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Tres mujeres en el segundo viaje del descubrimiento de América

Tres mujeres en el segundo viaje del descubrimiento de América

El Archivo General de Simancas, en la sección Contaduría Mayor de Cuentas (legajo 98), custodia un documento de 28 hojas de un libro completo de 49 hojas que presenta las cuentas hechas por el contador Alonso de Morales sobre la nómina de la gente que fue con Colón en el segundo de sus viajes a América. En ambas caras de esas 28 hojas, es decir, en 56 caras escritas, aparecen los nombres de quienes navegaron a sueldo en aquel segundo viaje llamado “de la confirmación” tras haber sido llamado el primero “del descubrimiento”.

La documentación personal del segundo viaje era prácticamente desconocida en ciertos pormenores (enganche, número de barcos y hombres) y únicamente se sabía de la existencia de otros documentos, de superior nivel, escritos por cronistas, pero que apenas si tenían datos directos. En este documento simanquino se detallan los nombres de las personas, sus oficios, el sueldo por el que se enrolaron, lo que ya tenían percibido y los dineros que se les adeudaban al regresar a Castilla.

"Consultados dichos paquetes, hallaron en el depósito documental vallisoletano, verdadero tesoro para los buscadores de sucesos históricos, dicho Libro de Cuentas"

En 1997, el profesor Jesús Varela Marcos, siendo director de la Casa Museo de Colón de Valladolid y doctor en Historia de América en la Universidad de dicha ciudad, y la profesora Monserrat León Guerrero, tras consultar en la Academia de la Historia varios cientos de fichas manuscritas en inglés y en castellano por la investigadora norteamericana Alice B. Gould, hallaron las referencias de varios legajos del Archivo de Simancas alusivos a la “Gente del 2º viaje de Colón”. Consultados dichos paquetes, hallaron en el depósito documental vallisoletano, verdadero tesoro para los buscadores de sucesos históricos, dicho Libro de Cuentas. Esta relación contable fue propiciada por una solicitud de los Reyes Católicos al obispo de Badajoz, el toresano Juan Rodríguez de Fonseca, mediante cédula fechada en Ávila el tres de noviembre de 1497, en la que los monarcas decían al religioso: “… aquí han venido algunas personas de los que nos han servido en las Indias a pedir paga de lo que les es debido, y porque acá no hay ninguna razón de esto, ni se sabe cuáles son los que han servido, ni qué es lo que se les debe, ni el asiento que con ellos se les tomó, ni desde cuándo cada uno sirve y allá tienen y obra relación de esto, nos vos encargamos e mandamos que veáis de la manera que esto está, y la razón de ello, muy cumplida nos la enviad luego, porque nos mandemos ver e proveer çerca de ello como convenga. De la ciudad de Avila a tres días de noviembre de noventa y siete años”.

¿Por qué dirigían los Reyes Católicos la carta al obispo pacense en reclamación de gente que quería saber qué había de lo suyo? Sencillamente porque el obispo Fonseca había sido el organizador del segundo viaje del descubrimiento en el que trabajó durante el corto espacio de cuatro meses.

"Por primera vez, y gracias a este documento, se saben los nombres de las 17 naves (cinco naos y doce carabelas) que viajaron a la Isla La Española desde Cádiz"

En la primera página del documento, una vez saldadas las cuentas, se refleja el total del gasto, que alcanza la cifra de “dos cuentos (dos millones) quinientos noventa y siete mil setecientos setenta y nueve maravedíes”.

Por primera vez, y gracias a este documento, se saben los nombres de las 17 naves (cinco naos y doce carabelas) que viajaron a la Isla La Española desde Cádiz, entre ellas las dos supervivientes del primero; la Niña, a la que se le había cambiado el nombre por el de la Santa Clara, y la Pinta, que mantuvo su nombre. Colón no iba en ninguna de ellas, sino en la Marigalante, una nao lenta pero segura. La familia Niño sí estaba representada en la expedición; no así la de los Pinzones, cuyas relaciones con Colón estaban tensas y desconfiadas.

He aquí los nombres de los barcos (de dos categorías) que hicieron el segundo viaje “a Indias”, ya descubierta en parte. La Marigalante (nao capitana), La Colina, La Gallega, La Fraila y La Gorda (estas cinco eran naos). Eran carabelas, de menor tamaño y más marineras: La Clara (antigua Niña), La Pinta, La San Juan, La Quintera, La Gutierra, La Prieta, La Cardera, La Santa Cruz, La Vieja, La Gallarda, La Bonial y La Rodriga. Se hace evidente pensar que algunos nombres proceden del apellido de su armador, patrón o capitán.

España. Ministerio de Cultura y Deportes. Archivo General de Simancas-CMC_1EP_0098. Libro de cuentas del segundo viaje de Colón a Indias. Página primera.

Archivo General de Simancas_CMC-1EP_0098_Libro de cuentas del segundo viaje de Colón. Donde se cita a María de Granada.

Archivo General de Simancas_CMC_1EP_0098. Folio 19 r. donde se hacen las cuentas de Catalina Rodríguez y Catalina Vázquez

De los 166 expedicionarios, cuyos nombres aparecen en la relación como personas a quienes se les adeuda el sueldo o son acreedores de otras personas que estaban al servicio real, se consigna a 16 personas —como gustan las estadísticas, podemos casi afirmar que un diez por ciento de los tripulantes— que aparecen sin indicación de oficio ni de fechas de enrolamiento y retorno, por lo que podemos suponer que dichos expedicionarios figuran en la relación sólo por las deudas contraídas con ellos por terceras personas a cuenta del sueldo de éstas y que, por lo tanto, se trata de expedicionarios no sujetos a asiento, es decir, a contrato con la Corona.

"A este grupo, al de personal no contratado por los oficiales de los Reyes Católicos, pertenecen tres mujeres, las primeras tres mujeres que viajaron a América"

A este grupo, al de personal no contratado por los oficiales de los Reyes Católicos, pertenecen tres mujeres, las primeras tres mujeres que viajaron a América después del viaje del descubrimiento.

Ellas fueron María de Granada, Catalina Rodríguez, vecina de Sanlúcar, y Catalina Vázquez. A la primera le debían dinero —hasta un total de 8.000 maravedíes— tres personas (fol. 15 v). De las otras dos se hace constar respectivamente que las deudas son «por çiertas presonas en cuenta de sus sueldos por cosas que les vendió, cada una de estas mujeres, en las yndias» (fol. 19 r).

Apréciese que en este segundo viaje, ya con las 17 naves antedichas, no todos los embarcados, muy numerosos, eran marineros. Se trataba de un viaje de confirmación y de exploración y, por tanto, se imponía por parte de Colón el traslado a las nuevas tierras no sólo de gente de mar y soldados, sino también carpinteros, agricultores, albañiles, caleros, tejedores y otros muchos profesionales que estaban al servicio de la marinería y las naves, dispuestos a trabajar en las tierras conquistadas para aprovechar los recursos naturales de las mismas y de sus originarios pobladores.

He aquí las cuentas de las tres mujeres.

“§ maria de granada ha de aver por otras presonas las contias (cuentas) sigujentes:  por mjguel de salamanca aserrador

por diego de avila onbre del canpo

por lucas de graçia grumete

son los mars. (maravedíes) que la dicha maria de granada ha de aver por las susodichas presonas”.

"Eran, pues, María, de Granada, Catalina Rodríguez, de Sanlúcar, y Catalina Vázquez, mujeres de negocios que vieron en este venturoso viaje la ocasión de prosperar"

Las cuentas que se hacen a las tres mujeres las detallamos a continuación, pero aunque ignoramos las cantidades por no enredar, mantenemos los nombres y oficios de los deudores, como información necesaria, para que el lector pueda comprobar cómo escribían los escribanos del siglo XV el castellano y el uso que hacían de la ortografía y puntuación de nuestra lengua en estado puro; y el hecho fundamental de que no solo fueron a las tres mujeres a las que se les hicieron cuentas detalladas, sino a muchos otros pasajeros y marinería que se debían dinero entre sí “por cosas que les vendió en las Yndias”, expresión común para todos sin entrar en detalles de qué cosas se vendieron y compraron (cuestión ésta que no interesaba al pagador).

“Cataljna Rodríguez vezina de santlucar ha de aver por çiertas presonas en cuenta de sus sueldos por cosas qué les vendió en las yndjas los mrs. sigujentes

por anton sanchez vezino de çafra vallestero

por femando grumete que fue de la caravela Gutierra

por savastian valenciano carpintero

por mateo valenciano espadero

son todos los mrs. susodichos que la dicha ha de aver  e están puestos a la cuenta de cada uno de las susodichas [presonas]”

“Cataljna vasques ha de aver por çiertas presonas en cuenta de sus sueldos por cosas que les vendió en las yndjas los mrs. sigujentes

por Alonso de vallejo onbre de canpo

por francisco martinez piloto sobresaliente

por pedro Riquelme escudero a pie

por Juan lopez herrero

por maestre antonjo maestro de obras

por Juan montañés aserrador

por ferrand lopez grumete de la caravela de Rodrigo

por alonso perez Roldan piloto de la nao

por Juan de valladolid espadero

por Ynigo de barrera marinero

por Alonso de jahen escudero a pie

por Jayme garçes vallestero

(fol,19)

por Juan gallego vallestero

por luys costilla espingardero

por mjguel gavilán espadero

por anton sanchez de çafra vallestero

son todos los mrs. susodichos que ha de aver la dicha catalina vazques de las personas susodichas”

El renglón siguiente nos sirve de ejemplo para constatar la expresión “por cosas que les vendió en las Yndias” justificación consignada en las cuentas de muchos tripulantes. Dice: “§ diego de Ayala ha de aver de çiertas personas en cuenta de sus sueldos por cosas que les vendió en las yndjas”.

La pregunta clave es: ¿Por qué viajaron tres mujeres? La profesora Monserrat León Guerrero, verdadera descubridora de esta circunstancia insólita en el viaje de la Confirmación, nos dice que lo hicieron en su condición de comerciantes, o esposa de comerciante (o viuda), y que lo hicieron no solas, pues entonces no podían viajar las mujeres solas, sino en compañía de familiares o esposo, que aparece en esta relación de tripulantes del segundo viaje, pero no consta el parentesco. Eran, pues, María, de Granada, Catalina Rodríguez, de Sanlúcar, y Catalina Vázquez, mujeres de negocios que vieron en este venturoso viaje la ocasión de prosperar.

Y ya volvemos a puerto tras esta excursión a mar abierto. No podemos olvidar que somos de tierra de Castilla y la mar nos produce un profundo respeto. Sobre todo por lo que oculta en sus profundidades.

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Luis a. Rodriguez T
Luis a. Rodriguez T
10 meses hace

Información muy valiosa

Irene Carrillo
Irene Carrillo
10 meses hace

A América la encontraron y poblaron desde Asia mucho tiempo antes de los viajes europeos.

Abinadab
Abinadab
10 meses hace

Descubrimiento? America estaba poblada ya, así que no fue un Descubrimiento, fuen un genocidio de la gente blanca ignorante

Alfonso Gonzalez
Alfonso Gonzalez
10 meses hace
Responder a  Abinadab

Genocidio era la constante requisa de personal femenino que hacían algunas tribus abusivas respecto de otras comunidades vecinas.
Agradezco a la hispanizacion traída a estas tierras en aquellos tiempos. Prefiero hablar castellano que náhuatl…. Es mucho más rico y bello!

Martin
Martin
10 meses hace
Responder a  Abinadab

La ignorancia es muy atrevida

Tom
Tom
9 meses hace
Responder a  Abinadab

Sbinadab,tu no tienes ni el bachillerato elemental y te han comido el coco como a tantos otros incultos. Las Leyes de Burgos o Reales ordenanzas dadas para el buen Regimiento y Tratamiento de los indios fueron sancionadas por el rey don Fernando el 27 de diciembre de 1512 y poseen un valor extraordinario, por cuanto constituyen el primer cuerpo legislativo de carácter universal que se otorgó para los pobladores indigenas del …etc ..

Sucre Arias Valera
Sucre Arias Valera
10 meses hace

Excelente informacion sobre los viajes de Colon en el descbrimiento de America, felicitaciones.

Begoña
Begoña
10 meses hace

Desde la humildad, mi interpretación es que cuando se dice que “ha de aver de çiertas personas en cuenta de sus sueldos por cosas que les vendió en las yndjas” lo que se quiere decir es que el pago de esas deudas debería se hecho en las Indias, una vez que estas personas cobrasen sus sueldo al final del viaje. Tiene todo el sentido que por ello estas personas viajasen con la expedición para poder cobrar su deuda. De cualquier forma muy interesante todo lo que publican. Gracias

Sorocaima martinez vallee
Sorocaima martinez vallee
10 meses hace

Interesante esto tengo un hijo en valladolid le hare saber a vet si se intetesa en el descubrimiento de venezuela.

Angel
Angel
10 meses hace

Me resulta curioso saber del apellido Vazquez en una de las tres primeras mujeres en llegar al nuevo mundo

Tom
Tom
9 meses hace

Gracias por tan valiosa información.Lástima que no explíque lo que sucedió a estas mujeres a su vuelta a España ya que no está claro si debían cobrar sus deudas aquí on en las Yndias.

Luis Enrique Ramos
Luis Enrique Ramos
6 meses hace

Muy agradecido al autor. Texto diáfano y sintético como manda la contemporaneidad en las letras.