Este poemario es un intento de aproximación en tres movimientos a la trayectoria vital de Eihei Dôgen (1200-1253), introductor del budismo Sôtô Zen en Japón, autor de Shôbôgenzo, texto fundamental del zen japonés. Con prólogo de Manuel Ángel Vázquez Medel.
En Zenda reproducimos cinco poemas de A solas con la luna (Las sendas de Dôgen), de Florencio Luque (Averso).
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BIENAVENTURADOS
Qué descansada vida
la de quien no ambiciona
más que un lento desfile
de nubes por el cielo.
Feliz aquel que se demora
en la luz del crepúsculo;
el que acaricia los recuerdos,
el que se reconoce
en la brizna de un pétalo.
Dichosos los que ignoran los relojes
bajo la sombra de la higuera;
los que con una flauta de bambú
conversan con flores y pájaros.
Los que dejan, como señal
de su paso por este mundo,
una hermosa alameda
donde crecen las flores del recuerdo.
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FUNERAL DE MATSUDONO ICHI
Una nube de incienso remontaba
sobre el cielo del templo de Takao
mientras incineraban a mi madre.
Cuando apenas contaba cuatro años,
me mostró los acordes del poema
en las hojas del chopo, en el jazmín
y en la niebla que acude a los caminos.
Dije tu nombre, madre, lentamente
-su eco abrazó las luces de la tarde
dejándose acunar por el durazno-,
a la vez que esparcía tus cenizas
por la luz del crepúsculo y del aire.
Tu soledad fue alondra y flor de brezo.
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SOL
A todo nombra el sol
al desvelar las sombras.
Nada es equiparable a su elocuencia.
Ni siquiera la tórtola inocente
que ahora canta en la rama del ciprés
y que ignora el sentido de la música,
podría parecerse a su misterio;
pues sus alas le pertenecen
y a él se entrega en los aleros,
o en el bosque, como hago yo,
al afable silencio de su luz.
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LLUVIA
Desde la cama oigo caer
la amable letanía de la lluvia.
Es la misma que evoca mi niñez
y borra los recuerdos de calles y de plazas,
la lluvia que regala sus dulces alfileres,
la que bendice los olivos
y da forma a los cuencos donde bebe la alondra;
la que dibuja el óxido en mi imagen
sobre la escarcha de cualquier espejo.
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UN RASTRO DE LUMBRE
Yo no sé de dónde llega
la serena luz añil
para acariciar la tarde.
Nada sé de lo que brilla
en el nimbo de las cosas
y hace que cante el jilguero.
Ignoro el vuelo del mar
que escribe la blanca luna
sobre el lienzo de la noche.
Pero todo lo que crece,
en oscuridad o en alba,
nos deja un rastro de lumbre,
abre un luminoso dédalo
para quien sabe mirar
con la inocencia de un niño.
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Autor: Florencio Luque. Título: A solas con la luna (Las sendas de Dôgen). Editorial: Averso. Venta: Todos tus libros.
BIO
Florencio Luque ha publicado en las antologías Árbol de Alejandra (Karima Editora, 2019), Poetas de tierra y luna (Karima Editora, 2018) e Infancias (Cypress Cultura, 2021); y en las revistas literarias Estación Poesía, Crátera, Zenda: poesía/versátiles).
Es autor de los poemarios Lo que el tiempo nombra (Ediciones En Huida, 2014) y Ai(m)ée (Karima Editora, 2019). También es autor de los libros de aforismos El gato y la madeja (Karima Editora, 2018), Caja de cromos (Cypress Cultura, 2021), Melismínimas, 100 aforismos flamencos (Cypress Cultura, 2022) y Acerico (Premio internacional Artemisa de aforismos 2023. Detorres Editores, 2023).
Ha sido incluido en las antologías Espigas en la era (Cypress Cultura, 2020), El cántaro a la fuente (Thémata, 2020) y Tierra de aforistas. Andalucía y el género más breve (Cypress Cultura, 2021).



Realmente me impactó el estilo y la manera de describir poéticamente la vida en palabras sin desperdicio. Poeta sublime por cierto.