Como sucede en otras disciplinas, también en el caso de la filosofía podemos distinguir entre la historia oficial y la real. Entre los hechos y las interpretaciones, por decirlo con Nietzsche. Y no es que carezcamos hoy de relatos que busquen paliar esos silencios inexcusables; no faltan, en verdad, ensayos que proponen reconocer el papel desempeñado por las mujeres en la larga tradición del pensamiento.
Para ello fue indispensable que muchos astros se alinearan, lo que demuestra que no decía Hegel tantos disparates al hablar de la astucia de la razón. O sea, que la verdad va jugando con los hombres, desvelándose, aprovechando los resquicios que dejan la historia y sus dramas sucesivos. Así, para que Anscombe, Murdoch, Food y Midgley —el cuarteto que se conoció y afrontó penurias y bienaventuranzas comunes en Oxford— pudieran sentarse en esos pupitres avejentados y llenos de sabiduría, la guerra mundial tuvo que desterrar a los varones, transportándolos de las aulas a las trincheras. Algunos se quedaron, pero como las universidades se desangraban, se tomó la decisión de dejar que deambularan por sus claustros las mujeres.
Lo que vino después fue, en términos filosóficos, una auténtica revolución. Cada una a su manera, sin abdicar de sus idiosincrasias y pasiones —unas, más filosóficas; otras, literarias; unas, con inclinación para la vida familiar; otras, independientes y ambiciosas, como amazonas salvajes—, compusieron poco a poco una novedosa sinfonía sin la intención de enfrentarse a sus maestros, pero que a la postre sirvió de tragaluz para airear la ética con cierta rebeldía. Su legado ha sido fecundo, a pesar de que no se reconoce suficientemente.
Para revelar la altura de estas mujeres y su impacto, nada mejor que consignar, como hacen Clare Mac Cumhaill y Rachael Wiseman en Animales metafísicos (Anagrama), las opiniones de sus profesores y tutores en una universidad demasiado masculinizada. De ellas dijeron que podían mirar de tú a tú a los grandes genios, aunque en muchos casos las obligaciones familiares y los lastres de género impactaran negativamente. Ahora bien, tras el perfil que trazan de cada una de ellas sería difícil pensar que su condición femenina les hubiera pesado tanto como para obligarlas a agacharse ante la presión del otro sexo. Eran suficientemente inteligentes como para saber que solo acaba siendo esclavo el que no aspira a reconocer su independencia. Lo que estoy queriendo decir es que, más allá de sus éxitos o fracasos, solo se les cerraron las puertas que ellas mismas se negaron a abrir. Anscombe criticó al propio Truman, por ejemplo, o conversaba con Wittgenstein, mientras vivía rodeada de chiquillos.
A diferencia de Animales metafísicos, que destaca por su exhaustividad a la hora de relatar el paso de estas intrépidas de la filosofía por los jardines oxonienses, el libro de Benjamin J. B. Limpscomb las sigue incluso más allá de la universidad, contándonos con igual prolijidad los caminos que ya de adultas tomaron. Por eso, El cuarteto de Oxford (Shackleton Books), complementa perfectamente la biografía coral de Mac Cumhaill y Wiseman. Hay —no merece la pena ni comentarlo— algunas repeticiones, pero en conjunto merece la pena leer los dos volúmenes sucesivamente porque se gana en profundidad y comprensión. Que haya coincidido su publicación es una suerte y una forma de rendir un auténtico homenaje a quienes, sin pretenderlo, cambiaron el rumbo de la filosofía práctica.
Los estilos de los ensayos son distintos; los enfoques no tanto. El de las profesoras es quizá más académico, una auténtica investigación. Y no es que Lipscomb carezca de rigor, pero este imprime un mayor ritmo narrativo y abunda más en la anécdota, resultando más divulgativo. Lo más interesante es el punto de partida de ambos y la analogía que establecen entre el desierto que dejó el reclutamiento bélico y el poco ubérrimo campo de la ética. En efecto, los protagonistas de la filosofía moral inglesa esbozaron un sistema meramente formal que descafeinaba las exigencias del bien. De Ayer y Hare procedía una manera de pensar que restaba gravedad a las conculcaciones de la dignidad humana, ya sea transformando la moral en una disquisición más o menos aguda sobre las palabras, ya sea apuntando que lo bueno y lo que no es tanto dependen del enfoque de cada sujeto. Las cuatro amigas, conscientes de la tragedia del nazismo y de que vivían en un momento crucial —conscientes, al fin y al cabo, de que no podían titubear a la hora de escoger el lado correcto de la historia— indagaron en la objetividad de los valores y criticaron, con la dureza de su sagacidad, aquellas corrientes —masculinas— más conniventes con la injusticia. Desafiaron al establishment, sin dudarlo.
Uno de los principales problemas de la reflexión moral —y, en general, de la academia— es la lejanía con los problemas de la vida. Lo que hicieron estas oxonienses no fue tanto sacarse de la chistera soluciones para acallar los dilemas morales como abrevar en la tradición griega, ahondando en las mismísimas raíces de la ética. Murdoch se fijó en Platón; el resto, volvió a Aristóteles; pero las cuatro entendieron que la moral no podía renunciar a su conexión con las verdades de la existencia. Si acertaron o no, que lo decida cada uno; ahora bien, nadie puede hurtarles el mérito de regenerar la filosofía moral, un logro que conquistaron relacionando el bien con la felicidad humana.
Sería difícil destacar lo que conseguido por cada una de ellas. Pero queda claro es que vivieron al cien por cien, tanto intelectual como sentimentalmente. Las dos biografías se inmiscuyen en los vericuetos de su amistad y de sus pasiones, de sus celos, enamoramientos e infidelidades, reflejando la proximidad que ya el discípulo de Sócrates atisbó entre la llama de la filosofía y la del amor erótico. Aunque eran diferentes, todas se encontraban dotadas para la filosofía y compartían un mismo dogma: lo más importante era la verdad y vivir de acuerdo con sus exigencias.
Desde este punto de vista, es sumamente acertado el título del ensayo aparecido bajo el sello de Anagrama, Animales metafísicos. Porque lo que vincula a este grupo, además de la amistad, es el convencimiento de que las aspiraciones humanas desbordan lo meramente material. Necesitamos comer y beber o que otros acudan solícitos a paliar nuestras necesidades: en eso, los profesores de Oxford y estas mujeres estaban de acuerdo; pero lo que más ansiamos es desentrañar lo que somos, descubrir el sentido de nuestra existencia. Anscombe, Murdoch, Foot y Midgley nos enseñan dónde reside y recuerdan algo básico; que hemos de seguir esforzándonos por ser buenos.
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Autoras: Clare Mac Cumhaill y Rachael Wiseman. Título: Animales metafísicos. Traducción: Daniel Najmías. Editorial: Anagrama. Venta: Todos tus libros.
Autor: Benjamin J. B. Lipscomb. Título: El cuarteto de Oxford. Traducción: Inga Pellisa. Editorial: Shackelton. Venta: Todos tus libros.
Enhorabuena, Josemaría!
EL OBJETO DE
ESTUDIO DE LA
FILOSOFÍA ES
“DESCUBRIR EL
SENTIDO DE NUESTRA
EXISTENCIA”.
LA VERDAD
LA MORAL
EL AMOR
LA PASIÓN
EL EROTISMO
EL ENAMORAMIENTO
LOS CELOS
LA AMISTAD
LA BONDAD
LOS DOGMAS
LA OTREDAD
LA IDENTIDAD
LA TRAGEDIA
JOSÉ MARÍA
CARABANTE SOBRE EL
ENSAYO.
LA NECESIDAD DE
ENTENDER.
RECONOCERNOS
HUMANOS.
S E R
LOS SERES HUMANOS
FORMAMOS PARTE
DEL DISEÑO DE LA
CREACIÓN “PARA VIDA
ETERNA”.
LOS ATENIENSES Y
AQUEL “DIOS NO
CONOCIDO” DEL CUAL
PABLO LES HABLÓ EN EL
AREÓPAGO.
LA “PIEDRA ANGULAR”
QUE QUIESON
CONOCER ALGUNOS
GRIEGOS.
LA IRRUPCIÓN DE
“LA PLENITUD DE LA
DIVINIDAD” EN
LA HISTORIA
FILOSÓFICA OCCIDENTAL &
ORIENTAL.
“NO HAY HECHOS ,
SÓLO INTERPRETACIONES”
Nietzsche
ANSCOMBE
MURDOCH
FOOD
MIDGLEY
Son las filósofas
que fecundan el libro de
CLARE y RACHAEL
Ellas se formaron en la
Universidad “vaciada” de
hombres durante la Segunda
Guerra Mundial y “HACEN”
renacer la filosofía.
HECHO: LOS HOMBRES
COMO SOLDADOS (LA
COYUNTURA PARA LA LOGRADA
INVASIÓN FEMENINA EN
LAS AULAS).
HAY HECHOS.
HAY INTERPRETACIONES.
YO NO LEÍ EL LIBRO
TRADUCIDO POR NAJMÍAS.
NO SOY EXPERTA EN
FILOSOFÍA.
PARA MÍ, TODO ES ‘EN
PRESENTE’ (NO ES UN
PASADO CERRADO).
PASÉ A DOCUMENTARME
PARA CONTEXTUALIZAR Y
LLEGAR AL
CONOCIMIENTO DEL
AFORISMO , CON ESE NOMBRE,
Y ENTENDER A MÍ MANERA
LO QUE PUSO EN
PALABRAS EL FILÓSOFO
CITADO AL INICIO.
PARA “EL CUARTETO DE
Oxford” ES ASOCIABLE LA
FRASE DE DENIS : “NO
EXISTEN CASUALIDADES.
EXISTEN OPORTUNIDADES”.
31/12/’24 . ALSINA 798. BURZACO.
PROVINCIA DE BUENOS AIRES.
ARGENTINA.
EL TIEMPO VIAJA CONSTANTE.
LOS ESPACIOS PUEDEN
SER CUALESQUIERA (SI EL
TÉRMINO EXISTE).
SI PUDO SER , PUEDE SER.
¿INTERPRETACIONES? SÍ,
POR SUPUESTO. “LEER/
ESCUCHAR. COMPRENDER.
REFLEXIONAR. DISCERNIR”. HACE
SU APARICIÓN MARCELA.
LA INSPIRACIÓN ES REAL &
LITERAL.
NIETZSCHE “PELEA” A LOS
DOGMAS COMO
UNIDADES DE SENTIDO
CERRADAS.
HEGEL Y LA RAZÓN
SUPERIOR A TODO. ELLA
EXCEDE AL HUMANO Y A LA
NATURALEZA PORQUE ESTÁ EN UN
NIVEL MÁS ALTO.
AHORA, LOS SERES
HUMANOS TENEMOS
CONCIENCIA Y ELLA ES EL
ÚTERO QUE CONTIENE LA MORAL.
UNO SABE QUÉ ESTÁ BIEN Y
LO QUE NO. EMANCIPADO
DE TODA FILOSOFÍA.
ES MÍ FORMA DE ENTENDER Y
ABORDAR A PARTIR DE
LOS TEXTOS QUE USÉ PARA
INFORMARME . NUTRIRME.
CERO CULTA.
ESTE POSTEO DE
CARABANTE ES GENIAL . PARA MÍ, LO
ES.
LAS ESCRITURAS SAGRADAS
SON REALES.
LAS DEFINICIONES DE LOS
DICCIONARIOS SON REALES.
“COMO SUCEDE EN OTRAS
DISCIPLINAS, TAMBIÉN EN EL
CASO DE LA FILOSOFÍA
PODEMOS DISTINGUIR ENTRE LA
HISTORIA OFICIAL Y LA
REAL. ENTRE LOS HECHOS Y LAS
INTERPRETACIONES, POR
DECIRLO CON NIETZSCHE”.
JOSÉ MARÍA CARABANTE
ESTA ÚLTIMA ORACIÓN TEXTUAL
APARECE RESALTADA EN EL
TEXTO ORIGINAL.
EL TEXTO ORIGINAL
(ARTÍCULO BAJO LA
AUTORÍA DE CARABANTE) ES UN
HECHO COMPLETO: MAYÚSCULA
DE INICIO “FILÓSOFAS Y
REBELDES” HASTA SU
PUNTO FINAL. HECHO
EN LA SUB-SECCIÓN
“COMENTARIOS” (ENTIENDO QUE ESTAS LETRAS
APARECEN EN LO MICRO DE LO
MACRO “NO FICCIÓN”)
INTERPRETO. NO MODIFICO
A CARABANTE PORQUE SU
EXPOSICIÓN SOBRE LAS
FILÓSOFAS SE CERRÓ.
YO LO PELEO AL
PENSAMIENTO, TAMBIÉN
CERRADO ,DE NITZSCHE.
▪ÉL HIZO FILOSOFÍA.
▪CARABANTE TIENE LA
APROBACIÓN
CERTIFICADA PARA ABORDAR LA
FILOSOFÍA EN LOS SALONES
MADRILEÑOS. AQUÍ.
●PABLO EN EL AREÓPAGO
TUVO LA AUTORIDAD PARA
EXPONER EN ATENAS LA
VERDAD FUNDACIONAL
DE SU FE.
▪MI APARICIÓN ES UNA
CONCLUSIÓN
INSPIRADA A PARTIR DE LO
QUE SUCEDIÓ (PASADO) EN
CADA CASO. TODO
RESURGE COMO HECHO.
ASÍ , LO INTERPRETO.
“LAS UNIVERSIDADES SE
DESANGRABAN”
EL POSTEO DE CARABANTE.
AHORA, ¿POR QUÉ PERDÍAN
PARCIALMENTE “SU SANGRE”?
EN CONTEXTO: LA
SUSTANCIA ROJIZA DE LAS
UNIVERSIDADES ERAN LOS
ALUMNOS VARONES.
LA PÉRDIDA NO FUE TOTAL.
LA TRANSFUSIÓN : LAS
MUJERES.
¿QUÉ OTROS FACTORES
PUEDEN DESANGRAR LAS
UNIVERSIDADES?
AHÍ , EL TERRENO , PUEDE
VOLVERSE PANTANOSO.
HOSTIL.
EL GERMEN DEL AFORISMO
NO LO TENGO CERTERO.
UN PENSAMIENTO
NECESITA DE LA
PALABRA PARA TENER
FORMA PROPIA.
LOS FILÓSOFOS
NECESITAN LA
PALABRA : PIEDRA
FUNDAMENTAL.
LA ANGULAR , ES EL VERBO.
VERBO = PALABRA
estado
acción
EXISTENCIA
FILOSOFAR
“FILÓSOFO CONSCIENTE”
(PATY)
“LEER / ESCUCHAR.
COMPRENDER.
REFLEXIONAR. DISCERNIR”.
(MARCELA)
“PENSAMIENTO
FILOSÓFICO”
LA BIOGRAFÍA DE
CARABANTE
ABSTRACCIÓN
PENSAMIENTO
FILOSOFAR
IDEA
PALABRA
VERBO
EXISTENCIA
ESTADO
ACCIÓN
PIEDRA
ANGULAR
FUNDAMENTAL
FUNDACIONAL
PRINCIPAL
LA DISTINCIÓN ENTRE ELLAS
SE LA DEBO A ALICIA.
PARA MÍ, POR LO QUE
ENTIENDO DESDE DIVERSAS
BIBLIOGRAFÍAS / AUTORES,
EL PENSAMIENTO
FILOSÓFICO ES AQUEL
QUE BUSCA UNA
RESPUESTA SOBRE UN
TEMA CON RAÍCES
SUBTERRÁNEAS Y QUE NOS
ATRAVIESA A TODOS.
LA INSPIRACIÓN EXISTE
COMO VERBO.