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Louis B. Mayer, el verdadero león de la Metro

Louis B. Mayer, el verdadero león de la Metro

El 29 de octubre de 1957 murió en Los Ángeles (California) Louis B. Mayer, empresario cinematográfico que fue el director de la Metro-Goldwyn-Mayer (MGM). Mayer fue el creador del Star System —su obsesión era descubrir talentos para convertirlos en actores y actrices de éxito—, y suya fue la famosa frase: “Más estrellas de las que hay en el cielo”.

¿Quién fue Louis B. Mayer?

Como muchos judíos, Eliezer Meir tuvo que huir de las persecuciones que sufrían en los países eslavos del norte de Europa. Los comienzos en Norteamérica no fueron sencillos. L. B. tuvo una infancia con muchas carencias y una adolescencia dedicada a trabajar duro en el mundo de la chatarra. Louis mostró ya en esa época su olfato para los negocios, y enseguida decidió apostar por uno que comenzaba en ese momento, el cine. En 1917 creó Louis B. Mayer Pictures, que después de una fusión con otras dos compañías se convirtió una década más tarde en Metro-Goldwyn-Mayer, una de las compañías de producción y distribución de películas más importante de los Estados Unidos. A partir de ese momento, Louis B. Mayer se convirtió en el verdadero león de la Metro, mucho más fiero que el animal que salía al principio de las películas de la MGM.

En la década de los veinte, cuando las películas eran todavía mudas, ya comenzó a funcionar el Star System, el sistema creado para contratar a grandes estrellas en exclusividad. Todos los estudios de Hollywood lo adoptaron, pero Louis B. Mayer lo perfeccionó hasta el extremo. Mayer se convirtió en el dueño de las vidas de sus actores, alternando un papel de progenitor y también de tirano. Louis B. Mayer fue considerado también el creador de los premios Oscar: él fue el impulsor de la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas, la encargada de elaborar las nominaciones y decidir quiénes se llevan las estatuillas cada año. A finales de los años cuarenta, el Star System comenzó a hacer aguas. Actrices y actores, como Katharine Hepburn, Elizabeth Taylor y Marilyn Monroe, entre otros, se rebelaron contra la dictadura salarial que les imponían, y consiguieron un trato más justo acorde a los beneficios que generaban. Ese fue el final de Mayer. El hombre que había manejado los hilos de Hollywood durante más de veinte años se desvinculó del cine en 1950, unos pocos años antes de su fallecimiento.

Anécdotas y curiosidades

  • Leo, el icónico león de la Metro, no fue siempre el mismo animal. Hubo hasta tres felinos diferentes: SlatsTanner y Jackie.
  • Louis B. Mayer sabía ver el talento, incluso cuando estaba oculto. En una prueba quedó prendado por una joven actriz que no lo había hecho demasiado bien: «No sabe actuar, no sabe hablar, pero es deslumbrante». Esa chica era Ava Gardner, “el animal más bello del mundo”.
  • Marion Davis no era una gran actriz y tampoco tenía el encanto de Ava, pero había algo en ella que sedujo a Louis B. Mayer: era la amante de William Randolph Hearst, el gran magnate de la prensa. Ambos establecieron una relación de interés muy fructífera para ambos en torno a la actriz. Lo curioso es que cuando Hearst tuvo problemas económicos, fue Marion la que tuvo que ayudarle, en una época en la que Mayer había dejado de buscarle papeles.
  • Cuando pasó hambre en Canadá, Mayer no se podía imaginar que se iba a convertir durante nueve años en el hombre mejor pagado de los Estados Unidos. Sus ingresos superaban el millón de dólares.
  • Todos los años vemos películas en la cartelera que son terceras o cuartas partes de otros, nuevas versiones, actualizaciones… Esa forma de exprimir una fórmula de éxito en el cine hasta la saciedad fue también obra del inefable Louis B. Mayer. Lo suyo, desde luego, no fue la experimentación.
  • La relación con Clark Gable fue complicada. El actor le pidió un aumento de sueldo y el ejecutivo se lo tomó mal: le cedió a un estudio menor, donde rodó Sucedió una noche (1934), todo un éxito de público y crítica. Cuando David O. Selznick pidió a Gable la Metro para protagonizar Lo que el viento se llevó (19369), Mayer estuvo más vivo. Se lo cedió, pero a cambió solicitó los derechos mundiales de distribución a cambio de entrar en la financiación del film. El negocio fue redondo para L. B.
  • Su relación con Judy Garland empañó su legado. No era un secreto el férreo control que Mayer ejercía sobre sus estrellas, y que en el caso de Garland fue obsesivo. Lo que no se conocía hasta la publicación del libro de Gerald Clarke, es que además el productor acosó sexualmente a la actriz.

Premios y reconocimientos de Louis B. Mayer

  • Oscar honorífico (1951): La Academia le otorgó un premio especial “por su inspirada visión en la creación y liderazgo de un estudio que ha enriquecido al mundo con sus películas”.

  • Estrella en el Paseo de la Fama de Hollywood: Mayer recibió una estrella en reconocimiento a su contribución a la industria cinematográfica.

  • Legado institucional: Como cofundador de la Academia, su impacto perdura en los Premios Oscar, que se convirtieron en el máximo reconocimiento del cine mundial.

  • Reconocimiento póstumo: A día de hoy, Mayer es recordado como uno de los pilares del Hollywood clásico, responsable de impulsar las carreras de estrellas como Clark Gable, Greta Garbo, Judy Garland, Elizabeth Taylor y Spencer Tracy.

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Mario Raimundo Caimacán
Mario Raimundo Caimacán
1 mes hace

Un exponente del Capitalismo Salvaje. Hasta acosador de mujeres prevalido de su enorme poder. Aunque lo admiren muchos por su capacidad para enriquecerse con el trabajo ajeno, no deja de ser un ejemplo de las miserias de un sistema explotador. Sí el Cielo existiera le cerrarían las puertas. “Dueño de la vida de sus actores” (y actrices) es una expresión reveladora de algo repugnante: Esclavitud Moderna. Para no tener “dueños” los antiguos atenienses se rebelaron contra los reyes, los mataron e inventaron la democracia, siglos después los franceses le cortaron la cabeza a Luis XVI, los rusos fusilaron a un Zar y toda esta violencia solo es la reacción de las víctimas contra sus victimarios. Claro, muchísimas veces las víctimas nunca reaccionan y los explotadores mueren de viejos y en sus camas, poderosos y hasta admirados. Se llama falta de conciencia moral, tratar a los malvados como bienhechores. Allí están unas películas infantiles sobre villanos convertidos en “Héroes Favoritos”, para meterle a los niños desde la más tierna infancia esta aparente perversión moral, supuestamente sin consecuencias, hoy vemos como muchos alaban a genocidas como Netanyahu y en Alemania los neonazis admiran al genocida Adolfo Hitler. ?A cuántos genocidas admirarán mañana los niños que están creciendo con “Villanos Favoritos”? Hoy muchos admiran a los deplorables explotadores de actores y acosadores de actrices con la excusa de ser pioneros de la industria cinematográfica. Un triunfo para el loco sifilítico Nietzsche, quien quería subvertir los valores morales de la civilización para restaurar la barbarie humana.