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Rescatar a Lolita

El mito de origen de Incensurable (Lumen, 2025) podría tener que ver con el club de lectura que Azas Nafisi, profesora iraní de literatura, formó luego de ser despedida de varias universidades al rehusar el uso del velo islámico. En el club, formado por siete exalumnas, se leían y analizaban algunas obras de literatura occidental, entre ellas Lolita, que da origen posteriormente a su libro superventas escrito en Estados Unidos: Leer Lolita en Teherán (Duomo Ediciones, 2014). De manera paralela, salvando las abismales distancias entre una república teocrática islámica y España, Luna Miguel, entre sus múltiples facetas, ha coordinado un club exclusivo para lectoras.

Llevado a una audiencia en un recinto universitario, la filósofa nacida en Alcalá de Henares, protagonista de Incensurable, Lectrice Santos (espejo biográfico en algunas facetas de Luna Miguel), dicta una conferencia ante un grupo de alumnas —la mayoría en sus veinte años (ella las duplica en edad)— en torno al placer y la censura. El escenario distópico recala un viernes 29 de octubre de 2029 en la Universidad Autónoma de Madrid (UAM). La autora, tal como dijo en la presentación el 7 de octubre de este año en Barcelona, modeló el libro tomando nota de obras tales como Conferencia sobre la lluvia, de Juan Villoro.

"Incensurable supera algunos estados iniciales de las luchas feministas y propone apreciar la literatura con un sentido de perspectiva"

Incensurable es un brillante texto metaliterario, escrito con una prosa diáfana que mantiene un tono genuino —en modo conferenciante con paréntesis propios de reflexión y algunos diálogos no separados por guiones sino incorporados dentro de párrafos—. Lectrice intenta dar a conocer a sus alumnas los méritos de la censurada Lolita, de Vladimir Nabokov,  tras el “Gran Apagón L.”, ocurrido en 2004, año en que dicha obra es retirada de las librerías y bibliotecas y la extensa referencia a Lolita es erradicada de Wikipedia. Este hecho, como se sabe, no ocurrió en la realidad. Es un supuesto distópico retroactivo. El pacto con el lector permite avanzar en este ingenioso texto. Lectrice pasa una temporada en Marsella en 2016. En el Centro Internacional de Poesía se encuentra el único ejemplar del mundo, publicado por Gallimard en 1959: “Ni tuve ni tengo palabras para explicar lo que sentí al abrir por primera vez Lolita en aquella biblioteca”.

Incensurable supera algunos estados iniciales de las luchas feministas y propone apreciar la literatura con un sentido de perspectiva. El efecto de la cancelación, al citar Lectrice a Betina González, “es la producción masiva de obras estandarizadas. De obras, en definitiva, sin riesgo alguno”. En ese aspecto, el libro está hermanado con Bad hombre, de Pola Oloixarac, en torno al linchamiento basado en rumores, envidias o rivalidades con secuelas devastadoras que encienden luces rojas con respecto a un feminismo insensato y la cultura de la cancelación.

"En un mercado habituado a la supremacía de la novela, textos como el de Luna Miguel, en el que hibrida conferencia, ensayo y novela, son como agua fresca"

Luna Miguel va en contra de la censura por el placer de la lectura, lo que no implica, que quede claro, la crítica, una vez leída o releída Lolita, en la que subyace el tema de la pedofilia. Lectrice cita algunos autores o autoras inventados, como una tal Bibliana Florosombría: “Es mi forma de estudiar al escritor macho y es mi reclamo constante de leer su literatura para disfrutarla, pero también por el gozo que supone no censurarla, sino tener el derecho de salir a despellejarla con un puto cuchillo entre los dientes”.

Luna Miguel realizó una honda investigación, visible en la extensa bibliografía, en la que desliza fuentes inventadas. Por esto y por la manera de ciertos análisis literarios —que llegan a lo absurdo, la fertilidad imaginativa y lo desternillante; su investigación por una llamada “obliteratura—”, se perfilan maniobras borgianas o, más reciente, vilamatianas. El libro, como afirmó la autora en la presentación en Barcelona, tiene muchos plagios intencionales, la mayoría parafraseados sin identificar la fuente de la frase original. Háblese de Borges o David Shields, quien sostiene, en Hambre de realidad, que no tiene nada de particular utilizar frases o párrafos de otros autores o autoras sin identificar la fuente e incorporarlos en el cuerpo narrativo. Lectrice concluye: “Soy una enferma de literatura”. En ese inciso sí aclara que la frase proviene de El mal de Montano, de Enrique Vila-Matas, como una manera de rendirle tributo.

"El libro tiene una postura crítica en algunos pasajes sobre el mundo editorial, como cuando la narradora dice que ese mundo no es tan distinto al de la política, o cuando afirma haber escrito elogios quita y pon en las solapas de libros ajenos"

En un mercado habituado a la supremacía de la novela, textos como el de Luna Miguel, en el que hibrida conferencia, ensayo y novela, son como agua fresca. Agregado al sentido transgenérico del libro, se suma la forma singular. Los capítulos empiezan con puntos suspensivos dentro de corchetes. Los más largos son la conferencia en sí misma en el recinto de la UAM. Ante la intolerancia por lo que allí se desarrolla, se sabotea el evento. Las alumnas y la profesora se ven obligadas a trasladarse de lugar, hasta quedar solo unas cuatro alumnas en la habitación del piso de Lectrice, lugar donde está un baúl de un antiguo mentor suyo, Camilo Córdoba, tan afanado como ella por Lolita. Lectrice traiciona sus principios y mantiene una fogosa relación heterosexual con Córdoba para tener acceso a todos los secretos de Lolita. La narradora alude a lo que hizo Catherine Robbe-Grillet, tal y como lo cuenta José Lázaro en El contrato de prostitución conyugal (Triacastela, 2024). Lectrice, inspirada en ese modelo de vida, se tornó sumisa ante Córdoba solo para enterarse de todo lo relativo a la prohibida obra de Nabokov. Y afirma: “Todas las mujeres del siglo XX, a las que desde el siglo XXI veneramos como iconos, aceptaron, de un modo u otro, vejaciones hoy intolerables”.

El libro tiene una postura crítica en algunos pasajes sobre el mundo editorial (valiente la autora, valiente la editorial), como cuando la narradora dice que ese mundo no es tan distinto al de la política, o cuando afirma haber escrito elogios de quita y pon en las solapas de libros ajenos. Por otra parte, su narradora considera que los másters de escritura creativa son una fábrica de chorizos.

"Lectrice Santos analiza el prólogo de Lolita firmado por un supuesto doctor en filosofía, John Ray, y lo considera un gran destripamiento del final de Lolita"

El humor es uno de los muchos atributos de la obra: “¡Allí hay una niña con una Lolita bajo el brazo! ¿Está listo el francotirador?”; “Camilo, luz de mi vida, fuego de mis entrañas. Pecado mío, alma mía”; o cuando se refiere a que Humbert Humbert —un narrador desagradable, poco fiable y letal— desde que vio a Lolita tirada en el jardín de su casa lo que quiere es desflorarla, “aunque esta búsqueda del tesoro etimológico de las flores y de los planetoides podría regalarnos horas de jugosos juegos literarios”. La narradora afirma que a los que le gustan las montañas son sádicos (en contraposición a los que les gusta el mar). El lector encontrará frases ingeniosas como la de que “los celos son como la pesadilla de los arrendadores”, o la de Nabokov como “el barrendero de su propia trama”.

Incensurable, a su vez, constituye un examen no solo de Lolita sino de la obra del escritor ruso-estadounidense y, además, aborda situaciones de su vida personal, como la de su relación con su esposa, Vera, a quien Nabokov dedicó todos sus libros a partir de 1940 y con quien sostuvo una fiel relación matrimonial que duró cincuenta y dos años, siendo ella a su vez editora, traductora rusa, lectora ideal, custodia y defensora de su obra. Según el perfil de Vera Nabokov publicado en The New Yorker en 2015, la compañera del escritor hasta abría y respondía su correspondencia. Prueba de que era un marido fiel y ciudadano impecable, nada que ver con Humbert Humbert.

"La lectura de Incensurable permitirá al lector o lectora enterarse cómo acabaron Camilo Córdoba y Lectrice Santos, dos obsesionados enfermos de literatura"

Lectrice Santos analiza el prólogo de Lolita firmado por un supuesto doctor en filosofía, John Ray, y lo considera un gran destripamiento del final de Lolita. La crítica literaria objetiva prevalece. Hace un recorrido tanto de la primera parte como de la segunda parte, tan distinta una de otra. Afirma que la obra tiene uno de los inicios y finales más bellos de la literatura y queda claro un precepto de Nabokov: la importancia de la voluntad de estilo. Lenguaje y forma son tan importantes o incluso más que el contenido, la voluntad de estilo tan presente en escritoras como Virginia Woolf y Toni Morrison, o en escritores como John Banville o Rodrigo Fresán.

Florosombría dice en un momento que “con esa escritura tan perfecta, a una se le olvida pronto que lo que está leyendo es la confesión de un crimen y, sin haberlo pensado ni consentido, desea participar en él”. La obsesión sin límites por Lolita puede no contar con un buen final. La lectura de Incensurable permitirá al lector o lectora enterarse cómo acabaron Camilo Córdoba y Lectrice Santos, dos obsesionados enfermos de literatura.

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Autor: Luna Miguel. Título: Incensurable. Editorial: Lumen. Venta: Todos tus libros.

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