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Corrientes del tiempo que pasó

Corrientes del tiempo que pasó

No quiero dejar pasar el verano sin hablar de dos publicaciones que Dolmen ha lanzado recientemente, y que si no son el equivalente en papel a una piscina, al menos sí son lo más parecido posible a una racha de aire fresco. De una manera u otra llevan directamente al pasado, al tiempo en que uno era niño y toleraba mejor el calor.

Primero —salto a los años 70—, El poder de López Espí: El arte de los superhéroes.

"Es sumamente interesante la entrevista que le dedica el crítico de cómics Koldo Azpitarte, en la que López Espí repasa su trayectoria"

López Espí fue el ilustrador de las portadas de los antiguos cómics Vértice, donde reinventaba a los personajes de Marvel superando, muchas veces, a los propios ilustradores originales (yo me hice fan de Spiderman por sus portadas, y todavía más fan de Cráneo Rojo, que ha sido desde siempre mi personaje favorito dentro del universo Marvel). También se encargó de ilustrar los cromos de una colección mítica —y hoy cotizadísima— que se completaba con los pastelitos Cropán, “Descubre a tus héroes fantásticos”. En esa colección reproducía el estilo de los más destacados ilustradores de Marvel de los años 70, una mezcla de Buscema y Romita pero con algo especial, entre épico y majestuoso, que era una aportación exclusiva de López Espí. Su carrera, por supuesto, abarcó mucho más que eso: coincidió en Selecciones Ilustradas con Carlos Giménez, autor de obras inolvidables, principalmente Paracuellos (aunque a mí siempre me gustó más Los profesionales), y Fernando Fernández, un genio de la composición que realizó la más impresionante traslación al cómic del Drácula de Stoker, dibujado al óleo. Pasó de la ilustración a la historieta (y viceversa), puso su talento al servicio de todo tipo de encargos editoriales, agencias de publicidad, incluso jugueteras (ilustró la colección de Mattel de los Masters del Universo), podía igualmente abocetar, entintar o colorear, pues se consideraba humildemente —aunque era mucho más que eso— “colaborador en un equipazo de dibujantes.”

"Acompañan a la entrevista nada menos que cien páginas con reproducciones, cedidas por coleccionistas y completamente restauradas, de la parte marveliana que López Espí dibujó para la editorial Vértice"

El poder de López Espí: El arte de los superhéroes es la primera retrospectiva, pero no la única —ahí están los dos volúmenes titulados Las portadas Marvel de Vértice, donde también se recoge la marveliana de Enrich—, que Dolmen dedica a las obras del artista catalán. Es sumamente interesante, aunque se hace breve, la entrevista que le dedica el crítico de cómics Koldo Azpitarte, en la que López Espí repasa su trayectoria y examina su propia obra un poco a vuelo de pájaro, pese a lo cual deja observaciones muy interesantes sobre su enfoque creativo frente al que era la norma en la llamada Casa de las Ideas. Si Koldo le deja caer la posibilidad de que las portadas de Marvel tuvieran “fallos importantes en su composición”, López Espí recoge el guante y, sin necesidad de tirar de diplomacia, responde con la misma transparente claridad de su trazo: “Generalmente, y salvo aciertos, a mi modo de ver las portadas americanas estaban todas muy sobrecargadas de dibujos y textos. Había que simplificarlas para convertir la portada en un cartel impactante. También otras presentaban al superhéroe protagonista en primer plano y de espaldas al lector. Así que, para conseguir el impacto deseado, tuve que colocar de cara al personaje para que el lector quedara satisfecho”. Casi a renglón seguido de esas declaraciones podemos ver a López Espí posando ante un impresionante óleo, que hace seis o siete años estuvo expuesto en el Palacio de la Merced de Córdoba entre otras obras de Segrelles, Enrich, Boris y, que recuerde, el recientemente fallecido —y quien mejor entendió la figura de Batman— Neal Adams. Acompañan a la entrevista nada menos que cien páginas con reproducciones, cedidas por coleccionistas y completamente restauradas, de una parte de la marveliana que López Espí dibujó para la editorial Vértice. Uno sólo espera que Dolmen se ponga una vez más el traje de faena y publique una reproducción en facsímil del álbum de Cropán.

Y ahora, un salto a los 80.

"Lo que le atrapa es la historia que se va desarrollando al otro lado de las ventanas, el misterio de esa jovencita rubia, delgada, aparentemente rodeada de gente peligrosa, que vive en la lujosa casa de enfrente"

La segunda publicación de la que quería hablar es un cómic de Lucas Harari titulado La última rosa del verano, una historia policíaca que Les inrockuptibles describe como “un thriller sensual e intenso, que nos seduce con unas viñetas tan bellas como cuadros”. Ambas cosas —la intensa sensualidad, la belleza de las viñetas— son ciertas. El punto de partida es muy sencillo: un joven aspirante a escritor recibe la propuesta de cuidar una casa a la orilla del mar mientras los obreros contratados por su primo —el dueño de la casa— terminan unas reparaciones. El joven aspirante acepta la propuesta, pensando en escribir allí una novela. Pero, más que el relato que no termina de arrancar, lo que le atrapa es la historia que se va desarrollando al otro lado de las ventanas, el misterio de esa jovencita rubia, delgada, aparentemente rodeada de gente peligrosa, que vive en la lujosa casa de enfrente.

"Seguramente quienes estén acostumbrados a esa ligereza, mucho más popular, de la línea clara, tardarán en metabolizar el dibujo de Harari"

Lucas Harari tiene un talento muy particular para narrar el silencio: largos pasajes —esas viñetas “tan bellas como cuadros”— en los que nada parece transcurrir salvo el paso de las sombras y los gestos que ralentizan el relato. Esto permite deleitarse en un trabajo artístico que a muchos lectores les traerá sin duda a la memoria las páginas de la antigua revista Cairo (prima hermana de cabeceras tan añoradas como Tótem, Zona 84, Creepy, Cimoc, dirigidas por Josep Toutain). En los trazos, incluso en la composición de página, Harari recuerda no ya, obviamente, a la edad de oro del cómic belga, que es lo que nutre su estilo visual, sino también a autores nacionales como Rafa Negrete y Daniel Torres (incluso algunas páginas de Josep M. Bea). Es un estilo duro, por momentos descuidado de tan realista, incluso petrificado, y además Harari se desentiende (voluntariamente, eso sí) del juego con las perspectivas y los ángulos que en el caso de Daniel Torres daba a sus dibujos un fabuloso vértigo, una profundidad llena de movimiento. Seguramente quienes estén acostumbrados a esa ligereza, mucho más popular, de la línea clara —la de los cómics de Hergé o Giardino—, tardarán en metabolizar el dibujo de Harari, que, a la manera de las mencionadas portadas de Cairo, le confiere un mayor peso a las planchas. Pero merece la pena el intento. La historia es sumamente entretenida, con escenas memorables como toda esa página en claroscuro en la que Leonard Linsky, el protagonista (no sé si es casualidad que comparta nombre con un reputado filósofo americano), se ve obligado a aceptar la incómoda invitación del padre de Rosa, la jovencita rodeada —empezando por su padre— de individuos peligrosos: “La kotchina tiene cabeza de loba. Preciosa, ¿verdad? Para los indios hopi de Nuevo México estas esculturas encarnan las almas de los primeros indígenas. Se las ofrecen a los adolescentes en sus ritos de iniciación, una especie de primer contacto con el mundo de los muertos”. De pronto, uno tiene la sensación de haber pasado por un momento bajo la sombra del volcán de Lowry (aunque el libro que aparece en la escena es el Martin Eden de Jack London).

Historias de antihéroes, relatos de superhéroes. Una cosa, sin embargo, tienen ambos libros en común: la calidad de obra pero también de composición, formato y gramaje que siempre es una garantía (espectacular, en este caso) en las publicaciones de Dolmen.

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Autor: Rafael López Espí. Título: El poder de López Espí: El arte de los superhéroes. Editorial: Dolmen. Venta: Todos tus libros.

Autor: Lucas Harari. Título: La última rosa del verano. Editorial: Dolmen. Venta: Todos tus libros.

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