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Microteatro por dinero

Microteatro por dinero

Microteatro por dinero, en Madrid. Fácil. Corto. Digerido. Twittear teatro. Lo mismo que el de Buenos Aires. En 15 minutos pasa todo (nada), lo que no deja tiempo (salvo que seas Urdapilleta o la Maura) ni para comenzar a calentar a la pobre actuación, que hace lo que puede en ese contexto poco amigable. El público, depende de la salita que toque, no llega a ver la totalidad de la escena, nunca, y los actores no tienen por donde proyectar sus estados Quizá por eso no terminan de aparecer. A los pocos minutos me empezó a faltar el oxígeno y si al menos lo incorporaran para producir teatro… El encierro, el hacinamiento, la falta de aire, la incomodidad por semejante cercanía…  Pero no.

Microteatro debiera llamarse microdiálogos porque lo que ahí pasa es que dos actores charlan de cosas graciosas. No sucede el teatro. No puede. No le dan espacio, ni tiempo. Ocurrencias, chistes sonzos, estados fingidos por demás, superficiales, como la vida actual: pocos arriesgan y los que lo hacen, los que se animan a decir algo que interpele terminan en general crucificados, dejados de lado, como Judas. (Arriesgar plata no es lo mismo que arriesgar con contenido, mártires de la cultura). El teatro (aprendan) se dice que pasa cuando te deja sin aire, cuando te falta el respeto, te zapatea encima y olvidas que estás presenciando actuación.

"Entonces, lo que ofrecen son microdiálogos para entretener a hipopótamos aburridos, para hacer pasar el tiempo a gentes cuya única preocupación es la de buscarse distracciones"

Entonces, lo que ofrecen son microdiálogos para entretener a hipopótamos aburridos, para hacer pasar el tiempo a gentes cuya única preocupación es la de buscarse distracciones, y quizá alguna que otra: el enorme problema de haberse quedado sin aceto para la ensalada; o el corte de internet justo cuando quería fijarme qué calor iba a hacer mañana que tengo que ir a hacerme la keratina a la peluqueria, y encima que no sé qué pasa que no veo más la foto de Carola por el whatsapp, a ver si me bloqueó por lo que puse ayer en el Insta acerca de la camisa de Jorge Javier, o peor, a ver si se creyó que el cartelito sobre la papada que posteé en Face era para ella y yo lo había puesto para Rolo que me hizo el ghosting cuando le pregunté si estaba mirando la final del programa del concinero. (Carajo). ¡Ay, que no doy más de tanto estrés! ¡Qué vida está! ¡Qué vida! ¡Necesito distracciones pañanga! ¡Que me den microteatro, por favó!

Discutí alguna vez con Jesús Quintero. (Todos de pie). Él afirmaba que era la tele la que asnaba a la gente, yo insistía con que es la asna gente la que demanda asna televisión. No nos pusimos de acuerdo, y ahora mismo sigo con la nebulosa. ¿Es la asna gente la que demanda, llena los teatros de este tipo de espectáculo? ¿O quienes hacemos teatro estamos subestimando al público? Quizá en algún momento nos atrevamos a arriesgar, a ofrecer de lo bueno, quizá en algún momento necesitemos hacerlo porque no nos queda otra, y ahora los dejo que empieza la nueva microserie de la chica del campo por el tiktok.

*Ojo. Soy consciente de que hay cosas peores, ser ministra de inclusión, por ejemplo.

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Guillermo
Guillermo
3 meses hace

He ido a ver alguna vez y no me ha parecido tan malo

Marina
Marina
3 meses hace
Responder a  Guillermo

A mi tampoco. Escribo esto sólo para llamar la atención, como los de izquierdas hacen con temas buenistas y dadivosos. Saludos.