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Bernhard Schlink: “Europa está obligada a un rearme militar”

Bernhard Schlink: “Europa está obligada a un rearme militar”

El escritor alemán Bernhard Schlink asegura que la invasión de Ucrania por parte de Rusia “es una amenaza que demuestra que Europa está obligada a un rearme militar”, sobre todo cuando Estados Unidos deja de implicarse en los problemas europeos.

En una entrevista con EFE con motivo de la presentación en Sevilla de su nueva novela, La nieta“(Anagrama), Schlink ha respondido sobre la propuesta del canciller alemán, Olaf Scholz, para que Europa produzca armas masivamente: “Hacía tiempo que ya había llegado la hora de que Alemania y Europa se reforzaran militarmente; sobre todo después de que el mandato de Donald Trump dejara bien claro que Estados Unidos iba a dejar de implicarse en los problemas de Europa, algo que por cierto respalda la mayoría de los estadounidenses”.

Schlink, autor de El lector, novela que fue llevada exitosamente al cine y que fue traducida a 39 idiomas, ha mostrado igualmente su preocupación por el auge en Alemania y en Europa del nazismo, como refleja en La nieta, cuyo protagonista es un librero berlinés que emprende la búsqueda de “una hija perdida” en la antigua Alemania del Este y la encuentra casada con un neonazi.

El escritor ha asegurado que le preocupa más el auge de la extrema derecha, que ha considerado que es de la misma intensidad en Alemania que en el resto de Europa, que el mantenimiento de los partidos comunistas, a los que ha considerado menos peligrosos.

Tres o cuatro generaciones

La nieta trata sobre las consecuencias de la larga partición de Alemania tras la Segunda Guerra Mundial, y el autor ha considerado que el proceso de reunificación aún no ha concluido y que precisará como mínimo de tres o cuatro generaciones, y ha puesto el ejemplo de los Estados Unidos, donde ha dicho que un siglo y medio después aún perduran secuelas de la Guerra de Secesión.

EFE/ Raúl Caro.

“Los alemanes de la República Federal se veían más como europeos que como alemanes, allí no existía un nacionalismo alemán, sin embargo en la República Democrática se consideraban vencedores del fascismo y eso hizo perdurar cierto nacionalismo”, ha señalado.

“En los ámbitos de la cultura y de la educación también eran muy distintos, porque los del Este los consideraban como los espacios donde podían introducir algo de libertad, mientras que en el Oeste formaban parte de los espacios de diversión”; y también ha puesto como ejemplo de la división el mundo del trabajo, con un Oeste “más ambicioso” y que, gracias a la generación de empleo, ha logrado un panorama “más relajado” para Alemania.

Sobre el peso de la historia en sus novelas ha dicho que “la historia ha construido el presente, y mientras más lejos tengamos que mirar atrás más lejos estará esa influencia histórica; ahora el periodo del III Reich está menos presente de lo que estuvo hace años, y es el proceso de la reunificación lo que está ocupando la actualidad”.

 La familia, piedra angular

Acerca de los lazos familiares que protagonizan su última novela, Schlink ha dicho que considera la familia como un pilar de la sociedad, como una institución básica y, en su caso particular, como “la piedra angular” de su vida, y ha explicado que tras vivir separado de la madre de su hijo, este se fue a vivir con él a los 16 años: “Estoy muy contento de haber compartido mi vida con él; hubiera perdido mucho sin esa experiencia”.

El autor ha considerado que la cultura “es una oportunidad que nos facilita ampliar el mundo, conocer a los otros y, gracias a eso, conocernos a nosotros mismos”, pero ha dudado de que guarde alguna relación con la bondad: “Algunos altos mandos de las SS eran muy cultos y refinados y fueron capaces de cometer las atrocidades más crueles de la historia de la Humanidad”.

Aunque su actividad como magistrado estuvo más enfocada a la cátedra universitaria —también fue durante 18 años miembro del Tribunal Constitucional de Renania-Palatinado— que a dirimir conflictos, ha señalado una similitud entre su actividad como jurista y como escritor: “Siempre he tenido el afán de que lo que escribo sea comprensible”.

“Mi corazón siempre está puesto en el libro que estoy escribiendo y no puedo establecer un rango de preferencia con cada libro que he publicado, pero el éxito de El lector, un éxito como ese, es un regalo”, ha indicado al recurrir a un dicho inglés —”La prueba del pudin es que se come”— para dar su opinión sobre las ventas de libros.

También ha expresado su satisfacción por que la recepcionista del hotel en el que se aloja en Sevilla haya leído todos sus libros: “Hasta ahora encontrar a alguien así sólo me había sucedido en las firmas o en las ferias de libros: Es un honor”.

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Gonzalo Casanova
Gonzalo Casanova
1 mes hace

LA GRAN COALICIÓN, BIPARTIDISMO, CUANTOSFERA
Acabo de leer el artículo de Estefanía Molina sobre la Gran Coalición & Bipartidismo, y para decirlo en dos palabras, me encuentro estupe-facto. La periodista asegura que los socios tanto de Sánchez como de Feijóo consideran los intereses de España “los que les convengan” en cada elección. ¡Vaya!, ¿y los dos grandes líderes no actúan de igual manera?, ¿es que son modelo de ética, y de altruismo? No encuentro diferencia entre Unos y Otros en nuestra política, de modo que no doy a PP y PSOE más crédito moral que a los demás.
Todo lo que sigue, como es costumbre, sigue la ley parsimoniae de Ockham: la explicación más sencilla es la correcta, porque “ervidentemente” yo no estoy dentro del coco de todos estos individuos. Pero el tema es este principio funciona magníficamente en la metodología de las ciencias, y al doctor House.
Hace unos meses Muñoz Molina escribió en El País algo así como una apología de la cobardía, para (probablemente) defender a Pedro por su conducta nada corajuda cuando salió huyendo de una enfurecida multitud valenciana. A algunos (posiblemente muchos) nos pareció un artículo escrito por encargo. Me temo que éste de E. Molina tiene el mismo “aire”.
Ese comentario sobre los “socios” es directamente insultante, y además casi de no-retorno, porque descalifica a Yolanda & Ione (y Abascal desde luego), las considera arribistas y egoístas.
Afirmé el 23J, un tanto atrevidamente, que en ese día no se elegía entre dos idearios/sistemas políticoeconómicos, sino entre el ethos del trabajo y el derecho a la pereza. Fue expresado un poco como exabrupto, ¡pero no del todo!
Mi tesis era (y es) que ni lo votantes ni por los partidos buscan el Bien General, seguir la Voluntad General, sino alcanzar sus intereses; sí, una visión desesperanzada, que me duele, y desearía desechar ¡ay! Pero las observaciones empíricas no me permiten hacerlo.
Sigo pues, ni con el traje de poli malo, ni con la toga socrática, sino con la piel de lobo hobbesiano.
Estoy cada vez más convencido de que nuestro Presidente no busca el Bien Común, sino mantenerse en el Poder como sea; ello significa servir a sus intereses personales, a los de Begoña, Koldo, Ábalos, Albares, Aldama, Marichús etc. etc. Y asimismo a los de los miembros de las diversas organizaciones del PSOE; si añadimos a los que trabajan o dependen económicamente de tal partido, la lista puede ser de decenas de miles, o incluso más, ¡no sé! En cualquier caso muchas personas, muchos intereses ¡y mucho pasta! Eso es, por todos los indicios, el objetivo de nuestro jefe de Gobierno en su poder ejecutivo; y no creo que los Hunos se comporten de otra manera. Estoy acostumbrado, y Vds. lo mismo, a escuchar a los hijos de vecino eso de: todos lo políticos son iguales, esto es deshonestos. En tal circunstancia la conclusión es votar a los Tuyos, aunque sean corruptos, porque los Otros lo son igualmente, y además no te benefician.
El 24J muchos éramos firmes partidarios de una Gran Coalición, para evitar que nos gobiernen los extremistas. Pero muchos predijeron, con acierto que ello era imposible. Ahora me lo explico desde una perspectiva muy pesimista (buscando “simplicidad”); tanto Pedro como Alberto no buscan el Bien de España, sino manejar el cotarro; ser dueños del cortijo y todos sus rendimientos, para sacar la mayor tajada posible. Por eso no quieren gobernar juntos; a lo que aspiran es a controlar, codiciosamente, toda la riqueza (empezando por los impuestos) del Estado, sacarle todo el jugo, para los Suyos.
Y sus votantes (sigo en plan lupino) no quieren el Bien General, de la nación, sino el bien (interés) particular: de la profesión, del cargo, grupo, nivel cultural & educacional, estatus económico o social … Me temo que ésa es la deducción inevitable (lex parsimoniae) que derivamos, vistos los hechos.
Recuerdo perfectamente a Sánchez Pérez-Castejón manifestar en la tele (o en un vídeo en Internet): Vox y PP, son extrema derecha y derecha extrema, i.e. no hay diferencia. Esto quiere decir que son de la Fachosfera, como todos los que no pertenecen al PSOE-Sánchez & socios. Ahora, como necesita los votos del PP, D. Pedro (a través de El País y Estefanía Molina) establece una diferente división de las Esferas (no las pitagóricas).
En este momento, de necesidad de los votos del PP, coloca a éste dentro de la esfera del bipartidismo, de la Gran Coalición. Ahora, por urgencia política, Núñez está dentro de la Feténesfera, y Movimiento Sumar & Podemos están fuera de la Sanchoesfera, ¿dónde?, ¿quién sabe?, quizás en la Otraesfera.
Si Alberto da sus votos para el aumento en Defensa, habrá cumplido su función, y habrá pasado su momento. Y unas semanas después, cuando el PP rechace las paguitas, las cuantiosas ayudas a los desfavorecidos, los títulos casi regalados, las subvenciones excesivas, las okupaciones y demás, entonces retornará a la Fachosfera. Cinismo total, maquiavelismo absoluto sin duda; pero los Hotros tienen preparada la réplica: que los verdaderos cínicos son Amancio Ortega, Joan Roig, Rafael del Pino, que nos explotan a los currelas, y no quieren Repartir sus enormes fortunas.
Pues sí, parece que la política es la continuación de la guerra por otros medios; y ya se sabe, en ésta ¡vale todo!, empezando por lo maquiavélico, siguiendo por lo hipócrita, y terminando por lo inmoral. Al final siempre pierde el Regiomontano (el de Prusia), y su ética.
Y así seguiremos. Llamativo que el artículo, sin ruborizarse, comience refiriendo una contradicción de Sr. Contradictorio (otra muestra de lo merecido de su apelativo): en 2014 nuestro actual Presidente aseveró que el Ministerio de Defensa era innecesario. Ahora quiere transformarlo en esencial, y enorme. Como en la entrevista con Amanpour sigue teniendo problemas con las reglas de la lógica; mi conjetura sigue siendo que se mueve dentro de la lógica cuántica (¿Cuantoesfera?): no sólo haya 1/0, sino asimismo indeterminado, indefinido. Nos topamos aquí con lo más granado de la ciencia experimental contemporánea, a saber, la superposición cuántica/El Gato de Erwin Schrödinger y el principio de incertidumbre de Werner Heisenberg, ¡bravo!
Sigo con mis dos grandes dudas, son el rechazo de Santiago al rearme, y sobre la actitud positiva de Pedro ante él. En este último aventuro es que este último ha recibido fuertes advertencias de Bruselas: si no incrementas en Defensa, te cortaremos el grifo de muchos fondos europeos, o te echaremos (a ti y a tu Celtiberia). Y si este jefe de Gobierno no tiene Mucho dinero para Repartir (Pérez-Reverte dixit), entonces sí será abandonado por sus votantes/clientes, quienes buscarán a Otro que sí tenga algo que darles.
“Cualquier cosa puede esperarse del género humano”, lanza un policía en un largometraje de Alan Sharp, ante la visión de un asesinato múltiple especialmente “inhumano” …, hablando de Imperios, rearme, guerra (no lupina) de todos contra todos, y el pez (o pato) grande se come al chico.
Muy hobbesiano todo, sí, pero hasta ahí me ha arrastrado la “economía en el número de entes”. Conclusión, ¡empacho de política (nacional)!