Callejones sin gloria, de David López Cabia

En la noche del 30 al 31 de enero de 1968, el Vietcong y el ejército norvietnamita lanzan un gran ataque sorpresa en todo Vietnam. La ofensiva del Tet ha comenzado. Los principales puntos estratégicos del país son atacados. Los combates llegan incluso a la embajada estadounidense en Saigón, donde el teniente Fuller pierde a su hermano mayor. Un emocionalmente desgarrado Fuller decide vengar la muerte de su hermano. Ayudado por el agente de la CIA William Morgan, Fuller combatirá en las calles de Hué para dar caza a los responsables de la muerte de su hermano.

A continuación reproducimos el prólogo escrito por el historiador y periodista Iván Giménez Chueca al libro Callejones sin gloria, de David López Cabia.

*****

Pero Vietnam también tuvo su gran batalla urbana y no fue un episodio aislado, sino que se produjo en un punto tan crucial para este conflicto como fue la ofensiva del Tet de 1968. La ciudad del Hué, la antigua capital imperial del país, fue el escenario de este choque armado y que ahora David López ha transformado en esta novela que tienes entre las manos.

Callejones sin gloria no podía tener un título más adecuado ya que nos sumerge en uno de los enfrentamientos más encarnizados y claustrofóbicos de la guerra: la lucha casa por casa en una ciudad histórica que se convirtió en un infierno y veréis que no es tirar de tópico sobre Vietnam.

Cuando comenzó la ofensiva del Tet y la batalla de Hué, Estados Unidos entraba en su cuarto año de intervención directa en Vietnam del Sur. En los años 50, la doctrina Truman había llevado a Washington a una gradual intervención en el sudeste asiático para evitar la extensión del comunismo en la región, pero en la segunda mitad de la década de los 60 se convertiría en una guerra en toda regla que empantanaría a la gran superpotencia occidental.

El poderío militar estadounidense mantuvo las ilusiones de una victoria clara sobre el Viet Cong y el Ejército de Vietnam del Norte durante el período 1965-1967. Todo comenzó a cambiar con la ofensiva del Tet de finales de enero de 1968. Lanzada durante la tregua del Año Nuevo vietnamita, el ataque sorpresa masivo tenía como objetivo principal provocar un levantamiento popular en Vietnam del Sur y destrozar la moral estadounidense.

El resultado final de la ofensiva del Tet demostró que EE.UU. estaba ante un conflicto muy distinto a Corea o a la Segunda Guerra Mundial. Las tropas estadounidenses pudieron reclamar la victoria en el terreno militar —habían rechazado los ataques de las fuerzas comunistas y les causaron un gran número de bajas—.

Pero las imágenes que llegaron a la población estadounidense causaron un impacto psicológico enorme. Pese al triunfalismo de las declaraciones militares, se extendió la creencia de que el ejército de EE.UU. no podía controlar la situación en Vietnam, lo que generó una gran conmoción política y dio alas al movimiento contra la guerra.

Hué fue uno de los símbolos de esta ofensiva del Tet y su impacto psicológico en los combatientes y la población. La narrativa de Callejones sin gloria es visceral, nos transporta a las calles devastadas donde cada edificio y cada muro se transforma en una posible trampa. La novela es una inmersión total en aquel “Stalingrado de la guerra de Vietnam”: una masacre tanto para los combatientes como para la población civil.

Las cifras de bajas son un testimonio elocuente de la ferocidad del enfrentamiento: los marines sufrieron alrededor de mil bajas, de las cuales 142 fueron muertos en combate. Los soldados survietnamitas tuvieron un saldo aún más trágico con 452 muertos y 1.600 heridos. Por parte de las fuerzas comunistas, las pérdidas se estiman en unos 5.000 muertos, sin contar los cientos de civiles que fallecieron en el fuego cruzado, así como las 4.800 víctimas (no combatientes) de las ejecuciones sumarias de los comunistas.

Tras semanas de intensos combates, la ciudad fue declarada segura el 2 de marzo. Aunque las fuerzas comunistas ya no oponían una resistencia tan enconada, los marines y los soldados de Vietnam del Sur siguieron luchando para limpiar los focos de resistencia aislada. Por cuestiones políticas, el asalto final a la Ciudadela lo protagonizaron los soldados survietnamitas. En este escenario de muerte y desesperación es donde los protagonistas de la novela luchan no solo por la victoria, sino simplemente por sobrevivir.

En la novela de David López encontraréis escenas que recrean fielmente aquella realidad bélica, pero también un retrato psicológico profundo de los hombres que combatieron en la batalla de Hué.

El protagonista, Neil Fuller, es el arquetipo del idealista cuya fe en la causa se desvanece ante la crudeza de la guerra. Su viaje es el de muchos jóvenes que llegaron a Vietnam con nobles intenciones y se encontraron con una guerra que no tenía ni héroes ni villanos claros, solo una brutalidad sin sentido. Su motivación, al final, no es el patriotismo, sino la venganza.

La exnovia de Fuller, Hope Mitchell, representa la creciente oposición a la guerra en Estados Unidos. Su presencia como voluntaria en Hué subraya la disonancia entre los ideales de quienes se oponían a la guerra y la cruda realidad del sufrimiento en el terreno. La novela explora la ironía de cómo una persona que se opone a la guerra termina deseando la llegada del ejército estadounidense para salvarse.

La guerra de Vietnam también expuso las contradicciones internas de EE.UU., que hasta entonces poca gente había querido ver o afrontar. En la novela se traslada a la tensa relación entre Hester, el marine racista de Mississippi, y McCall, el afroamericano de Nueva York. El autor nos recuerda que la guerra fue una “picadora de carne” para los jóvenes afroamericanos de barrios humildes, y que la promesa de una “gran sociedad” se había “enfangado” por el conflicto. Pero el combate urbano también es una forma de dibujar una nueva realidad incluso para aquellos que se encuentran en posiciones tan enfrentadas.

Finalmente, el enemigo también tiene un rostro. El oficial norvietnamita Thao Ba Luong es un adversario “astuto, escurridizo y sin piedad”. Su motivación no es el comunismo abstracto, sino la liberación de su país de la opresión extranjera. Esta humanización del enemigo es crucial para entender el conflicto en toda su complejidad y para recordar que la guerra es una lucha entre personas, no solo entre ideologías.

Callejones sin gloria es, en última instancia, más que una novela de guerra; es una profunda reflexión sobre la condición humana en circunstancias extremas. Al centrarse en las experiencias individuales de sus personajes, la obra ilumina las verdades universales de la lealtad, la traición, el miedo, la venganza y la búsqueda de redención en medio del caos. Es un recordatorio de que en la guerra no hay héroes perfectos ni villanos absolutos, solo seres humanos luchando por sobrevivir en un mundo que se ha vuelto irreconocible.

Si quieren conocer las circunstancias que llevan a los hombres a cuestionar todo aquello en lo que creían, solo tienen que seguir leyendo y prepararse para una experiencia inolvidable.

—————————————

Autor: David López Cabia. Título: Callejones sin gloria. Editorial: Círculo Rojo. Venta: Libros CC.