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1923-1936. Historia de un fracaso colectivo

1923-1936. Historia de un fracaso colectivo

A lo largo de las casi setecientas páginas del libro Romanones: La transición fallida a la democracia, el historiador y político Guillermo Gortázar (Vitoria, 1951) cuenta la Historia de España desde principios del siglo XIX hasta mediados del siglo XX, a través de la biografía de Álvaro de Figueroa y Torres, conde de Romanones, político que se mantuvo activo durante más de sesenta años, siendo protagonista e influyendo en muchas de las decisiones políticas que se tomaron en esas décadas.

Gortázar construye la crónica de ese periodo de la Historia mediante una prolija documentación recopilada a lo largo de casi treinta años de investigación. Ha tenido acceso a multitud de documentos guardados en archivos públicos y privados, incluido el archivo personal de Figueroa y de sus herederos. Todo lo narrado es fiel y veraz reflejo de lo acontecido, y está reflejado en escritos, actas oficiales, correspondencia y hemerotecas.

Un elemento utilizado por Gortázar como hilo conductor, que dota a la narración del libro de gran dinamismo, es la correspondencia de Romanones. A lo largo del libro incluye cerca de doscientas cartas que mantiene con compañeros y rivales políticos, protagonistas, como él, de la vida política y social. Las citadas cartas no necesitan interpretación, contienen las opiniones mantenidas por las distintas personalidades, nacionales y extranjeras, con sus posiciones y razonamientos.

"Shakespeare incluye en Hamlet una opinión muy negativa sobre los políticos, “como capaces de engañar al mismo Dios”, pero también hay carreras políticas gloriosas y generosas"

Gortázar recuerda que Shakespeare incluye en Hamlet una opinión muy negativa y generalizada sobre los políticos, “como capaces de engañar al mismo Dios”, pero también, reconoce que hay carreras políticas gloriosas y generosas. Este puede ser el caso de Álvaro de Figueroa y Torres, quien a lo largo de su vida pública, empezando desde abajo, llegó a ocupar la presidencia de todos los órganos legislativos y ejecutivos posibles. Desde 1888 a 1936 fue diputado a Cortes por Guadalajara, edil y alcalde de Madrid, ministro en diversas carteras y con diversos gobiernos; en tres ocasiones fue Presidente del Gobierno de SM; Presidente del Congreso y Presidente del Senado. Se caracterizó por ser un político liberal, reformista, pragmático y alejado de la política de programa. Su vocación política hizo que, a lo largo de los años, su patrimonio disminuyese en una cifra aproximada al veinte por ciento. Fue un ciudadano honrado que no llegó a la política para lucrarse, un afán que hizo que impulsase reformas de calado. Algunas de las más significativas son:

  • Participar en la comisión que redacta la ley del sufragio, consiguiendo que se apruebe.
  • Incorporar al presupuesto nacional el sueldo de los maestros, ya que se había marcado el objetivo de dignificar al maestro y erradicar el analfabetismo.
  • Impulsar la modernización de los medios productivos. Aprobó la jornada laboral de ocho horas.
  • Quiso establecer la autonomía de las regiones y realizar cambios en las leyes sociales.
  • Defender que el poder civil debía prevalecer sobre el poder militar.

En su contra están:

  • No lograr sus objetivos reformadores por falta de apoyo político, aunque estuvo claro que todo fue culpa de la pasividad e inacción de los sucesivos gobiernos, de las Cortes y el rey.
  • Figueroa, durante la Gran Guerra, no era germanófilo, y para evitar que se posicionase a favor de los aliados, agentes alemanes en España orquestan una campaña de desprestigio, desplegando, a través de la prensa, rumores de que toda su acción legislativa y de gobierno está motivada para defender sus intereses personales.
  • Los monárquicos le culpan de la caída de la monarquía. Por su parte, los republicanos le culpan de no ser capaz de impulsar medidas que lleven a democratizar la nación.
  • Todos le culpabilizan de las crisis del régimen, cuando los auténticos culpables son otros, ya que en esos momentos, él se encuentra alejado de la política ejecutiva.

Gortázar describe cómo, entre 1923 y 1936, en España, el desgobierno llevó a que se produjesen movimientos revolucionarios de todo tipo. En 1923 se pasó de una monarquía con un parlamento a una monarquía gobernada por un directorio militar, para en 1931, con la salida de España del rey, pasar a una República. Se producen diez intentos de golpe de Estado, realizados unos por militares, otros por políticos y militares, y otros por políticos de todos los signos: conservadores, liberales, anarquistas, comunistas, republicanos… Se producen intentonas de revoluciones por parte del sindicalismo radical y rebeliones de separatistas catalanes contra el Gobierno de la República.

Fueron 13 años de transición fallida a la democracia. Fracasaron los conservadores y los liberales, fracasó el rey por romper la Constitución de 1876 y por su inoperancia. Fracasó la República, por ensañarse con todos los que representaban al régimen anterior, sin proponer, con generosidad, un proyecto de inclusión de la mitad de españoles a los que se ocuparon de arrinconar. Este fracaso colectivo de los representantes políticos, militares y sociales llevó a la trágica Guerra Civil.

"Todos deberíamos, especialmente los políticos, conocer este periodo que va desde la Constitución de 1876 a la Constitución de 1978, para no cometer los mismos errores"

La biografía de Romanones es un fiel reflejo de su época; a pesar de ser un político de modos decimonónicos, tuvo nuevas ideas para la convivencia. Su papel en la Historia es destacado. Como resumen se puede afirmar que Figueroa triunfó en lo personal, pero en lo colectivo, tanto él como su generación fracasaron en lo principal: una transición a la democracia en paz, libertad y estabilidad.

Fue en 1978 cuando se realizó con éxito la transición a la democracia, gracias, entre otras muchas cosas, a la experiencia de la transición fallida de 1923 a 1936. Han sido varios los políticos que participaron y vivieron el fracaso de no conseguir la plena democracia en el primer tercio del siglo XX. Cuando en la segunda mitad de la década de los años setenta tuvieron una segunda oportunidad, supieron aprovecharla, supieron ceder y así evitar que se volviesen a repetir los errores y ayudar a que saliese adelante la Transición.

En la actualidad todos deberíamos, especialmente los políticos, conocer este periodo que va desde la Constitución de 1876 a la Constitución de 1978, para no cometer los mismos errores. Esta obra de Guillermo Gortázar es una magnífica forma para conocer los motivos que llevaron a la ruptura de la convivencia pacífica, con una guerra fratricida, y que llegase al poder, durante casi cuarenta años, una dictadura militar. De haber conseguido en los años treinta esa transición a la democracia, los españoles se hubiesen ahorrado mucho sufrimiento, tristeza y atraso en todos los aspectos de su vida.

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Autor: Guillermo Gortázar. Título: Romanones: La transición fallida a la democracia. Editorial: Espasa. Venta: Todostuslibros y Amazon.

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