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Los juegos del beber

Aceptémoslo: en nuestro país se considera tradicionalmente el juego como una actividad “poco seria”. De perder el tiempo. Cosas que hacen los niños… o, lo que es peor, lo que hacen los hombres en el bar, bebiendo y jugándose el jornal en lugar de llevarlo a casa para alimentar a su familia. Los “juegos de mesa para jugar en familia”, aunque ya se comercializaban en España en los años 30, siempre tuvieron un mercado mucho más reducido en la península que en Francia, Inglaterra o sobre todo Alemania.
Y como lo hemos aceptado… Vamos a hablar de juegos que son (básicamente) una excusa para pillarse una zurza (sí, esos juegos que les recomendé que NO jugaran en las fiestas navideñas, que ya se bebe bastante).

Juegos comerciales:
Juegos que se pueden adquirir hoy en día en Amazon (palabra del articulista, que casi nunca dice mentiras).

101 Drinking Games. Los “juegos reunidos” pero del beber. Las reglas están en el idioma de la pérfida Albión, así que la mayoría de los políticos de este país abstenerse (o que se busquen un traductor).

Beer Pong. Eso que se ve en las pelis americanas que hacen los estudiantes universitarios a puerta cerrada: un grupo de vasos de plástico, una pelota de ping pong o similar y si aciertas beben todos y si fallas bebes tú (aunque yo no me gastaría 9 leuros más gastos de envío por algo que puedes comprar por un par de monedas en un bazar chino, pero bueno…).

Ruleta de chupitos. Es, básicamente, una ruleta convencional. Se apuesta al rojo o al negro. Si sale rojo, beben unos, si sale negro, beben los otros ¿Y si sale verde? ¡Beben todos! Lo comercializa la casa Hobby Toys UK como una propuesta para despedidas de solteros… Aunque lo mismo que el anterior, si uno no se quiere gastar una pasta, con usar una baraja de póquer bien barajada…

Ruleta (rusa) de chupitos. ¿Quién no ha jugado al juego de la botella? Pues esto es lo mismo, pero en lugar de intercambiar besos se beben chupitos. Balvi comercializa una versión un poco más sofisticada del juego, pero básicamente es eso…

Un lugar de honor se merece el juego Las Aventuras del barón Munchausen, libro publicado por primera vez en 1781 sobre la exagerada vida de un personaje real: Karl Friedrich Hieronymus, barón de Münchhausen, (nótese que al personaje ficticio le falta una “h” y no tiene diéresis sobre la “u”). Este gran fabulador divertía a propios y extraños contando anécdotas inverosímiles, que en teoría había vivido personalmente, como que había volado cabalgando en una bala de cañón, se había sacado de un pantano él solo tirando de su coleta y había viajado a la luna… La editorial La Factoría de Ideas, en el 2001, publicó un juego conversacional de beber (con cierta moderación) llamado precisamente Las Extraordinarias Aventuras del Barón de Munchausen. La editorial cerró y el juego está descatalogadísimo, pero sólo por su lectura merece la pena adquirirlo de segunda mano si tienen interés.

Juegos clásicos:
Los juegos con los que toda una generación (por no decir dos) aprendieron a beber:

El Duro. Se necesita un vaso por jugador más uno de más, así como una moneda de 5 pesetas de las de antes (en su defecto, una de 20 céntimos de euro vale). Los vasos se disponen en círculo, cada uno enfrente del jugador (o se pueden numerar). Cada vaso se llena. En el centro se pone el vaso de más (que no se llena). Por turno, los jugadores tiran la moneda: ha de rebotar en la mesa e introducirse en un vaso. El dueño del vaso donde caiga la moneda ha, obviamente, de beber el vaso para “rescatarla” y seguir jugando. Si la moneda cae en el vaso central (vacío) todos deben apurar sus vasos diciendo (muy importante) un sonoro ¡MIERDA! (variante: el último que vacíe el vaso ha de beber otro más). Si un jugador tira la moneda al suelo… se ha de beber su vaso. Y si nadie acierta en ningún vaso… nadie bebe.

Ocalimocho. No deja de ser una variante de la Oca. Como esta, se juega sobre un tablero y hay que ir avanzando en el recorrido. Cada vez que la ficha del jugador acaba en una casilla terminada en 8 hay que decir: “De 8 en 8 y bebo calimocho”. Por lo demás, hay que seguir las instrucciones de cada casilla (normalmente, beber, avanzar o retroceder). Les adjunto un esquema del tablero por si se animan a probarlo…

Quinito. Se juega con un cubilete (de los grandes) y dos dados. Consiste en sacar mayor puntuación que el jugador anterior… pero sin mostrar la tirada (ocultándola con el cubilete, vamos). El jugador puede mentir… o no. Y el siguiente jugador creérselo… o no. Así que pueden pasar dos cosas: que el jugador haya dicho la verdad (el que lo llamó mentiroso bebe) o el jugador ha mentido (pues al mentiroso le toca beber). ¿Y si el jugador da por buena la cantidad que le han dicho? Pues ha de sacar (o decir que ha sacado) una cantidad superior que la que han dicho. Pero la tirada sigue siendo secreta y él puede mentir a su vez… Hay otras reglas (parece que cada bar tiene la suya) de combinaciones de números y tal, pero la base es esta.

Juegos improvisados:
Aquellos en lo que lo único que hace falta es una botella, vasos (y aún eso es opcional) y ganas de beber. Hay tantos como cabezas (y ganas de beber) hay en el mundo, así que me permitirán que cite sólo un par:

¿Verdadero o falso? Por turno, cada jugador escribe previamente en un papel (una servilleta del bar sirve) V (de verdad) o F (de falso). El escrito queda oculto en un bolsillo. A continuación cuenta una anécdota que le pasó personalmente. Los demás jugadores han de decir si es verdad o mentira. Si aciertan todos, bebe el jugador. Los que fallen, beben.

La frase. El primer jugador empieza una frase (normalmente, un artículo o preposición, por ejemplo “El”). El siguiente tiene que añadir una palabra sin olvidarse de la anterior (“El coche”) el tercero otra (“El coche verde”) y así sucesivamente hasta que uno se olvida de una de las palabras de la frase, y por lo tanto bebe. Sin ninguna variante, este juego se puede hacer con estrofas de canciones conocidas) o con marcas comerciales.

Y para finalizar, un aviso importante:

NO ES OBLIGATORIO JUGAR A ESTOS JUEGOS BEBIENDO ALCOHOL. NI SIQUIERA ES OBLIGATORIO BEBER. NI APOSTAR.

Que hígado sólo tenemos uno…

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