Hoy que la identidad personal nos parece un objetivo cada vez más lejano, se impone regresar a una maraña escrita de proyecciones e imaginaciones en constante cambio. Nos referimos al universo ficticio que creara el autor hispano-peruano Mario Vargas Llosa (Premio Nobel de Literatura en 2010). No en vano, su producción sigue siendo un caleidoscópico hogar, apropiado para nuestro siglo XXI plagado de perspectivas contradictorias.
Por encima de todo, lo que la literatura de Vargas Llosa nos sigue ofreciendo es una nueva forma de imaginar, de imaginarnos en la plaza pública a través de la emoción privada. La expresión de las emociones que lleva a cabo el autor de La ciudad y los perros (1962; Premio Biblioteca Breve y Premio de la Crítica) sigue desafiando nuestras reservas, que forcejean por desbordarse sometidas al mutismo.
“Hay en su obra toda una didáctica política por descubrir”, argumenta Laura Chinchilla, expresidenta de la República de Costa Rica, “que se antoja sumamente útil para ayudarnos a navegar por las aguas turbulentas del futuro”. Se aborda en El polemista arriesgado la historia argumental del que fuera miembro de la Real Academia Española a través de quienes se reconocieron en ella: amigas y amigos que encuentran paralelismos entre la vida intelectual del miembro de la Académie Française y la suya propia.
Por tanto, estos Catorce asedios liberales a Vargas Llosa son menos una colección de ensayos que la crónica de una obsesión cultural centrada en el mundo interior de Vargas Llosa, de manera que aflore el verdadero yo. Para explicar por qué Llosa les sigue importando, los sujetos se adentran en sus propias profundidades, readaptándolas a la era moderna.
Los interlocutores conectan a través de las narrativas llosianas, viendo reflejado en ellas su propio periplo generacional, demostrando cómo las páginas del novelista de La casa verde (1966; Premio de la Crítica y Rómulo Gallegos), derivan su poder de derribar clichés y traumas: “La protección de la libertad demanda garantizar a todos el derecho a la expresión personal y nos exige mantener funcionando la autocrítica”, aduce Jamil Mahuad, expresidente de la República del Ecuador.
Frente a las versiones unilaterales y delirantes de la actualidad, la fuerza del enfoque del volumen reside en su deseo de tomar en serio las historias que siguen moldeando nuestra existencia después de la desaparición del Premio Cervantes, Príncipe de Asturias o PEN/Nabokov: “Sobresalía en él una visión democrática y firme y a la vez antagónica de las calenturas autoritarias que extremistas de derechas y de izquierda utilizan para un baño de opresión”, concluye Iván Duque, expresidente de la República de Colombia.
No existe una única explicación para su perdurable atractivo: “La literatura forja ciudadanos de un modo más sutil e indirecto que otras disciplinas, y quizás por ello de una manera más profunda”, sostiene en el prólogo el hijo del autor y presidente de la Fundación Internacional para Libertad, Álvaro Vargas Llosa. De hecho, cualquier intento de ofrecer una parecerá absurdo después de leer este libro, que rastrea el impacto en nuestra sentimentalidad de historias profundas que impulsan nuestras reacciones viscerales frente a la injusticia.
En definitiva, Vargas Llosa ha inventado una nueva forma de ser que a su vez inaugura nuevas formas de fantasear sobre nosotros mismos. Sus libros siguen resonando en todos los que luchamos por expresar nuestros pensamientos y emociones en un mundo demasiado ansioso por que nos conformemos a su heterogeneidad sin oponer resistencia: “Con una inigualable obra literaria tras de sí, don Mario será siempre fuente de inspiración para quien ame la libertad por encima de cualquier cosa”, sostiene en las palabras previas la excandidata a la presidencia de Venezuela, María Corina Machado, recién galardonada con el Premio Nobel de la Paz 2025.
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Autor: VV. AA. Título: El polemista arriesgado: Catorce asedios liberales a Mario Vargas Llosa. Editorial: Debate. Venta: Todos tus libros.
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En algunos aspectos, resulta necesario comportarnos de manera homogénea sin perdenos (la cuestión de la Libertad y de los Principios).
El común-acuerdo o la misma línea discursiva son esenciales en ámbitos como la Educación.
Antes de ponernos inquietos por los resultados y las fotos para subir a las Redes, debiéramos tener un Plan de Acción compartido. (Blas Valentín Moreno, sobrevuela).
Homogeinización es una cosa.
Homogeneidad, otra.
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Las Estrategias son importantes.
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No digo que seamos autómatas.
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desde nosotros mismos y por nosotros mismos. ¿Tuvimos influencia? Respuesta: Sí, de parte de la Familia.
Nos convino mantenernos de esa manera.
No creo que lo Divino nos considere sus títeres. No! Sostengo que lo
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Actores cuya Identidad está bien definida , en intercambio permanente, fluído y nítido entre las
partes.
Tener una trayectoria , también es Libertad.
No sólo somos sujetos de Derechos.
Los Seres Humanos tenemos Responsabilidades y caemos en las
Consecuencias.
Sagrado. Grandes Docentes desde Argentina (Burzaco,Alsina 798).
“los sujetos se adentran en
sus propias
profundidades , readaptándolas a la era moderna”. Suena contradictorio.
Cuando nos metemos dentro nuestros y luego compartimos qué nos pasa, nos damos cuenta que hay SITUACIONES que vamos a necesitar siempre.