“He vuelto a la poesía derrotada. Como vuelven de la guerra los vencidos, sin gloria ni medallas. Solo viva. Buscando un refugio en las palabras, como buscan el calor en las montañas, los caminantes perdidos”.
Zenda comparte cinco poemas de Versos brutos, un libro de Beatriz de la Vega.
***
A mi madre
se la comieron
sus compañeras de viaje.
Cayó de un planeta
rebotó contra el mundo
pariendo
entre humo
devoró a sus hijos
cocinados a fuego lento
en su horno de leña negra y rojo carbón.
A mi madre
se la comieron
sus compañeras de viaje.
Envueltas en perlas y azabache
se querían y odiaban en una misma partida
entre croquetas de bacalao y diamantes
bajo la gran lámpara de lágrimas de cristal
que todo lo lloraba.
La abuela miraba pero no veía
veía sin mirar otras veces
sus ojos tristes acechaban tras la baraja
esperando el momento que nunca llegaba.
Amor y belleza
envidia y aceitunas.
Una mancha de vino sobre el tapete
una herida sangrante.
Ceniza derramada
de hijos muertos y vencidos
por no saber que hacer con tanta vida
con tanto fuego y tanto deseo
con tanto humo.
Ceniza derramada.
***
Algunas noches cuando todos duermen
me escapo en silencio al monte
a llorarle a la luna.
Porque de día una madre es invencible
y no debe andar aullando por las esquinas.
Otras, sin embargo, salto por los tejados
con el arco y las flechas
buscando enemigos escondidos y batallas.
Alguien para salvar.
A cualquiera menos a una misma.
***
En una cuna
en una esquina
una recién nacida espera su turno
en la cocina del restaurante.
A las 12 los turistas franceses
a las 2 los empresarios
a las 3 los del vermut
a las 7 los turistas franceses
a las 9 los enamorados
a las 10 las cuadrillas.
Liebres colgadas sangran sobre la fregadera
esperando su turno en la cocina del restaurante.
***
Escribir y vivir al mismo tiempo es imposible.
Cuando escribes no respiras.
Dejas a un lado los quehaceres y las compras,
la familia.
Por eso siempre eran hombres
mujeres locas o suicidas.
Escribir es un rito para atrapar lo invisible.
Para llorar.
Para las que queremos llorar y no sabemos.
Escribo para no volverme piedra.
***
Volverás de donde solo los pájaros vuelven.
——
BIO
Beatriz de la Vega (Alsasua, 1968). Licenciada en Bellas Artes. He trabajado en el mundo del cine y del diseño. Este es mi primer libro de poemas.
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La abuela miraba
Amor y Belleza
envuel(tos) en perlas y azabache
en una esquina
(Me escapo en silencio
a
Escribir).
Uso libre de espacios , mayúsculas y signos. A partir y desde
Beatriz de la Vega.
Escribir= RITO PARA ATRAPAR LO
INVISIBLE.
Palabras= Refugio.
de la Vega
Beatriz volvió a la Poesía derrotada y los Parkour Poético conciben que la
Poesía Salva.
Verbo.