William González lleva la fuerza de sus orígenes centroamericanos en el corazón como un pálpito infinito que evoca el territorio del dolor sonámbulo del emigrante. Se alimenta de la nostalgia amasada con la penumbra de todo lo perdido, y busca la esencia de su ser en el rastro que le queda al evocar su amada Nicaragua. Su poética es desgarrada y emocionante, se escuchan sus latidos con versos efervescentes, con la fuerza de muchas vidas a las que abraza y celebra. Es un poeta pleno de amor y de lava incandescente, capaz de conjurar la pena más profunda y volverla susurro esperanzado. —Ana Merino
Zenda comparte cinco poemas de Esta será mi venganza, de William González Guevara, publicado por la editorial Hiperión. Se trata del cierre de la tetralogía poética que el autor empezó con Los nadies (Hiperión, 2022) y concluye con esta obra a modo de homenaje hacia la literatura nicaragüense.
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OMETEPE
Vivir entre volcanes y lagunas,
metamorfosear en agua, átomo
de viento, tiburón de linfa dulce.
Conmutar. Ser de polvo. Ser de arcilla.
Prenderle fuego a la lujuria, oler
sin las fosas nasales una aurora.
Ser fruto. Ser semilla deleitosa.
Ser un coco que cae de palmera:
carnoso, tierno, puro, tropical.
A la madre naturaleza pido
que convierta en riachuelo mi existencia.
Necesito fundirme con mi patria,
que su linfa transcurra por mis venas.
¿Por qué no puedo transmutar en agua?
Me niego a interpretar mi humanidad
al lado de una llama fulgurante.
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BARRIO SAN LUIS SUR
Ya no piso las calles que me vieron
crecer. El vocerío de mi barrio
ha sido devastado por los años.
Los gallos han dejado de cantar.
Los grillos han mutado su cri-cri.
Aquella doña que vendía tiste
para ganarse el pan ha fallecido.
En el parque divagan almas muertas
de amigos que decían ser amigos.
Me siento solo. Solo y desgastado.
Qué tristeza saber que las personas
se oxidan, mueren como rama en álamo.
Qué asfixiante dolor, la incertidumbre
de no saber lo que pasó con eso
que ya no está en su sitio: la familia,
los vecinos, la ropa, los retratos;
partículas de polvo malolientes.
Difícil decisión volver a casa
y no reconocer lo que viviste.
Crecer es desprenderse del ayer.
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Y MÁS ALLÁ DE LA MUERTE, NOSOTROS
Si traspasas el alba te conviertes en polvo,
hálito de penumbra embalsamada.
Así que me encamino a traspasar
la oscuridad para prender en ella
un garbo sacuanjoche relumbrante,
—con una foto nuestra entre las manos
y un ramito violeta de una flor—
te mostraré mi amor en el crepúsculo.
Tú ya muerta te acercarás a mí
hecha cadáver como lo vivido,
pupila lagrimosa, putrefacta.
Sabrás a ciencia cierta que soy yo
—amores del ayer se reconocen—,
quien te saluda desde el otro lado.
Soy yo quien te ilumina con su honesto
candor fosforescente de penuria.
He aquí la manifestación más pulcra
del amor infinito que he podido ofrecerte.
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PAÍS HURACÁN
A Sergio Ramírez
Pretenden que tu prosa se amedrente,
se engañan, pues lo escrito no fenece.
Intentarán quemar tus magnas obras,
sabed que de pavesas nacen versos.
Intentarán borrarte de la trama,
mutar tus apellidos, exiliarlos.
Creen que morirás en el olvido,
y cabe tanto, tanto en el olvido:
tus cuentos, la palabra poesía.
Sé que cargas en hombros la nostalgia,
el cielo blanquiazul de Nicaragua.
Sé que transitas calles sin lenguaje
en busca de vocales, consonantes.
Vivir es inventar un alfabeto.
Sé que buscás aquello que dejaste
—y como a Benedetti—
un viento te sacude las persianas,
ignoras que es el viento del exilio.
Sé que mirás los muros de tu patria
si un tiempo fuertes hoy cacrecos, blandos.
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LLETRAFERIT
Un inmigrante haciendo su maleta
un refugiado haciendo su maleta
los turistas haciendo sus maletas
diferencias ocultas que el ojo no percibe
maleta en el desierto de Arizona
maleta en la frontera palestina
maleta transcurriendo por París
diferencias ocultas que el ojo no percibe
maleta sollozando de nostalgia
maleta sollozando de arrogancia
maleta sollozando de alegría
diferencias ocultas que el ojo no percibe.
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Autor: William González Guevara. Título: Esta será mi venganza. Editorial: Hiperión. Venta: Todos tus libros.
BIO
William González Guevara (Nicaragua, 2000) ha forjado su faceta periodística en las secciones de cultura de elDiario.es y ABC. Destapó «La mayor falsificación de la historia de la poesía», un fraude literario de dimensiones internacionales que hizo rectificar a la prestigiosa universidad de Harvard y la Estatal de Arizona. Ha publicado Los nadies (Hiperión, 2022) Me duele respirar (Valparaíso, 2023) e Inmigrantes de segunda (XXXVIII Premio de Poesía Hiperión). Ha sido galardonado por la Comunidad de Madrid con el Premio Talento Joven en la categoría de tolerancia, por su compromiso poético.
Gracias. Me encanto.
Estos poemas me hicieron sentir incómodo, no de mala manera. El autor es bueno transmitiendo emociones. 10/10
Me encantan! Muy impaciente por tenerlo en mi manos
Una forma muy interesante de ver la vida a través de la poesía. Creo que lo logra de manera excelente.
Mediocre. No tienen sentido ninguno
¿Mediocre? Solamente porque no es de ‘su gusto’. Vulgar es su comentario y comprensión poética, por lo que veo. Como dijo Sheen, sus palabras reflejan: ‘El homenaje que la mediocridad le rinde al talento’.
Lo que dice de que destapó no sé qué es falso. Él solamente escribió un artículo en el ABC Cultural. Y su poesía es una engañifa. Dice «diferencias ocultas que el ojo no percibe». Pero si son evidentes, nada de ocultas. Al margen de que la maleta del refugiado no solloza de arrogancia. Y el primer poema es lamentable. ¿Un coco blando? ¿Una semilla deleitosa? Lo demás, pura palabrería sin sentido. Huero, huero, huero, sonajero.
¡Oh, vaya qué casualidad! Un supuesto ‘investigador’ de una universidad norteamericana quejándose del fraude que implica, precisamente, a dos instituciones académicas como Harvard y Arizona. El chiste se cuenta solo. Hágaselo ver, señor.
Sonajero como sus investigaciones mediocres sin repercusión, ¿no? Un comentario sin sentido de un investigador anodino, así de la talla de esos que se dejaron engañar en Harvard y Arizona adquiriendo unos manuscritos falsos del insigne poeta Rubén Darío. Y respecto a lo que dice de su poesía, hágaselo ver.
Basta leer los elogios de la crítica o, mejor dicho, a los que verdaderamente saben del asunto.
Curioso que una persona como usted que trabajó en Harvard venga a atacar a un autor que destapó un fraude haciendo pública una red de falsificadores de Rubén Darío y en la que se pronunciaron grandes instituciones e intelectuales al respecto. Además, las universidades americanas implicadas (usted estuvo en una de ellas) tuvieron que rectificar, así que tan falso no fue. A ver si se atreve a decirle a la universidad que le dio de comer que su rectificación fue «pura palabrería sin sentido».
Me hace gracia su comentario respecto a la ‘Mayor falsificación de la historia de la poesía’, publicada en ABC Cultural por González. Una investigación literaria aplaudida por grandes intelectuales, que SÍ saben de literatura. Si es tan falsa como dice: ¿cómo explica la modificación de Harvard poniendo sus fondos darianos en cuarentena?, ¿y la rectificación de Arizona? Ambas decisiones tomadas tras la publicación en ABC de la red de falsificadores. Señor Añoveros, primero infórmese y luego ya suelta la bilis que lleva dentro…
¿Falsa una investigación que causó un auténtico revuelo, pues basta acudir a la hemeroteca para comprobarlo? ¿Falsa una investigación realizada por un joven de 23 años que provocó que Harvard y Arizona pusieran notas aclaratorias en sus archivos? Tan falsa que la mismísima Cátedra Vargas Llosa nominó
la investigación a su prestigioso premio de Periodismo Joven. Dicho esto, aquí el único falsario es usted.