El rumbo de la Ciudad Terrible, que algún otro ha llamado con más propiedad “la región más transparente”, mece todos y cada uno de estos relatos. XVII historias, alguna multifacetada, que se plantean como otras tantas estrellas: un fulgor que avanza dejando atrás todos los límites. En cierto modo, una radiografía del alma imaginaria del México contemporáneo.
Una imagen de la superficie de Marte captada por la sonda espacial Perseverance, seguramente una imagen reconstruida a partir de múltiples datos por los orbitadores automáticos que envuelven el cuarto planeta, al que estamos a punto de invadir, contemplada poco antes de iniciar la lectura de este libro, me ha acompañado hasta el final de su lectura, de la escritura incluso de esta reseña. Se trata de unos inquietantes remolinos de polvo, Dust Devils, a los que se atribuye el desencadenamiento de poderosos vientos que azotan las desoladas extensiones del planeta rojo. En sí mismos parecen poco visibles, insignificantes, pero que sin duda resultan terriblemente eficaces en el plano telúrico de su manifestación. Así se me han aparecido las narraciones de Chimal, que concibe la literatura de imaginación como una propuesta exploratoria del mundo interior más allá de la nimia percepción de “lo real”.
Observo que hoy, 12 de octubre, Día de la Hispanidad, es también el día de nacimiento de Aleister Crowley (1875-1947), el Frater Perdurabo, y consigno por ello el destello.
Es preciso leer la excelente introducción de Cecilia Eudave, aviso.
Alberto Chimal nació en Toluca, México, en 1970, la ciudad más alta de América del Norte, cuyo nombre deriva del dios azteca Tolotzin, “dueño de la nevada y la ventisca, donador de la hierba sagrada y de las luces”. Es escritor y profesor de “escritura creativa”. En 2002 obtuvo el Premio Nacional de Cuento y en 2025 su relato “The World Ended There”, fue parte de los ganadores del Shirley Jackson Award dentro de la antología Why Didn’t You Just Leave (2024). En el intervalo ha recibido numerosos galardones, no sólo como autor de narraciones breves, donde es un consumado maestro, también de novela y ensayo. Una parte significativa de su obra pertenece a la narrativa infantil y juvenil. Vive en la ciudad de México con su esposa, la también escritora Raquel Castro.
Alberto Chimal ha publicado ya en Páginas de Espuma dos libros: Los atacantes (2015) y Manos de lumbre (2018). Este mismo año verá la luz, también en esta editorial, Las máquinas enfermas.
No sólo es uno de los narradores más polifacéticos e imprevisibles de la literatura hispanoamericana contemporánea, sino un autor de género. No dejó de serlo tampoco Jorge Luis Borges (1899-1986), a quien Chimal obviamente también venera. La ciencia-ficción, el terror, lo fantástico y sobre todo lo insólito, un término mucho más adecuado que lo weird, se entreveran con eficacia literaria sobresaliente en sus creaciones. Como en otras ocasiones, voy a hacer lo imposible por no destripar los contenidos, por lo demás heteróclitos, sugestivos y fascinantes de esta antología. De la que recomiendo, sin duda, su lectura.
Lo caótico real, en muchas de sus tramas, experimenta un proceso de reemplazo de carácter iluminador que recuerda mucho la redistribución del cuerpo trazado por las convenciones de las conductas y las palabras. Especialmente interesantes por plantear una metodología literaria incorporada serían los relatos “Polo”, “Marina”, “Shanté”, “Los parcos” o “Mogo”, donde lo insólito, a veces pero no siempre en el formato de lo invisible que a veces encubre lo monstruoso, lo muerto o lo situado en la “otra parte”, se desliza con maestría en la mente del lector con herramientas trepidantemente cotidianas siguiendo sendas inofensivas o escasamente perceptibles.
Aunque el más logrado con relación a estos aspectos sería “La Pasión según la Sombra”, donde el rito cristiano por excelencia, la hipnosis (un tema que le interesa sobremanera) y el quehacer literario mismo, entendido en sus aspectos más técnicos y esotéricos, se manifiesta como un auténtico “recurso del/al método” con un resultado feroz y por ello mismo imperceptible.
Lo más relevante de toda Obra, lo más inquietante, es el quid mismo de su hacer. Ese es el lugar del Misterio.
Uno de los relatos más destacados de la antología, de aquellos que calificaré como extensos, es un consumado autor de relatos muy breves, es “Polo”. De ahí extraemos esta cita para explicar mejor al lector la naturaleza del enfoque que Chimal aporta a lo fantástico o insólito:
A ver, espere, me explico. Estoy hablando de cosas demasiado raras para que la gente las perciba. Cosas que ocurren pero están tan fuera de lo que podemos entender que uno no las registra del todo. Que pasan, y uno dice ah, chingado, pasó, pero ¿qué pasó?
Cuando habla la Oscuridad, el sueño no se puede distinguir de la realidad por su resolución.
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Autor: Alberto Chimal. Título: Las estancias secretas. Editorial: Atalanta. Venta: Todos tus libros.
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