de los poderes públicos usurpados. Por esto cuando la Resistencia Francesa ejecutó jefes policiales, jueces y otros importantes colaboradores de la ocupación alemana, no estaba cometiendo actos de terrorismo (aquellos que pueden matar aleatoriamente a cualquier persona inocente) estaba ejecutando a enemigos y traidores en tiempos de guerra. Esta distinción es importante porque toda Resistencia presupone un enemigo extranjero que ocupa un país y el pueblo ocupado lo enfrenta sin contar con fuerzas militares propias y no incurre en terrorismo sí actúa para matar selectivamente solo a los integrantes de las fuerzas militares extranjeras y a los colaboradores que cometen traición a su propia país, es decir aquéllas personas que voluntariamente colaboran para asegurar el éxito de la ocupación extranjera, no aquéllas que actúan bajo coerción, fuerza o amenaza. Esta película francesa fue muy polémica en su tiempo porque no aceptó las tesis de Sartre (y Simone de Beauvoir, con su novela de tesis filosófica “La Sangre de los Otros”) que aprobaron el terrorismo. Aunque ya sabemos que Sartre fue un cegato estalinista y exageró su rol en la Resistencia Francesa, colocándose el mismo la etiqueta de “héroe”. Para la Resistencia Francesa era inaceptable el terrorismo (no el sabotaje) y mucho más la muerte de inocentes, de niños, de mujeres y de no combatientes. Solo buscó matar a los militares alemanes y a sus sirvientes franceses, que abundaban más de lo que se quiere admitir.
Tan falso es que Francia fue una “potencia victoriosa” de la Alemania Nazi en la Segunda Guerra Mundial, cuando fue aplastada por los ejércitos alemanes en 1940, ocupada y dividida, y fue colaboradora forzada del esfuerzo de guerra alemán (construyendo armas para el ocupante alemán y suministrándole alimentos y materias primas para su industria) como es mentira que la extinta Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas le ganó la guerra “sola” a la Alemania Nazi: Como Gran Bretaña, la Unión Soviética resistió la ofensiva alemana por la masiva ayuda de Estados Unidos, no solo en millones de toneladas de alimentos para que no murieran de hambre, también en millones de toneladas de armas, municiones y equipos militares. Estados Unidos donó a la Unión Soviética casi 15 mil aviones (bombarderos, cazas y caza-bombarderos), más de 7 mil 500 tanques de guerra, 28 buques de guerra (1 acorazado, 9 destructores, 4 submarinos y 5 buques dragaminas y 9 buques de arrastre dragaminas), miles de lanchas de desembarco, miles de jeeps, miles de camiones y hasta le construyó tres fábricas de camiones en suelo soviético. También Estados Unidos le donó repuestos para todas las armas y envió personal militar para instruirlos y enseñarles a operar y reparar las armas, aviones, vehículos y embarcaciones militares. Además les donó tractores, locomotoras, vagones de ferrocarril y suministros médicos. Y por si fuera poco, los Estados Unidos con Reino Unido y su Mancomunidad Británica combatieron en África del Norte, en el Mediterráneo, en Italia, en Francia, Bélgica, Holanda, en el Mar del Norte, en el Canal de la Mancha y en el Atlántico contra Alemania y su aliada Italia, hasta que sus fuerzas militares se adentraron en el mismo suelo alemán, sin olvidar los bombardeos contra el territorio de la Alemania Nazi.
Así que la mentira jactanciosa de Putin y antes de los jerarcas comunistas soviéticos, de ganarle ellos solos la guerra a la Alemania Nazi fue siempre propaganda engañosa comunista, desmesurada mentira de los herederos del criminal Rey Comunista Josif Stalin, aliado de Hitler al invadir y repartirse Polonia y conquistar y anexar las repúblicas bálticas.
El mundo parece olvidar que Stalin fue aliado de la Alemania Nazi al inicio de la Segunda Guerra Mundial y que la extinta Unión Soviética abasteció de petróleo, alimentos y materias primas a la Alemania Nazi hasta que el atrabiliario Hitler, contra toda lógica militar, decidió atacar a su aliado comunista antes de derrotar a Inglaterra, lo que imposibilitó su victoria. Cuando Hitler cometió tal desvarío, los británicos dijeron con alivio: Este austriaco cometió la mayor torpeza alemana: combatir en dos frentes por decisión propia. Estados Unidos combatió en dos frentes, contra el criminal, racista y militarista El Imperio del Japón en el Pacífico, y contra la Alemania Nazi en Europa, el Atlántico y el Norte de África, por decisión de sus enemigos. Y los aplastó en ambos. Esta fue la realidad. Esta es la Historia.