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Jorge Zepeda novela el peor atentado en Occidente desde el ataque a las Torres Gemelas

Jorge Zepeda novela el peor atentado en Occidente desde el ataque a las Torres Gemelas

Adelanto de Los usurpadores (Destino), la nueva novela de Jorge Zepeda Patterson. El ganador del Premio Planeta 2014 continúa con la serie de Los Azules en este political noir sobre la lucha por conseguir el poder a cualquier precio.

I

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Sábado, 25 de noviembre, 11.30 a.m.

«Jodidos pero solemnes», se dijo Cristina Kirchner después de las tediosas peroratas de tres funcionarios durante la ceremonia de inauguración de la Feria del Libro de Guadalajara. Aun en calidad de expresidenta se sabía más importante que cualquiera de los veintiún miembros del presídium. No obstante había tenido que conformarse con ser ubicada en la primera fila del enorme recinto; después de todo, se encontraba allí simplemente como autora de un libro de memorias con el que esperaba cimbrar a la política argentina. Y en efecto la cimbró minutos más tarde, aunque por motivos totalmente distintos de los que hubiera deseado.

Quince filas más atrás la actriz Salma Hayek se preguntaba si la vida de Cristina Kirchner constituiría material para una buena película. La noche anterior se habían encontrado en el hall del hotel y la idea no la había abandonado desde entonces. Aunque la actriz era trece años más joven, se dijo que compartían el mismo fenotipo; con un poco de maquillaje podría interpretar a la viuda de Kirchner en distintas épocas de su vida. Lamentó una vez más que los organizadores no las hubieran colocado en la misma fila para tener oportunidad de conocerla mejor.

El premio Nobel de literatura, Cristian Wolfe, también lamentó que Salma no se encontrara en la primera fila. Abrigaba desde años antes una secreta devoción por la artista. Desde su silla en el presídium observaba en la distancia el rostro seductor de la mexicana y fantaseaba con la posibilidad de un romance entre la pantalla y la literatura, a la manera de Marilyn Monroe y Arthur Miller. Se dijo que la abordaría tan pronto terminase la ceremonia de inauguración. Seis minutos después estaba muerto. Él y otro centenar de asistentes.

Las imágenes difundidas viralmente en YouTube mostrarían posteriormente que el escritor estadounidense fue uno de los primeros en caer. Se encontraba en el estrado, a dos sillas de distancia del ministro de Educación, principal candidato a la presidencia de México, destinatario de los primeros disparos. En el pandemónium que siguió, la cámara fija continuó grabando indiferente a las ráfagas que barrieron al resto de los miembros del presídium. Solo tres de los veintiuno sobrevivieron.

Las primeras tres filas no corrieron con mejor suerte. Los agresores y sus armas automáticas se desentendieron del resto de la sala para volcar 872 proyectiles sobre políticos y celebridades a lo largo de cuatro minutos. Cuando terminaron, los setecientos cincuenta asistentes a la ceremonia se encontraban tirados en el suelo, muchos de ellos cubiertos de sangre propia o ajena.

Casi al inicio del tiroteo Cristina Kirchner sintió un pinchazo en el omóplato y se dobló en el asiento aprisionando el bolso en el que guardaba sus memorias. Luego perdió el conocimiento. Los que la rodeaban perdieron la vida. Entre ellos, el enviado de la Casa Blanca y el embajador de Estados Unidos, además de escritores e intelectuales de ese país, invitado especial en la edición del 2017 de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara. También murieron el alcalde de Guadalajara, la ministra de cultura, un expresidente colombiano, el director editorial de McMillan, el presidente de Univisión, el director del diario La Opinión de Los Ángeles, el corresponsal de The New York Times, además de muchos otros artistas, políticos y editores. Se salvó Lula da Silva, expresidente de Brasil, gracias a su impuntualidad, que le obligó a sentarse en el fondo de la sala.

En la segunda hilera de butacas se encontraban Tomás Arizmendi y Claudia Franco, respectivamente director y dueña de El Mundo, el diario más importante del país. Malherida, la mujer susurró algunas palabras al oído del periodista, antes de entrar en coma. En total fallecieron ciento cuarenta personas, además de catorce miembros del comando ejecutor, en lo que fue considerado el peor atentado en el continente americano desde el ataque a las Torres de Nueva York.

Las primeras reacciones de la prensa dieron por descontado que se trataba de un operativo destinado a cambiar la sucesión presidencial en México; otras versiones privilegiaron el aparente origen rural de algunos de los atacantes y lo interpretaron como un acto de resistencia política de grupos revolucionarios; estas versiones fueron negadas categóricamente por aquellos que veían en las armas automáticas utilizadas la presencia de los cárteles de la droga. La muerte de Frank Pizolatto, subsecretario del Departamento de Estado a cargo de Asuntos Hemisféricos, y Brad Douglas, embajador de los Estados Unidos, llevó a la prensa de Washington a suponer que era obra de terroristas de origen islámico.

En realidad la tragedia fue resultado de una semilla sembrada dos meses antes en un partido de tenis disputado en Flushing Meadows por protagonistas y testigos que, sin saberlo, cambiaron el curso de la historia.

Autor: Jorge Zepeda. Título: Los ursurpadores. Editorial: Destino. Venta: Amazon y FNAC

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