Y Granada cayó como fruta madura

Algunas de esas novelas, escritas por grandes autores y que recuerdo con especial interés, son El manuscrito carmesí, de Antonio Gala; El mercenario de Granada, de Juan Eslava Galán; A la sombra del granado, de Tariq Alí; y la obra escrita hace casi doscientos años por el escritor romántico estadounidense Washington Irving titulada Crónica de la conquista de Granada. A esta nómina de grandes títulos se suma la más reciente publicación de Mario Villén Lucena (Pinos Puente, Granada, 1978), licenciado en Ciencias Políticas y Sociología, quien ha elegido como título el término árabe andalusí Garnata, nombre con que se conocía a la capital del reino nazarí.

Villén es un especialista y profundo conocedor del reino de Granada, y ya lo demostró en su tercera novela, Nazarí, en la que narraba cómo Alhamar el Rojo consiguió fundar una dinastía que resistió durante más de dos siglos y medio el empuje de los reyes cristianos sobre sus territorios.

En Garnata, el autor narra, de forma intimista, lo que ocurre en la vega de Granada, en la recién fundada ciudad de Santa Fe y en los dominios del emirato nazarí. Para ello se adentra en la vida cotidiana de diversos protagonistas situados a ambos lados de la frontera que separaba a los rumís —como se conocía a los cristianos— de los emires que gobernaron desde el trono de la Alhambra.

A lo largo de todo el libro, el lector encuentra no solo una detallada exposición de la política desplegada por los Reyes Católicos y de las campañas militares que fueron quebrando la resistencia musulmana, sino también el relato de la pugna dinástica entre tío y sobrino, últimos descendientes de la casa nazarí. La incompetencia del Zagal y el carácter pusilánime de Boabdil facilitaron el derrumbe de la resistencia granadina, a pesar del empeño de un pueblo que aspiraba a mantenerse firme y evitar una claudicación que lo condenaba al exilio o, peor aún, a la esclavitud.

Las descripciones revelan que Villén es un profundo conocedor de la sociología y de la realidad etnográfica del reino de Granada, fruto de incontables horas de estudio y documentación dedicadas a la investigación de los hechos que narra la novela.

En una narración poblada de grandes personajes históricos, adquiere relevancia la humanidad que el autor logra imprimir en ellos, tanto en los cristianos como en los musulmanes, mostrando sus comportamientos, contradicciones y emociones.

El final de la Reconquista fue un momento decisivo que marcó el cierre de una era y el inicio de otra en España. Aprovechando el desgaste y la debilidad de los emires granadinos, los Reyes Católicos desplegaron un plan meticuloso de asedio y conquista para culminar su objetivo: poner todos los territorios peninsulares, salvo el reino de Portugal, bajo su autoridad y bandera.

Para dotar a la narración de agilidad y atractivo, Mario Villén introduce elementos de ficción que enriquecen la novela, completando con maestría los vacíos de la historia y otorgando a la trama emoción, intriga y pasión. El lector, pese a conocer de antemano el desenlace, disfruta de los entresijos de esta historia, que se desarrolla en medio de acontecimientos reales, gracias a una prosa cuidada, de ritmo ágil y lenguaje preciso, en la que destacan el uso de arabismos y la capacidad del autor para mantener viva la atención del público.

Con Garnata, Mario Villén confirma su proyección como autor de novela histórica llamado a ocupar un lugar entre los escritores más destacados, augurando, junto con el nuevo elenco de jóvenes incorporaciones, un brillante porvenir para este género en España.

No quiero concluir sin recomendar no solo esta última obra de Villén, sino también recordar su novela Nazarí, publicada hace cinco años, en la que relata el nacimiento de la dinastía que gobernó durante más de dos siglos el reino musulmán de Granada. Novelas totalmente independientes, pero que, como alfa y omega del reino musulmán de Granada, resultan compatibles.

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Autor: Mario Villén. Título: Garnata. Editorial: Edhasa. Venta: Todos tus libros.